Cómo hacer para evitar a su vecin@ sociópat@

01/02/2013 - 12:03 am

Si eres nuevo en el vecindario, por favor, toma en cuenta algunos consejos. Han sido inspirados a partir de una conversación con una queridísima tía de gran corazón, pero sin la más remota idea de lo pesados que a veces pueden ser los vecinos. Ah, y una nota metodológica: los vecinos siempre son los otros. Uno es el centro del universo, o por lo menos de la comunidad en la que vivimos. En todo caso, yo me excluyo de esa categoría. Total, soy la autora del texto y me lo puedo permitir, ya me han mandado a la chingada por escribir otras veces. Una más qué importa.

La guía mínima de supervivencia:

1. No te inventes que eres el más amigable del planeta. O si lo eres, evita por favor hablar hasta con las piedras. Ofrece la impresión de ser alguien accesible, pero no de esos que la familia entera, en caso de emergencia, llega a considerar uno más, al grado de pedir hospedaje o comida dominguera. O para estos tiempos, ver el interminable Super Bowl en tu casa.

2. Mala señal si una persona te ha contado su vida en dos minutos después de haberle abierto la puerta (aneurisma profundo incluido), divorcio, marido ausente, hijos en drogas, o cualquier clase de tragedia personal. No la dejes pasar a tu casa. O recomiéndale un terapeuta.

3. La señal se agrava si un día te invita a tomar el café (con fecha por adelantado), no se presenta por su aneurisma profundo, y un día, cuando llegas a tu casa, observas un acechador (la vecina en cuestión) dando vueltas a tu puerta. Y aunque intentes pasar desapercibido terminas con una tarjeta de Hallmark, en la que dice: “Hola”, en la primera página, color rosa, y al abrirla, la palabra “¿Chateamos?”, más un texto con letra de la vecina, quien añade de su puño y letra “en persona…”, y donde explica su ausencia a la cita, lo apenada que está y una invitación a re programar el café vespertino. Un pastel de moka de dudosa calidad acompaña el buen gesto.

4. Cuidado. Cuando uno se muda y le entregan una hoja de papel escrita a máquina con los comportamientos deseables, los valores morales del vecindario, y diga cosas como “En esta casa amamos a Chuck Norris”, sal volando de ahí, o rompe el acuse de recibo.

5. No respondas a horas que no te apetezca. Nunca des la sensación de que estás disponible. Si trabajas desde casa, las vecinas podrían pensar que te estás rascando la panza. No cedas.

6. Considera que entras en zona de intolerancia cuando invitas a cuatro amigos a inaugurar tu casa y algún vecino genera en automático una queja con el administrador. Y eso a pesar de que eres un vecino ejemplar, saludas con educación a todos, pagas a tiempo y mejoras lo posible el lugar que rentas. En estos casos, no provoques, pero tampoco seas sumiso. Si alguien no quiere ruido, que se retire a alguna playa o pueblo perdido donde no existan vecinos.

7. Por naturaleza, la palabra vecino implica que alguno de tus muros, o resonancias, hará eco en el espacio de otro. Así que ejercer la TOLERANCIA, no está de más. A veces les tocará a ellos, otra veces a ti escuchar una banda sinaloense. Supongo que hay cosas peores, aunque no se me ocurre ninguna. Tapones de oído, algunas gotas mágicas y listo. Por favor no llames a la policía.

8. Si te llama tres o diez veces por teléfono, impide la conversación. Se lacónico en tus respuestas. Invéntate una vida social que quizás no tengas, pero no cedas por compasión.

9. Bajo ninguna circunstancia, sobre todo si eres una persona auto suficiente que ya ni a su madre da explicaciones, dejes intimidarte cuando alguien te aborde en el elevador, preguntando por qué razón la persona que sale en las mañanas de tu departamento tiene el pelo mojado. Contéstale y marca tu territorio con un “¿Algún problema?” Y si te responde que sí, recomiéndale un diván. O una vida.

10. Por favor, si tienes animalitos en el edificio, hazte responsable de malos olores, recuerdos o regalitos. Trapea la escalera del edificio, intenta quitar la pelusa de gatos de manera constante y atenta.

11. No te sientas culpable por tus hábitos y costumbres. Algunos les gusta tener hijos, estos lloran y es normal. A otros nos gustan otras cosas. Tolerancia.

12. Elige las batallas. Prepárelas mentalmente y sé todo un Gladiador. Persuasivo, contundente, claro y preciso.

13. Disfruta cuando uno de sus vecinos sea una joya, con quien puedas tomar el té, contar sus penas y disfrutar una cerveza de vez en cuando. Eso es un regalo. Sólo asegúrate de no ser tú el vecino acosador.

El amor es ciego, pero los vecinos no.
Noel Clarasó

 

@mariagpalacios

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