México

No es una, somos todas: mujeres narran sus casos: “Me pegó”, “me acosó”, “me empujó a una pared”...

02/02/2019 - 9:54 pm

En medio de las denuncias que se han dado a conocer durante los últimos días, este sábado cientos de mujeres salieron a las calles de la Ciudad de México para exigir un alto a la violencia de género. SinEmbargo platicó con algunas de las asistentes para escuchar sus testimonios sobre diferentes momentos en los que el acoso  y la agresión tocaron sus vidas.

Ciudad de México, 2 de febrero (SinEmbargo).- Esta tarde miles de mujeres salieron a las calles de Ciudad de México a contar una historia conjunta: la del acoso y agresión que a diario se vive en los estados del país. De acuerdo con las cifras del diagnóstico sobre la Atención de Violencia Sexual en México, 8 de cada 10 víctimas de violencia sexual son mujeres.

En medio de la manifestación, convocada para denunciar esta situación, 11 mujeres contaron a SinEmbargo algunas de sus historias. Los relatos son parte de un discurso que exige un alto a la continua criminalización del género.

Michelle
Diseñadora de interiores
Ciudad de México
45 años

“Una vez en una fiesta me puse peda y un amigo me llevó a mi casa y en la condición en la que estaba no me di cuenta y el güey me violó y me embarazó. No lo denuncié. Tuve que abortar. Esto pasó hace años. Si hubiera sido hoy me hubiera aliado para denunciarlo. Ya basta que no tengamos ni siquiera la protección para denunciar un abuso y una violación. Ya basta.”

Michelle. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Mar
Ciudad de México
Estudiante de partería
20 años

“Llegando a mi casa, literal en la esquina, un güey se me cerró en el coche. Yo traía audífonos y como era verano traía unos shorts . Al darme cuenta el tipo tenía la verga de fuera y comenzó a gritarme cosas. En ese momento yo quise gritarle, pero lo único que hizo mi cuerpo fue arquearse. Fue muy desagradable y no pude dejar de llorar durante dos horas. Fue un shock y nunca creí que afuera de mi casa pudiera pasarme algo así, solo por como iba vestida. No denuncié porque estaba muy asustada y preferí hacer algo al respecto sin cambiar la forma en la que me visto.”

Mar. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Regina
Ciudad de México
21 años
Estudiante de diseño gráfico

“En una ocasión fui a una fiesta con mis amigos y con mi novio de ese momento, y su amigo le sugirió a mi novio que deberían cambiarme para cogerme. Yo le dije a mi novio que no estaba de acuerdo y aún  así este chico intentó tocarme. Cuando yo se lo comenté a mi novio se molestó conmigo. Llegó al punto de forcejearme y preguntarme por qué lo había dejado. En ese momento yo creí que no era tan grave, de verdad consideré que era mi culpa y después me di cuenta que no era así .”

Regina. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Viviana
Ciudad de México
15 años
Estudiante de secundaria

“Cuando yo tenía 13 años, mi papá me violó y me tuvo encerrada en su departamento como cuatro o tres meses. Esa fue una experiencia muy traumática para mí. Es por eso que ahora estoy saliendo a las calles a luchar por los derechos de las mujeres y porque se les escuche. Lo denuncié y no se hizo nada. Sobornaron a quienes tomaron la declaración y modificaron los estudios psicológicos que le hicieron a él y salió limpio completamente.”

Viviana. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Alejandra
Ciudad de México
24 años
Estudiante de Historia en la UNAM

“Todas hemos vivido diversas experiencias sobre todo en el transporte público. En mi primera agresión en el metro me tocaron las nalgas cuando iba saliendo y no pude hacer nada. Creo que dentro de las agresiones que quizá hoy día vemos no es tan fuerte, no me desaparecieron. Todas vivimos una agresión en algún momento de nuestra vida y por eso vale la pena que estemos aquí.”

Alejandra. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Fernanda
Ciudad de México
22 años
Estudiante de antropología en la ENAH

“Fui agredida sexualmente por un compañero de la escuela. Yo lo invité a mi casa y él me violó. Después al hacer la denuncia pública descubrí que a su ex novia también la había agredido económicamente, físicamente. Hicimos otra denuncia pública y salieron otros dos casos que demostraron que él agrede sistemáticamente a las morras. Nadie puede meter una denuncia por la revictimización. Me van a decir: ¿y por qué lo invitaste a tu casa? Ese es el testimonio más fuerte, sin embargo he vivido otras agresiones menores. Nunca falta el maestro culero. La primera vez que fui de práctica de campo me tuve que regresar porque el maestro me estaba acosando. Todas tenemos una historia larguísima.”

Fernanda. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Yaren
Ciudad de México
29 años
Maestra de Primaria

“Yo fui violada por mi papá desde los seis años hasta los 12 años. Todos esos años sufrí violaciones nocturnas y aquí estoy luchando. No denuncié porque no sabía absolutamente nada, vivía en la ignorancia de las violaciones, hasta que comencé a crecer, a desarrollarme y él dejó de hacerlo. Después denuncié, pero jamás procedió. Además de esto también tenemos que lidiar con las agresiones que ocurren día a día. En la escuela padecí el acoso de muchísimos maestros. No ha habido algún momento en la vida en la que no haya sentido la violencia por parte de los hombres.”

Yaren. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Morin
Ciudad de México
Bartender
24 años

“Me han tocado, me han manoseado y una vez me intentaron violar saliendo de metro el Rosario y afortunadamente no pasó a mayores. Yo iba regresando del CCH Vallejo del turno vespertino, ya era muy tarde. En el paradero un tipo me jaló detrás de una camioneta, empezó a toquetearme, le quise dar mi dinero y él no respondió a eso. Comenzó a tocarme los pechos y a bajarme el pantalón. Afortunadamente unos seis chavos se acercaron y el tipo se echó a correr. Si no hubiera sido por ellos yo sería parte de las estadísticas de violación.”

Morin. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Gabriela
Ciudad de México
Profesora de Bachillerato
30 años

“Cuando venía para acá le dije a un tipo que estaba en los vagones exclusivos y me empezó a insultar. Me fui hasta el final del vagón y el tipo se subió al mismo que yo. Me señalaba, se reía de mí. Me espanté. Tuve miedo de que al bajarme me siguiera. Cuando terminé mi viaje le dije al policía de la estación lo que estaba pasando y cuando se acercó con él, empezaron a aliarse. El tipo le contó en su cara todo lo que estaba haciendo y el policía no hizo nada. Le pedí al policía que me acompañara hacia afuera de la estación y este me sermoneó y me dijo que se veía que el chavo era un joven decente y no era agresivo.”

Un policía "me sermoneó". Foto: Ilse García, Sin Embargo

Aranza
Ciudad de México
Matemáticas en la UNAM
19 años

“Hace poco uno de los ayudantes de la carrera comenzó a acosarme. Lo hacía por Facebook sin que yo le hubiera dado mi correo o cualquier tipo de información. Ponía excusas diciendo que las video llamadas se hacían por error, decía que las clases era muy aburridas sin mí y que era muy bonita. Él tenía una posición de poder ante mí porque era él el que calificaba exámenes y ponía calificaciones. Llegó un punto en el que dejé de entrar a la clase para no lidiar con él. Cuando llegó el momento de dar calificaciones se negaba a dármela porque no le contestaba los mensajes. Solo me dio mi calificación cuando le dije que iría con la facultad y con el profesor.”

Aranza. Foto: Ilse García, Sin Embargo

Vanesa
Ciudad de México
18 años
Estudiante de preparatoria

“He sufrido de machismo. Del que te digan que no puedes hacer ciertas cosas que solo están establecidas para los hombres. Y lo común, que te acosen y te miren en la calle. Una vez se masturbaron en el metro viéndome. Hasta ahora es lo único que me ha pasado, pero quién sabe si esto continúe.”

Vanessa. Foto: Ilse García, Sin Embargo

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