César Hernández, de la Agencia Española del Medicamento, afirma que cada vial tiene cinco dosis y no hace falta descongelar todos los viales de golpe.
Ciudad de México, 1 de diciembre (AS).- El pasado 10 de noviembre Pfizer pidió a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos la autorización de emergencia de su vacuna contra la COVID-19, desarrollada junto a BioNTech. Esta decisión vino motivada por la alta eficacia que presentó el fármaco, un 90 por ciento primero y un 95 por ciento en segunda instancia. Sin embargo, todavía hay demasiadas cuestiones que rodean a su comercialización o distribución. Especialmente urge saber cuándo llegará.
César Hernández, jefe del Departamento de Uso Humano de la Agencia Española del Medicamento y representante español de la comisión europea que negocia las vacunas, asegura que “la idea es que las vacunas estén autorizadas a finales de diciembre o principios de enero” para comenzar justo después la campaña de vacunación. “Quizá lo que marque su utilización es que estén autorizadas para ser utilizadas. La segunda parte es que tienen que estar producidas, pero las compañías han empezado a producirlas antes para tener dosis”, ha añadido en Hora 25, de la Cadena SER.
PFIZER SE HACE CARGO DE LA DISTRIBUCIÓN
No todos los contratos que ha firmado Europa con las diferentes farmacéuticas incluyen la distribución de las vacunas. “No es igual que con los medicamentos regulares. Hay que tener en cuenta que todos estos contratos se hacen en un contexto distinto. No son los mismos precios”, ha precisado Hernández.
Pfizer, por ejemplo, es una de las empresas que sí prometió encargarse de distribuir su fármaco creando unos contenedores preparados para guardarlo a los 80 grados bajo cero que requiere. Sin embargo, el principal problema será el almacenamiento: “Pfizer va a distribuir unos envases que permiten una vida de hasta 15 días más otros cinco días en un congelador normal. Con una dinámica de distribución frecuente puede ser posible que a nivel logístico no sea tan complicado. Se pueden mantener cinco días a una temperatura que permite mantener su estabilidad”. “Los viales se van sacando. Se calcula cuántas vacunas se van a poner. Esos mismos envases pueden durar varios días”, añade el experto.
En concreto, Hernández explica que cada vial cuenta con cinco dosis, “y es el que hay que utilizar en las siguientes seis horas. El resto, mantenido en la nevera, puede durar cinco días”. Así, ha destacado que no es necesario sacar todos los viales de golpe, sino que se pueden sacar por partes. “No se descongelan mil al mismo tiempo. Son para vacunar a cinco personas”, concluye.
NO ES MÁS COMPLICADO VACUNAR CONTRA LA COVID-19
El jefe del Departamento de Uso Humano de la Agencia Española del Medicamento asegura que la logística de la vacuna contra la COVID-19 no es más compleja que la que se administra para la gripe: “En el caso de las vacunas hechas en base a proteínas son muy parecidas a la gripe”.
Respecto al plan de vacunación, ha señalado que pretenden “vacunar en un año a una cantidad ingente de personas” para conseguir cuanto antes la ansiada inmunidad de grupo: “La voluntad es llegar a un número de personas superior al de las campañas de gripe”. Para ello, propone “vacunar a toda una promoción si realmente estas vacunas permiten vacunar niños y demuestran que son eficaces en todos los rangos de población. Entre un 60 por ciento o 70 por ciento de la población ya generaría inmunidad de rebaño”.
No obstante, reconoce que “no estaremos todos seguros hasta que no estemos vacunados. La disponibilidad de vacuna será creciente a lo largo del año”. “Tampoco sabemos si todas las vacunas que están en estudio van a tener una autorización y van a ser seguras y eficaces”, sentencia.