Mircea Cărtărescu, el hombre solitario que se encamina al Nobel de Literatura

01/12/2018 - 12:03 am

Este 2018 ha sido merecedor del premio “Formentor de las letras” que reconoce a la alta literatura universal y la belleza del lenguaje desde 1961 hasta la fecha, y que junto a los nombres de Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Javier Marías, Carlos Fuentes y Enrique Vila-Matas, por mencionar algunos, ahora figura el del escritor nacido en Bucarest en 1956.

Por Alejandro Ortega

Guadalajara, México.- Quizá no a todos les suene su nombre, porque Mircea Cărtărescu, el escritor rumano, apenas está llegando a nuestra lengua pero han de saber que es un magnífico escritor y la efervescencia por su obra literaria en territorio iberoamericano gracias a la editorial Impedimenta, ha provocado que sus lectores hispanoparlantes se sumen a los europeos para ponerlo como un serio candidato al Nobel de Literatura.

Este 2018 ha sido merecedor del premio “Formentor de las letras” que reconoce a la alta literatura universal y la belleza del lenguaje desde 1961 hasta la fecha, y que junto a los nombres de Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Javier Marías, Carlos Fuentes y Enrique Vila-Matas, por mencionar algunos, ahora figura el del escritor nacido en Bucarest en 1956.

Cărtărescu ha llegado por segundo año consecutivo a la FIL de Guadalajara como parte de la promoción del premio. Con semblante serio y el cabello un poco más largo, el rumano abre la boca para regalar poesía y literatura pura.

Quien decida  adentrarse en el universo del rumano, quien abra las páginas de Nostalgia, Las bellas extranjeras o Solenoide, conocerá la genialidad del que utiliza a la soledad como su principal personaje. “La soledad es el motor central de mi escritura; creo que mis mejores obras son debido a este sentimiento que me ha acompañado toda la vida” dice el narrador, quien vive acosado ante la constante pregunta de por qué está solo si tiene familia y amigos, a lo que responde “estoy solo siendo con ellos”.

Vino a recibir el Formentor. Foto: Alejandro Ortega

Los amigos y la familia, por supuesto, forman parte de su vida, y la vive con ellos como si estuvieran bajo una misma piel, sin embargo, reconoce que el sentimiento no le desagrada en lo mínimo. Incluso sueña, como el arquitecto narrativo que es, construir una ciudad donde sea el único habitante, el único pasajero del subterráneo.  Le gusta tanto la soledad, dice, que le parece algo poético que las mujeres  en los países de habla hispana lleven ese nombre.

Y ha hecho de la soledad su realidad, pues a pesar de ese concepto tan complejo y ambiguo, Cărtărescu piensa que “para un escritor, la realidad es lo que está escribiendo. Los sueños se convierten en realidad. Las alucinaciones son realidad. Los recuerdos son realidad. Así que un escritor no puede ser nada más que un realista en todo lo que abarca el término. Yo no creo que la literatura sea una mentira superior, sino que es la verdad más profunda que existe”.

Consciente de que su nombre suena ya para el máximo galardón literario, menciona que ningún escritor escribe para recibir un premio, o la fama, o el dinero y otros beneficios que trae la escritura, “un verdadero escritor escribe –aclara- para entenderse a sí mismo, como decía Kafka, para entender su propia situación”.

Pero le incomoda hablar del Premio Nobel, “porque nunca sabes qué decir sobre él” porque han sido muchos los grandes escritores que lo han logrado, pero al mismo tiempo a otros grandes escritores no se les ha otorgado. “Nunca pienso en el nobel” sentencia el hombre solo que es muy posible que en un futuro lo gane.

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