Alrededor del mundo activistas, personas sindicalizadas y hasta gobernantes salieron a las calles para exigir mejoras en las condiciones laboras del sector trabajador. En Francia se registraron actos violentos y confrontaciones, en tanto que en España las recientes elecciones plagaron las protestas. En Cuba el Presidente Díaz-Canel encabezó las movilizaciones.
Por Laura Olías y Kim Tong-Hyung
Ciudad de México, 1 de mayo (AP/El Diario.es/EFE/SinEmbargo).- Miles de sindicalistas y activistas conmemoraron este miércoles el Día Internacional del Trabajo con manifestaciones en las principales capitales de Asia, Europa y América para pedir mejores condiciones de trabajo y más derechos laborales. Las protestas del Primero de Mayo se repetirán en todo el mundo a lo largo de la jornada.
Una importante confederación sindical de Corea del Sur emitió un comunicado con una organización de trabajadores norcoreana pidiendo a los dos países que sigan adelante con los compromisos alcanzados en una serie de cumbres intercoreanas celebradas el año pasado. Muchos de los proyectos acordados entre Seúl y Pyongyang, incluyendo emprendimientos conjuntos, quedaron bloqueados por la falta de avances en las negociaciones nucleares entre Estados Unidos y el Norte.
En Sri Lanka, los principales partidos políticos desconvocaron las marchas por motivos de seguridad tras la cadena de ataques suicidas reivindicada por el grupo extremista Estado Islámico que dejó 253 muertos el Domingo de Pascua.
Las autoridades francesas, por su parte, anunciaron estrictas medidas de seguridad en los actos del Primero de Mayo, y el ministro del Interior dijo que había riesgo de que “activistas radicales” pudiesen unirse al movimiento antigubernamental de los chalecos amarillos y a los sindicados tanto en París como en el resto del país. En las calles habrá más de 7 mil 400 policías, que emplearán drones para tener una visión global de las marchas y responder más rápido a posibles actos violentos.
En Bangladesh, cientos de empleados de fábricas textiles y sindicalistas protestaron en Daca por una mejora de las condiciones laborales y salarios más altos.
Trabajadores de la construcción, conductores de autobús, trabajadores autónomos y empleadas domésticas de Filipinas e Indonesia se sumaron a la manifestación organizada en el centro de Hong Kong. La organizadora, la Confederación de Sindicatos de Hong Kong, reclama una semana laboral de un máximo de 44 horas y un salario mínimo de al menos 54,7 dólares de Hong Kong (7 dólares) por hora. Los obreros exigían una legislación que garantice la seguridad en el trabajo y los autónomos querían protecciones básicas como le derecho a reclamar salarios impagados.
Miles de trabajadores mal pagados salieron a la calle en Indonesia exigiendo aumentos, mejores beneficios y la mejora de las condiciones laborales en la mayor economía del sudeste asiático. En Taiwán, pertrechados con carteles y banderas, varios miles recorrían el centro de Taipéi reclamando más días libres y una mayor remuneración por las horas extra.
Decenas de miles de personas marcharon este miércoles en La Habana en el tradicional desfile del Día del Trabajo bajo el liderazgo de su Presidente, Miguel Díaz-Canel, y el ex mandatario y aún líder del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), Raúl Castro.
En primera línea de la marea de personas, pancartas y lemas desfilaron los representantes del sector cubano de la salud, uno de los principales activos de Cuba y un colectivo que sufrió un revés meses atrás al retirarse su contingente de Brasil por el ascenso a la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro.
En el Primero de Mayo en Madrid también ha resonado el “con Rivera, no”. A solo tres días de las elecciones generales del 28 de abril en España, el Día Internacional del Trabajo está marcado este año por lo que sucederá tras los comicios. Además de Pedro Sánchez y las fuerzas de izquierda, el otro protagonista político de la marcha en Madrid ha sido la ultraderecha.
ENFRENTAMIENTOS EN PARÍS
La manifestación sindical del 1 de Mayo en París empezó con enfrentamientos entre elementos radicales y las fuerzas del orden.
Los choques llegaron a tal nivel de violencia que Philippe Martinez, el secretario general de la Confederación General del Trabajo, principal sindicato convocante, tuvo que ser extraído de la marcha.
Los agentes lanzaron gases lacrimógenos e hicieron algunas cargas contra grupos de radicales que se habían infiltrado entre los manifestantes.
Un portavoz de la Prefectura de Policía indicó a Efe que hasta poco después de las 13:00 horas las fuerzas del orden habían detenido a 165 personas antes del inicio de la manifestación.
En total, durante la mañana se llevaron a cabo más de 9 mil controles de identidad por toda la ciudad para intentar prevenir la llegada de manifestantes violentos.
CONTRA LA PRECARIEDAD
El resultado electoral se lleva el primer plano de la foto este Primero de Mayo en España, pero el escenario de fondo y las reclamaciones son repetidas: una precariedad que ensombrece el crecimiento del empleo y que impide que la mejora de la economía se sienta en muchos hogares. Uno de cada cuatro contratos no dura más de siete días, la maternidad penaliza las carreras profesionales de las mujeres, más de la mitad de los trabajadores a tiempo parcial (la mayoría mujeres) son involuntarios y un 14 por ciento de los ocupados están en riesgo de pobreza.
“Este Primero de Mayo tiene que ser un toque de atención para esa mayoría que está representada en el Congreso de los Diputados, de cambio. Que sepan que la ciudadanía no va a permitir que solo se hable o se prometa en elecciones, sino que va a haber que convertirlo en realidad”, adelantaba ya Pepe Álvarez, secretario general de UGT, a primera hora de la mañana en la Cadena Ser.
Sobre la composición de ese Gobierno, si debe estar compuesto solo por miembros del PSOE o si debe incluir también a representantes de Unidas Podemos, los líderes sindicales han rechazado posicionarse, con la mirada más puesta en el programa que en los cargos.
En opinión de los líderes de ambas organizaciones, el nuevo Parlamento permitirá al próximo Gobierno aprobar un “programa progresista”, con medidas que no lograron salir adelante en la pasada legislatura. La que se dibuja como prioridad número 1 es la derogación de aspectos centrales de la reforma laboral del PP de 2012.
Desde UGT y CCOO han lanzado un mensaje claro a Pedro Sánchez: es necesario un nuevo Estatuto de los Trabajadores, como propone el PSOE, pero “no sin corregir antes las últimas reformas laborales”.
Las organizaciones mayoritarias también exigen la reforma de las pensiones de 2013 y otras iniciativas pendientes para los sindicatos, como “una política fiscal mucho más corresponsable y atrevida”, ha defendido Unai Sordo.