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Ana Cristina Ruelas

02/01/2017 - 12:03 am

¡Bienvenido 2017 y felices 30!

La adversidad, la grave crisis de derechos humanos en la que estamos todas y todos metidos y la desconfianza al Estado han levantado nuevas voces, voces independientes, expresiones que animan; el hartazgo nos ha hecho gritar, unir, exigir y seguir caminando.

La adversidad, la grave crisis de derechos humanos en la que estamos todas y todos metidos y la desconfianza al Estado han levantado nuevas voces, voces independientes, expresiones que animan; el hartazgo nos ha hecho gritar, unir, exigir y seguir caminando. Foto: Cuartoscuro
La adversidad, la grave crisis de derechos humanos en la que estamos todas y todos metidos y la desconfianza al Estado han levantado nuevas voces, voces independientes, expresiones que animan; el hartazgo nos ha hecho gritar, unir, exigir y seguir caminando. Foto: Cuartoscuro

La bondad de los cierres y el comienzo es que dan oportunidad de respirar, de pensar que este año puede ser mejor o diferente, algunos podríamos suponer que nada podría ser peor que 2016.

En Artículo 19, por ejemplo, esperamos que el mapa de agresiones se torne de verde, saber la verdad de aquellas del pasado y ver a responsables materiales e intelectuales procesados y sancionados. Esperamos que la FEADLE, el Mecanismo de Protección a Periodistas y la CNDH respondan de manera igualitaria a las agresiones – no sólo cuando son mediáticas o cuando las víctimas están siendo acompañadas por alguna organización; que siempre cumplan con sus obligaciones constitucionales y legales y que nadie tenga la necesidad de aplaudir cuando lo hacen bien, por ser la regla y no la excepción. Sí, necesitamos eficiencia, ver que nuestros impuestos están en el trabajo y no en las casas y los ranchos de políticos y funcionarios.

Esperamos que el Estado cumpla su papel de proteger y garantizar la libertad de expresión, un Ejecutivo que se coordina para investigar diligentemente, un Legislativo que se abstenga de aprobar leyes que restringen y limitan derechos humanos, un Judicial que sancione a los responsables y haga prevalecer los más altos estándares internacionales.

Desgraciadamente la falla en los gobiernos y la clase política ha hecho que la concepción del Estado se difumine. Su función ha sido tan cuestionada y su desempeño tan lamentable que la ciudadanía busca trasladar las expectativas a otras instituciones no estatales que desarrollan funciones de defensa y promoción de los derechos humanos. Esto se convierte en el arma perfecta para estigmatizar y deslegitimar la defensa; en el desamparo tenemos que encontrar culpables y si el Estado es invisible, hay que buscar alguien de color.

No lo niego, hay algo de razón, la verdad es que si este México, nuestro México, fuera de esos países seguros para hablar, uno transparente, uno libre, donde el miedo y la censura fueran un cuento, no estaríamos aquí y, este 2017, Artículo 19 cumple 30 años en el mundo.

En este tiempo, la organización ha promovido una campaña global y estatal para el reconocimiento de la libertad de expresión, información y asociación, se desarrollaron principios que después sirvieron de base para la adopción de normas y estándares a nivel global. En México, hemos documentado las agresiones contra la prensa ocurridas desde el 2000, por ejemplo, las más de 300 agresiones ocurridas en los primeros diez meses de 2016. También apoyamos la aprobación de las reformas de transparencia, del artículo 73 constitucional, de archivos, víctimas, etc.

Para Artículo 19, 2017 representa una gran oportunidad – sin parecer libro de superación. La adversidad, la grave crisis de derechos humanos en la que estamos todas y todos metidos y la desconfianza al Estado han levantado nuevas voces, voces independientes, expresiones que animan; el hartazgo nos ha hecho gritar, unir, exigir y seguir caminando.

No niego que el panorama pinte gris (lo que está podrido tarda mucho en volverse vitamina). Sin embargo, el odio que vimos y sentimos en 2016 puede significar la unión de los odiados en 2017 y tal vez, tal vez, esto pueda ser diferente (tampoco me gustan los comienzos en la desesperanza).

Por esto y a pesar de aquellos que piensan que esta lucha no merece descansos, respiros y luz, seguiremos andando. En 30 años muchos se fueron y nosotros nos quedamos.

Ana Cristina Ruelas
Ana Cristina Ruelas, colabora en la oficina regional para México y Centroamérica de ARTICLE 19. Es abogada y maestra en administración pública y políticas públicas. Se desempeño como Directora Regional y Oficial del Programa de Derecho a la Información en la misma organización y ha trabajado en organizaciones de derechos humanos en México y en Perú en temas relacionados con participación ciudadana y educación para el desarrollo.

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