Escribir libros no es un buen negocio. Al menos no para quienes pueden ser considerados autores profesionales dentro del campo de la literatura (he hablado de esta profesionalización en textos anteriores). Eso no quiere decir que la industria editorial sea un mal negocio. Por el contrario, en la medida en que los grandes grupos editoriales han diversificado sus catálogos para ofrecer libros de autores no literarios y en que las librerías pequeñas han sido absorbidas por otras más grandes, parece que vender libros es redituable. Para casi todos, salvo para los escritores literarios.

Es cuestión de hacer cuentas. A los autores, en promedio, se les paga un 10 por ciento del precio de venta (PVP) de cada ejemplar vendido. Pensemos, por ahora, sólo en las novedades editoriales, producto de las plumas y los teclados de los escritores en activo. Al menos en México, pocos son los que alcanzan superar la barrera de los 1000 ejemplares vendidos. También ya he hablado de ello, la creciente oferta consigue que las partes involucradas en el negocio obtengan las utilidades previstas pero, en contraparte, esto significa que cada autor, en términos generales, venda menos ejemplares de cada uno de sus libros. Seamos, sin embargo, optimistas. Pensemos en esos autores que consiguen vender 2000, 5000 y 10000 ejemplares en el año posterior a la venta de sus libros. Consideremos, también, que el costo de estas novedades, para el lector que acude a las librerías, ronda los $300.00.

Hagamos cuentas. De cada ejemplar vendido, un autor recibe $30.00. Sí, treinta pesitos nada más. Si vende 1000 ejemplares, recibirá $30,000.00; con 2000 ejemplares, $60,000.00; con 3500, tocará la barrera de los $100,000.00; y, en el caso sobresaliente de los 10000 libros vendidos llegará a los $300,000.00. De nuevo, son muy pocos los autores literarios (ésos que dicen escribir literatura) que llegan a esos números en México.

¿Es mucho o es poco el dinero que cobran por escribir? Se me ocurre que, la única ventaja que tienen, es que reciben pagos por un trabajo ya realizado y, en una de ésas, cuentan con fortuna. Pese a ello, incluso en el caso del que alcanzó los diez mil ejemplares vendidos, es necesario considerar el tiempo que le llevó escribir dicho libro. Sacar un promedio exacto es difícil pues los procesos de escritura no pueden ser contados en meses o años. Esto se explica debido a que hay escritores disciplinados que escriben ocho horas diarias y otros que lo hacen cuando pueden, ya sea porque tienen otras ocupaciones, ya porque no les llega la inspiración. En todo caso, es mejor pensar en horas de trabajo aunque, en este terreno en particular, también es complicado establecer parámetros duros. ¿Cuánto tiempo le invierte un escritor a una cuartilla? Suponer que una hora no parece descabellado. Así, escribir un libro de 300 cuartillas le implica otras tantas horas. ¿300 horas de trabajo por $300,000.00 está bien o está mal? Eso, sobra decirlo, sin considerar todo el trabajo alrededor de la escritura que también forma parte del libro. Esa relación no suena tan mala. A mil pesos la hora, parece ser un trabajo por demás digno aunque no se pueda multiplicar por ocho horas diarias doscientos días al año. El problema estriba, es evidente, en los que sólo vendieron 1000 ejemplares. Cien pesos la hora ya no resulta tan atractivo. Y la cantidad se reduce si no alcanzaron ese número de ventas, como sucede con la mayoría de nuestros autores nacionales.

Si se piensa en términos de meses o años, el panorama es más desolador. Son pocos los escritores que publican a razón de un libro al año (muchos menos los que publican más de uno). ¿Entonces? Entonces ese monto se debe dividir entre, al menos, dos años. Piénsese ahora lo que significa recibir $30,000.00 o $50,000.00 cada dos años. No da ni dos mil pesos al mes. De nuevo, habrá quien venda más pero, en verdad, son pocos quienes lo consiguen.

Y sí, alguien podrá argumentar que Rowling es multimillonaria, que King tiene ventas por todo el mundo y alargar la lista. Tendrá razón. Pero son las excepciones. Excepciones que, además, permiten plantear una nueva pregunta: ¿la cantidad de ejemplares vendidos de determinado libro se relaciona con la calidad del mismo? Esa pregunta la dejaré para otra entrega.

Mientras tanto, queda claro por qué razón los escritores se dedican a otras actividades y no sólo a la escritura.

Jorge Alberto Gudiño Hernández

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Jorge Alberto Gudiño Hernández es escritor. Recientemente ha publicado la serie policiaca del excomandante Zuzunaga: “Tus dos muertos”, “Siete son tus razones” y “La velocidad de tu sombra”. Estas novelas se suman a “Los trenes nunca van hacia el este”, “Con amor, tu hija”, “Instrucciones para mudar un pueblo” y “Justo después del miedo”.

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