Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).- Dados los últimos escándalos relacionados con contagios de VIH entre algunos miembros de la industria pornográfica de Estados Unidos, gobiernos como el de California decidieron tomar el control de la situación decretando el uso obligatorio del condón durante las grabaciones de las películas para adultos. Sin embargo, así como la irrupción abrupta del preservativo se ganó partidarios, también surgieron muchos detractores. No obstante, para todos aquellos inconformes por la presencia del profiláctico, una campaña de financiación en masa piensa en un nuevo condón para evolucionar el mundo de la industria pornográfica y, al mismo tiempo, la vida sexual de las personas.
Si bien, las películas pornográficas no tienen la mejor trama o las mejores actuaciones, el propósito implícito en cada video es el mismo. No obstante, hasta hace muy poco no existían demasiadas reglas de hacer una película, por lo que el uso de profilácticos era más bien opcional, dependiendo de los actores involucrados y de las políticas de las casas productoras.
Hasta hace poco, la industria pornográfica en Estados Unidos se mantenía firme bajo un principio de lealtad a la salud sexual ajena basado en exámenes de sangre que los protagonistas de estas películas se hacían regularmente. No obstante, casos como el de la actriz Cameron Bay y su novio Rob Daily desataron hace casi un año la paranoia de todos los involucrados como ejecutantes en las películas para adultos producidas en EU.
Es así que nueve meses después, y a partir de que el uso de condón se volviera obligatorio (al menos en las películas grabadas en el estado de California), los aficionados al entretenimiento para adultos han ido manifestando cada vez más cierta incomodidad. Muchos usuarios presentan quejas como que el hecho de ver el condón en la pantalla les resultaba poco “inspirador” para fines eróticos. Por supuesto, en gustos se rompen géneros, pero no por eso se anula la obligatoriedad de los preservativos. De modo que, pensando en todos aquellos preocupados por el papel protagónico que el condón tomó de pronto en las películas pornográficas, una persona se dio a la tarea de resolver ese tipo de problemas, publicó el sitio The Lazercast.
Es aquí donde hace su aparición Charles Powell, cuya mayor preocupación (al menos pública) es que el condón no sea como típicamente se le conoce, e incrementar el rango de placer al usar uno de ellos, dando una experiencia más natural.
Galactic Cap es el nombre de la patente del señor Powell, y básicamente consiste en dos partes que sólo se colocan en la punta del pene como si se tratara de un condón más corto.
La primera parte que se coloca es una película adherente que no daña la piel del pene, e incluso puede colocarse días u horas antes del acto sexual. También es completamente a prueba de líquidos, así que el beneficiado podría orinar si así lo necesitara o hasta darse una ducha antes de tener relaciones sexuales.
La segunda parte, por otro lado, es la más importante del procedimiento, y consiste en una especie de capucha que se adhiere a la parte antes colocada, y sirve para atrapar el semen. El método, sin duda, suena extraño, pero en caso de que resulte efectivo no queda duda que revolucionaría no sólo la industria pornográfica, sino la vida sexual de muchas personas.
Sin embargo, la mala noticia es que se trata de un proyecto inconcluso, por lo que Powell hace un llamado para recibir financiación. De momento Galactic Cap sirve para prevenir embarazos, pero si la Administración de Medicamentos y Alimentos de EU (FDA, por sus siglas en inglés) le da luz verde, podrán hacer investigaciones para que además pueda prevenir enfermedades de transmisión sexual. La invitación está abierta, y todo aquel que quiera contribuir a la causa con alguna donación puede hacerlo a través del sitio de financiación en masa Indiegogo.
