México Evalúa estimó que la renovada Fiscalía mexicana ha tenido un “desempeño limitado” en términos de “autonomía, desarrollo institucional, desarrollo normativo y ritmo de la transformación”.
La creación de la FGR surgió de una reforma constitucional llevada a cabo durante la Presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), aunque no fue elegido un fiscal general hasta el inicio de mandato de López Obrador.
México, 1 noviembre (EFE).- La Fiscalía General de la República (FGR), nacida el pasado enero de la extinta Procuraduría General de la República, solo resuelve el 7.6 por ciento de los caos y necesita avanzar todavía en autonomía, reveló este jueves un informe de la organización México Evalúa.
“En el proceso de transición no se ha implementado el Plan de Persecución Penal provisional ni se han logrado reducir los altos índices de impunidad: la efectividad en la resolución de los casos es de sólo 7. 6 por ciento“, sostuvo la organización en un comunicado.
El Observatorio de la Transición 2019 da seguimiento al proceso de transición desde la antigua Procuraduría, que dependía del Gobierno, a una Fiscalía independiente, y concluye que la institución “presenta avances incipientes”.
México Evalúa estimó que la renovada Fiscalía mexicana ha tenido un “desempeño limitado” en términos de “autonomía, desarrollo institucional, desarrollo normativo y ritmo de la transformación”.
Por ejemplo, de acuerdo con el informe, la congestión en los casos estudiados por la FGR aumentó un 6.3 por ciento respecto al año anterior, cuando funcionaba la PGR.
Además, aunque la FGR es un organismo independiente del Ejecutivo, las condiciones de autonomía solo han mejorado un 27.7 por ciento, según el índice establecido por el informe.
Mientras que la confianza ciudadana hacia la nueva institución ha mejorado un 21.4 por ciento.
“Aunque formalmente los compromisos de la transición se han cumplido en tiempo, nos damos cuenta de que la Fiscalía sigue ocupada en lo urgente, en detrimento de lo prioritario”, expresó Edna Jaime, directora general de México Evalúa, según recoge el comunicado.
De acuerdo con el informe, solo cinco de cada 100 investigaciones de la FGR corresponden a “delitos complejos”, como redes de corrupción, desaparición forzada, secuestro y lavado de activos.
“No hay una debida atención a la macrocriminalidad y los fenómenos delictivos complejos que permita abandonar de una buena vez la operación investigativa centrada en el desahogo de casos aislados”, añadió María Novoa, coordinadora del Programa de Justicia de México Evalúa.
El pasado 19 de enero, el Senado mexicano eligió al jurista Alejandro Gertz Manero, de 79 años, para dirigir la Fiscalía General de la República dentro de los tres nombres propuestos por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La creación de la FGR surgió de una reforma constitucional llevada a cabo durante la Presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), aunque no fue elegido un fiscal general hasta el inicio de mandato de López Obrador.
Aunque el fiscal ya no depende orgánicamente del Ejecutivo federal, algunos partidos de la oposición y asociaciones civiles criticaron que el Presidente participe en el proceso para su designación y calificaron a Gertz Manero de “fiscal carnal” (fiscal amigo del Gobierno).