A partir de la segunda mitad del gobierno de Miguel Márquez, Guanajuato se instaló de manera definitiva entre los primeros estados con mayores registros de tomas clandestinas. En 2015, nuevamente fue segundo lugar al localizar 844.
La posición estratégica de Guanajuato se debe a la ubicación de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor (Riama), la cual ya es resguardada por elementos del Ejército Mexicano a partir del lanzamiento del Plan Nacional contra el Robo de Combustible, lanzado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado jueves 27 de diciembre.
Por Alfonsina Avila
León, Guanajuato, 2 de enero (ZonaFranca/SinEmbargo).- Guanajuato no siempre ocupó el primer lugar en tomas clandestinas de hidrocarburo. Como parte de esta problemática nacional, en la entidad se incrementó este delito a partir de los sexenios de Enrique Peña Nieto y Miguel Márquez, pues se catapultó hasta superar los mil casos por año.
En 2003 se registraron 22 puntos de extracción ilícita, incluso en 2007 apenas fueron seis los casos que se consignaron en la bitácora que Petróleos Mexicanos realiza año con año. Esos niveles distan mucho de las 1 mil 843 tomas clandestinas con las que Guanajuato se ubicó en el primer lugar nacional en 2017.
Este 2018, de acuerdo al corte oficial al mes de octubre, Guanajuato ocupa el tercer lugar con 1 mil 547 tomas clandestinas, sólo por debajo de Hidalgo y Puebla en el primer lugar.
La posición estratégica de Guanajuato se debe a la ubicación de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor (Riama), la cual ya es resguardada por elementos del Ejército Mexicano a partir del lanzamiento del Plan Nacional contra el Robo de Combustible, lanzado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado jueves 27 de diciembre.
Se informó que en el país se roban hasta 600 pipas al día de gasolina, lo que representa una perdida económica anual de hasta 60 mil millones de pesos.
Ese mismo día por la tarde, el Gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo se reunió en la Ciudad de México con el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo para detallar la estrategia contra el también llamado “robo de huachicol”.
Rodríguez Vallejo afirmó en una entrevista en cadena nacional, que el robo de combustible es el problema que ha provocado el incremento de los homicidios dolosos en Guanajuato. Hasta noviembre de 2018 se registraron 2 mil 367 asesinatos, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De esta manera, el Gobernador dijo esperar que pronto bajen los índices de violencia. Enfatizó que ha sido la disputa por el robo de combustible el que ha ocasionado una “batalla” entre grupos delincuenciales en Guanajuato.
Como ejemplo, sostuvo que debido a la ubicación de Riama en Salamanca, se han registrado más hechos violentos en ese municipio que en León, ciudad que le supera cinco veces en población.
DE SEIS A MÁS DE MIL
Hace 15 años el problema del robo de combustible a nivel nacional sólo llegó a las 152 tomas. Veracruz figuraba con 25 casos en primer lugar. Si bien Guanajuato ocupó el segundo puesto, únicamente se habían detectado 22 puntos de extracción. Puebla, uno de los estados que hoy tiene una de las mayores crisis en este delito, ese año ocupó el tercer lugar con 16 casos.
Guanajuato registró un mínimo de seis y un máximo de 13 tomas entre 2004 y 2007.
Fue hasta 2008, ya entrado el sexenio de Juan Manuel Oliva Ramírez en la gubernatura y de Felipe Calderon Hinojosa en la presidencia del país, cuando la entidad retomó los 22 puntos de extracción de combustible, mientras la Procuraduría General de la República (PGR) abrió únicamente 13 averiguaciones previas.
En ese periodo, el gobierno federal inició la llamada “guerra contra el narco” que incluyó operativos en estados clave como Michoacán, que al colindar con Guanajuato causó las primeras repercusiones en los niveles de violencia. Aunque, esto no representó mayores casos de robo de combustible en los ductos de Pemex, pues apenas en 2009 la entidad cerró con nueve tomas.
El número de homicidios ha ido en incremento, dejando muy lejos las cifras reportadas en 1998 de 230 casos, pero fue a partir del 2009 cuando el aumento comenzó a ser significativo llegando a los 414 y en el 2011 a los 604 asesinatos.
A partir de 2010, la curva en el número de tomas clandestinas comenzó a ser ascendente. En los últimos tres años de la administración de Oliva Ramírez la entidad registró, en suma, 129 casos de robo de hidrocarburo. De los cuales, 64 casos corresponden de enero a septiembre de 2012.
Tan solo en los primeros tres meses del gobierno de Miguel Márquez Márquez se registraron 64 tomas clandestinas, es decir, de octubre a diciembre de 2012, mismo años en el que se reportaron 771 homicidios dolosos.
En 2013 la cifra creció a 166 puntos de robo de hidrocarburo, ubicando al estado en el séptimo lugar a nivel nacional. En todo el país se registraron 2 mil 612. Tamaulipas registró ese año 539 tomas y Veracruz, 238.
A la par, los índices de violencia fueron aumentando en Guanajuato. Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad revelaron que en 2013 se registraron 641 homicidios dolosos, un promedio de 53.41 casos al mes; en 2014 hubo 709 crímenes dolosos, un promedio de 59 al mes.
Para 2014 el robo de combustible en la entidad se disparó. Se registraron 411 puntos de extracción de combustible, que ubicaron a Guanajuato en segundo lugar a nivel nacional, solo por debajo de Tamaulipas que cuantificó 685. En el país se registraron 3 mil 635.
A partir de la segunda mitad del gobierno de Miguel Márquez, Guanajuato se instaló de manera definitiva entre los primeros estados con mayores registros de tomas clandestinas. En 2015, nuevamente fue segundo lugar al localizar 844.
De acuerdo a los reportes realizados en su momento, la PGR ya había acumulado, de enero de 2006 al 31 de octubre de 2015, 1 mil 342 averiguaciones en Guanajuato por la sustracción ilegal del combustible, pero en ese periodo únicamente se detuvieron a 281 personas.
Una de las detenciones más sonadas fue la de un agente de la Policía Federal (PF), Carlos Alberto Fernández Montejo, conocido como el “zar del robo de combustible” en Guanajuato. Su organización llegó a sustraer hasta 3 millones de litros de combustible, también se le ligó a otros delitos. Según se informó llegó a ganar más de 30 millones de pesos por mes.
Para 2015, el número de homicidios dolosos se incrementó a 879 casos, es decir, un promedio mensual de 73 eventos.
Por tercer año consecutivo, en 2016 Guanajuato ocupó el segundo lugar a nivel nacional con el mayor número de tomas clandestinas; el dato se disparó a las 1 mil 309, solo por debajo de Puebla que registró 1 mil 533. En el país se registró un total de 6 mil 873.
En los años de 2015 y 2016, Irapuato fue el municipio que registró el mayor número de casos en la entidad y a nivel nacional se ubicó dos veces consecutivas como el segundo con mayor número de tomas, solo por debajo de Altamira en Tamaulipas.
Ese mismo año, el número de homicidios dolosos en la entidad se incrementó a 961 casos, lo que representa un promedio de 80 asesinatos al mes.
El 21 de agosto de 2016, Miguel Márquez dijo que el robo de hidrocarburos no le competía al estado, al argumentar que es un tema que recae en la responsabilidad de Pemex. Incluso reconoció el incremento en el número de tomas.
En 2017, Guanajuato ocupó el primer lugar a nivel nacional registró 1 mil 843 tomas clandestinas de las 10 mil 316 registradas en el país. Puebla llegó al segundo lugar con 1 mil 437.
El 8 de mayo de 2017, el general del Ejército Mexicano, Arturo Velázquez Bravo, entonces jefe de la XVI zona militar, afirmó que se tenían 20 blancos identificados por el Estado, entre los que destacó a José Antonio Yepes de la Cruz alias “El Marro”, quien acumulaba por lo menos ocho años robando combustible en Guanajuato.
A Yepes de la Cruz se le atribuyen al menos 100 propiedades, en dos años se le detectaron más de 20 tomas clandestinas y se calculó que extraía hasta un millón y medio de litros al mes. Hasta el día de hoy no ha sido detenido.
En 2017 se cometieron 1 mil 96 homicidios dolosos, cifra que es 14 por ciento mayor a la del año anterior.