Rafael Nadal llega entero a Pekín con el número uno en la vista a pesar de su lesión en las rodillas

01/10/2013 - 1:00 am
Foto: EFE
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Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– A Rafael Nadal no le han dolido las rodillas. El cierre del año tenístico ha dejado un panorama ideal para las pasiones de sus aficionados. Como una carrera en pleno hipódromo, el número 1 del planeta está en juego. El español fiel a su estilo de juego, ha sorprendido con un regreso luego de una pausa de siete meses por lesión. El balear posee una agresividad sana en la que basa su tenis. Esa forma que ha cautivado a propios y extraños tan distinta a otras de alto calibre como las de Roger Federer o Novak Djokovic. Con el último tercio de este 2013 en marcha, Rafa puede tener un premio merecido.

Durante el último Grand Slam del año en Nueva York, una final de alarido entre dos titanes del deporte actual puso de manifiesto la lucha bipolar por ser el mejor del mundo. Novak Djokovic y Rafael Nadal se han propuesto otorgar una lucha desenfrenada. El serbio atlético y bromista, ve como un competidor nato ha recortado una gran distancia de puntos. Nole sabe que tendrá que estar más despierto que nunca para mantener el estatus que tanto trabajo le ha costado conseguir. Llegado en plena confrontación Federer-Nadal, asumió su lugar en silencio mientras iba subiendo.

Asia llega para cerrar el año de la élite, la capital China es el primer escenario. El torneo agendado desde enero, trae consigo una motivación extra más que el dinero o el título de campeón. Nadal podría rebasar a Nole en la lucha arrebatándole el puesto de privilegio. Entre tan alta posibilidad, lo único que le sirve a Djokovic es ganar. El cambio de estafeta es algo que el mundo deportivo espera en general por la hazaña que significaría ver a un hombre que estuvo derrotado por dolores físicos y supo regresar ante la vista de millones que lo esperaban.

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Cuando ganó el US Open no pudo aguantar las lágrimas. Tras el saludo con Nole, se sentó en una silla y besó su raqueta. Las formas del español conquistan en base a los simbolismos de su juego. En tiempos donde se colocan cámaras por doquier, el tenista está expuesto durante un partido. Cada gesto es analizado, mucho más los del español. Nadal habla constante mediante el rictus. Un apasionado deportista es analizado. El gesto tenso de concentración que se la visto desde febrero es distinto al de antaño. Rafa ahora analiza más mezclando el espíritu atlético con el racional.

Con 10,860 puntos, ubicado en el segundo puesto del ranking, tiene en la mira los 500 puntos que el abierto de Pekín entregará al ganador. Nole, apurado mirando de reojo, posee 11,120 unidades. El título chino le daría un respiro ante la presión ibérica sin miramientos. El serbio sabe el trayecto que ha perdido y con toda la deportividad espera ir en contra de la ilusión general que anhela ver a Nadal en la cima. De carácter distinto, pero con la misma intensidad de su principal adversario, un serbio luchará por lo que hasta el día de hoy es suyo.

“No sé qué necesito para ser el número uno, pero la única forma de conseguirlo es jugando mi mejor tenis”, declaró Rafael Nadal mirando al Oriente del planeta donde no juega desde el 2009, pero con la memoria fresca de la medalla de oro que obtuvo en los Juegos Olímpicos del 2008. La clave pasa por que Nole quede fuera de la final, en dado caso que esto suceda, a Rafa le bastaría con llegar a semifinales. Conociendo el historial entre los dos, los organizadores esperan verlos disputar el último partido. El mundo deportivo, extasiado con el paso del ibérico, anhelan un duelo a la altura de lo que se juega.

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