Chuayffet reprobó, Karam se cansó y el país sigue igual

01/09/2015 - 12:00 am
Chuayffet, Meade, Murillo Karam y Rosario ya eran insostenibles ante la vista de los intelectuales, activistas, académicos, articulistas, periodistas y ciudadanos en las redes. Foto: Cuartoscuro
Chuayffet, Meade, Murillo Karam y Rosario ya eran insostenibles ante la vista de los intelectuales, activistas, académicos, articulistas, periodistas y ciudadanos en las redes. Foto: Cuartoscuro

La noticia de la semana fueron los cambios del Gabinete; desde luego no podemos considerar que asistamos a un verdadero cambio, a lo sumo es una estrategia de gatopardismo. Aun así, estos cambios también obedecen a nuestro gran conjunto de voces, tal vez millones, pidiendo y exigiendo cambios, y dando el nombre y apellido de los impresentables.

Habrá quienes digan que sólo es una maniobra interna de los detentadores del poder para asegurar sus intereses o una movida de Peña Nieto frente a la constante pugna entre grupos priistas para mantener el equilibrio y en respuesta a la designación de Beltrones como presidente del tricolor, y tienen algo de razón.

Pero también nosotros reclamamos nuestra parte: Chuayffet, Meade, Murillo Karam y Rosario ya eran insostenibles ante la vista de los intelectuales, activistas, académicos, articulistas, periodistas y ciudadanos en las redes que empujamos desde todos los puntos por la sustitución de estas verdaderas vergüenzas para el país.

Debemos felicitarnos por la parte que nos toca, no es fácil debilitar a un secretario de Estado ni decir, y persistir en, que un funcionario le hace daño al país, e incluso es más difícil que cientos de voces coincidan desde sus diversas circunstancias de vida en un punto y un funcionario. Estos cinco siguieron la suerte del ex Gobernador Aguirre de Guerrero y de Castillo en Michoacán.

Nuestras voces empiezan a hacer eco, a multiplicarse fuera del país y a generar tal resonancia, que obligan al presidente de la República y a los que toman las decisiones a darse cuenta que ya no vivimos en las monarquías sexenales, de Zedillo para atrás. Aunque algunos compañeros han perdido la vida, debemos reconocer que de ese tamaño es el enemigo y es capaz de asesinar, aún así hemos crecido, perdido el miedo, enfrentado situaciones difíciles y seguiremos clamando por justicia para los caídos y atención humana para las víctimas y sus familias sobrevivientes.

Soy consciente de que estos cambios no significan ninguna transformación fundamental en la democracia mexicana (ni siquiera salieron los más corruptos, sólo los más expuestos) pero exponer a la opinión pública y a la vergüenza general, a los funcionarios ineficaces era imposible en los reinados sexenales. Sólo ha sido gracias al valor de muchos, de no dejarse comprar por el Estado y ni amedrentarse por el plomo amenazante del régimen, que hemos conquistado el uso de nuestra voz.

El jefe Zepeda, Páez, Sanjuana, Lydia Cacho y todo el equipo de SinEmbargo; Aristegui, Animal Político, Mexicoleaks, Jorge Ramos, Solórzano, Camarena, la Cullen, y hasta Bloomberg, en diferentes tonos e intensidad estas personas y medios han decidido usar la fuerza de la voz para exigir un México mejor y sus pequeños triunfos nos fortalecen.

Hoy debemos celebrar el ligero avance que todo esto representa, reconocer que sí somos una fuerza y seguir luchando porque en la lista de impresentables quedan algunos. Están el Duarte de Veracruz, Virgilio y Videgaray por lo pronto, aunque también en el Gobierno del Distrito Federal quedan varios funcionarios que sobran y que tendrán que salir.

Estamos iniciando una práctica política que en Estados Unidos e Inglaterra se conoce como “accountability” o rendición de cuentas. Esto aún es una primera versión, son los primeros pasos de un niño que puede crecer sano y robusto si lo alimentamos y no lo abandonamos. Diríamos que, si fuera una pelea de box, apenas hemos conectado algunos jabs y estamos muy lejos del nocaut.

Creo que las voces ciudadanas acumuladas vamos formando una masa crítica, que no se deja manipular por las maniobras perversas del régimen ni por su verborrea diarreica; se empezó a construir una fortaleza moral en la sociedad mexicana, que no tranza y soporta las condiciones adversas para la vida; que expresa y exige mejores prácticas por parte de la Administración pública, poco a poco acercándola al Estado de Derecho.

Tampoco debemos sobreestimar los hechos: es claro que no sucede que el Gobierno se ha hecho más tolerante, ni que las voces libres nos hayamos constituido en el cuarto poder; tampoco han cambiado todos los periodistas, quedan algunos defensores del régimen, particularmente en la prensa escrita, que son capaces de afirmar que el Sol sale por el poniente si así lo dijera el presidente en uno de sus frecuentes lapsus.

Al comienzo del sexenio, cuando Peña Nieto presentó a su Gabinete, se veían todos como una especie de acorazado que pensaba salir adelante y llevarse todas las manzanas del huerto para sí. Nunca pensaron que las cosas se les iban a complicar tanto, que se verían obligados a hacer cambios, a sacrificar peones y alfiles en este juego de ajedrez político y reconstruir alianzas, y menos que fuera la voz de miles de ciudadanos lo que los obligara, junto con otros motivos, a tomar salidas de emergencia.

Llegan los nuevos funcionarios y encuentran un campo minado y disparos de artillería pesada en el aire, tendrán que manejarse con cordura y eficacia para evitar las balas y esperamos que, al menos administrativamente, así lo hagan. Yo no espero que Meade haga algo sobresaliente trabajando con los pobres, pero creo por lo menos es su antesala a la salida del edificio.

Un último mensaje dirigido al nuevo secretario de Educación: Acá por Ciudad Juárez es el SNTE (sí, con S) el que controla y manipula a los directores y ejerce violencia, aquí la autoridad escolar ordena instalar a un director en su plaza, y el SNTE impide, mediante el uso de la fuerza, que la directora de la escuela 3042 Irma Lidia Peña desempeñe su empleo porque los docentes de ese centro educativo la pueden golpear.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.
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