5 de junio del 2009 no se olvida. Y no se debe olvidar.

Se acerca el tercer aniversario del incendio en la guardería ABC en Hermosillo, Sonora. El siniestro dejó 49 niñas y niños muertos y otros 76 más resultaron heridos. Algunos de ellos tenían apenas cinco meses de edad. Ninguno superaba los cinco años.

Aún están vivas las imágenes de Héctor Manuel López Córdoba y su hijo Francisco estrellando en repetidas ocasiones su camioneta Silverado contra las paredes de la guardería de donde salían el humo y personas gritando y cargando el mayor número de infantes para sacarlos de las instalaciones. Hubo desesperación, heroísmo, dolor, conmoción. Pero no justicia.

Tal y como dijera hace unas semanas el presidente Felipe Calderón, se le recordará por los muertos que ha provocado la lucha contra el narcotráfico. De acuerdo con el semanario Zeta, 71 mil 804 personas fallecieron como producto de la lucha entre cárteles y contra tráfico de drogas como tal. Sin embargo, también podría ser recordado por tener una cuenta pendiente: la de no haber brindado el apoyo suficiente a los padres de los niños de la guardería ABC, ni de haber aplicado la justicia.

Y si utilizo el verbo como un podría es porque pienso que a unos meses de que termine su mandato, Calderón aún tiene la oportunidad de congraciarse con la sociedad, con el México que al menos en las encuestas pareciera no querer más continuidad de su partido, pero sobre todo congraciarse con los padres de familia que durante más de mil días han pasado del dolor al coraje, del llanto a la impotencia, del apoyo de la sociedad al desamparo gubernamental.

A tres años de ocurrido el incendio en la guardería, los padres de estos niños hacen un reclamo formal y les enoja ver que en vez de que se ejerza justicia, la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, tenga entre sus filas al ex director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Juan Molinar Horcasitas.

Hay cosas que parecieran imposibles, pero ocurren en México. Políticamente es un premio para el funcionario y para los padres, un gran cinismo.

En su momento, el ministro Arturo Zaldívar pidió responsabilizar al ex director del IMSS de violaciones graves de garantías, porque “le es atribuible el desorden generalizado en el otorgamiento, operación y supervisión del servicio de guarderías operado bajo el sistema de subrogación, que propiciaron las condiciones para la tragedia ocurrida en la guardería ABC”.

Al tema se le quiso dar carpetazo, pero ante el dolor de los familiares de estos niños no es posible mantenerse al margen o se puede dejar pasar.

Y las cosas no quedan nada más en la cuestión de justicia. La Organización de las Naciones Unidas premió al Gobierno de México por las estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social. Ban Ki-Moon, el secretario general del organismo internacional entregaría la condecoración al mandatario mexicano el próximo 27 de junio en Nueva York.

Y aquí tendremos que cuestionarnos. ¿Cómo pueden recibir un premio el presidente Calderón y el gobierno mexicano cuando hay toda una deuda pendiente con la justicia por lo ocurrido en Hermosillo? O peor aún, como señalara Julio Cesar Márquez, uno de los padres de familia, “han pasado tres años y no se han corregido las deficiencias en las guarderías”, por eso no se podría recibir ese premio.

Ya por su parte, el “Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio” presentó ante UNICEF una carta protesta por el reconocimiento de la ONU al gobierno mexicano y advierten que podrían realizar una protesta en Nueva York si se le confiere esta condecoración al mandatario.

A Calderón le quedan unos cuantos meses en el cargo y tiene varios pendientes, pero aún tiene una oportunidad para pasar a la historia con tres acciones mínimas:

a. Enjuiciar a las personas responsables de la tragedia. Tanto funcionarios como dueños de la guardería, que a la postre cabe destacar que eran familiares del mismo Presidente y su esposa.

b. Publicar el reglamento de ley sobre guarderías subrogadas de tal suerte que no vuelvan a pasar otras tragedias similares a las de la guardería ABC.

c. Declinar a recibir el premio en la ONU. Sería una cuestión de tal dignidad que realmente se valoraría por parte de los padres y de la sociedad en general.

Felipe Calderón todavía tiene tiempo de sacarse la espina y demostrar que la peor tragedia del sexenio encontró justicia, se llegó a las consecuencias últimas y se valoraron las vidas perdidas de los niños de la guardería.

Demostrar que nos preocupan los niños, los más vulnerables e indefensos de nuestra sociedad, es demostrar que nos preocupan todos los mexicanos.

Ojalá que el Presidente, aproveche esta oportunidad. Calderón, aún tienes una oportunidad de ser recordado por otras razones. Es la última y nos vamos.

Hilda García

https://www.sinembargo.mx/author/hildagarcia

Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

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