Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).– Las reformas estructurales no generarán el desarrollo económico esperado para México porque llegaron tarde, no modificaron las estructuras necesarias para combatir los vicios financieros y, principalmente, el Gobierno federal insiste en la errada fórmula de incentivar la productividad desde la burocracia, consideró el Senador Francisco Búrquez Valenzuela en entrevista para Sin Embargo.

El vicecoordinador de Política Económica de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado explicó que a pesar de que las reformas estructurales contenían mecanismos positivos para impulsar el desarrollo nacional, el Gobierno federal apostó todo a la Reforma Energética, lo cual podría ser muy riesgoso ante el panorama que se vislumbra para el próximo año.

“Las reformas son positivas, pero la principal para el crecimiento de México que era la energética, llegó tarde, en un mercado que se está colapsando en el mundo: Han bajado en 50 por ciento los precios del petróleo; están apenas sobreviviendo los negocios petroleros y no van a invertir lo que se esperaba. No es una industria que tenga un futuro inmediato”, sostuvo el legislador panista.

Durante los dos últimos años, el Presidente Enrique Peña Nieto apostó gran parte de su capital político en la aprobación de las reformas estructurales, una serie de enmiendas a la constitución y a diversas leyes secundarias, que pretenden generar los cambios legales necesarios para detonar el desarrollo y la productividad nacional.

Con intensas campañas de promoción en medios masivos de comunicación la Presidencia de la República ha intentado convencer a la población de que las reformas estructurales generarán beneficios que se reflejarán en la economía de los mexicanos.

Baste recordar la serie de spots en radio y televisión y desplegados en medios impresos para tratar de convencer a los mexicanos de que con la reforma energética bajaría el precio de la energía eléctrica porque se extraería más gas y petróleo. La campaña tuvo un costo de 353 millones de pesos, durante el mes que estuvo vigente entre el 27 de diciembre de 2013 y el 30 de enero de 2014.

No obstante, en los últimos meses una contracción en los precios internacionales del crudo podrían poner en riesgo las inversiones que se proyectaron con bombo y platillo hace un año, en diciembre de 2013 cuando se aprobó fast track la Reforma Energética en el Congreso de la Unión y en la mayoría de los congresos estatales.

“La reforma a la cual el gobierno le apostó todo el crecimiento, al sector energético, a las inversiones producto de la reforma energética no se van a dar, porque  precisamente todas las empresas petroleras del mundo están preparándose para sobrevivir”, sostuvo.

El precio de la mezcla mexicana de petróleo cayó por debajo de la barrera de los 70 dólares el pasado 25 de noviembre. Asimismo cayó por debajo de los 60 dólares el pasado 3 de diciembre. Y se colocó por debajo de los 50 dólares el 16 de diciembre.

Con la caída del precio del petróleo apenas se pueden cubrir los costos de extracción, entonces no habrá ganancias extras, por lo que estarán en riesgo los ingresos programados para finales de 2015.

“[Pemex entra a competir] en muy malas condiciones. El gobierno va a tener que empezar a regalar el petróleo, [a generar] condiciones muy atractivas para que puedan venir a invertir. Por lo tanto los beneficios de esas inversiones que puedan llegar, y que van a ser mucho menores de las esperadas, van a ser con mejores condiciones para los inversionistas y no para México”, comentó el Senador Francisco Búrquez.

Respecto a Petróleos Mexicanos, el legislador por Sonora consideró que la ahora empresa productiva del Estado no realiza las acciones suficientes para enfrentar esta contingencia financiera internacional.

“Hay un gran número de grandes empresas petroleras que se están fusionando, están tratando de captar capital para reducir deuda y gastar lo menos posible. Por supuesto que Pemex no está haciendo lo mismo, este año Pemex se endeudó en 19 por ciento, y el año que entra el endeudamiento va a ser superior al 20 por ciento”, explicó el Senador Búrquez.

CAMINO EQUIVOCADO

Durante el pasado periodo ordinario de sesiones, la Cámara de Diputados aprobó la creación de siete leyes; avaló 70 reformas a diversas legislaciones; cuatro enmiendas constitucionales y cuatro decretos, para totalizar más de 85 dictámenes de ley que se abordaron y resolvieron en el pleno.

Durante el periodo de receso entre los meses de mayo y agosto de este año, el Congreso aprobó la legislación secundaria en materia política-electoral, de telecomunicaciones y energética.

No obstante, el vicecoordinador de Política Económica del PAN en el Senado consideró que las reformas estructurales por sí mismas no son una varita mágica del crecimiento económico.

Principalmente, dijo, porque el Gobierno federal mantiene la ruta equivocada al refrendar los altos impuestos para el sector productivo, ya que con esto coloca una camisa de fuerza que se reflejará en la poca generación de empleos.

“Definitivamente las reformas no van a dar lo que se esperaba. Lo que tendríamos que estar haciendo y no se está haciendo es reducir dramáticamente el gasto público. Bajar los impuestos para activar la economía de las familias en su gasto público. Necesitamos bajar los impuestos para que las empresas puedan invertir y generar empleo”, sostuvo.

Durante este año, senadores de oposición reprocharon al Gobierno federal la expectativa de crecimiento económico de 3.7 por ciento para el próximo año, luego de que el Congreso de la Unión aprobó las reformas estructurales, principalmente la fiscal y la energética.

“Ya se hicieron las reformas y vamos a crecer a 3.7 por ciento. Sí, las reformas no están teniendo ningún impacto en el corto plazo y sí se está evidenciando pues la crisis energética que tenemos”, sostuvo el Senador Mario Delgado, del Partido de la Revolución Democrática tras aprobarse la Ley de Ingresos 2015.

El legislador recordó que en el 2013 se pronosticó un crecimiento de 3.5 por ciento y terminó en 1.1 por ciento; para 2014 se pronosticó 3.9 mismo que se bajó a un rango entre 2.7 y 2.1 por ciento.

En tanto, la también perredista Dolores Padierna, explicó por las mismas fechas que la Ley de Ingresos 2015 es el resultado de dos reformas frustradas para justificar el bajo crecimiento de la economía.

“Por un lado, el paraíso de la bonanza petrolera que daría la reforma energética que no es tal y, por otro lado, la reforma hacendaria que se convirtió en un factor recesivo”, recalcó.

Hoy, el Senador panista Francisco Búrquez sostuvo que es urgente que el gobierno se haga chiquito, a fin de aspirar a que se restablezca el crecimiento económico sin heredar más deuda a las futuras generaciones.

“Sigue habiendo un modelo de alta concentración económica y basada en el gobierno, necesitamos pasar el modelo de crecimiento del país a los ciudadanos”, indicó.

REFORMAS A MEDIAS

Pero qué pasa con las otras reformas estructurales. Además de la energética, el Congreso de la Unión aprobó una reforma financiera, una en telecomunicaciones, otra educativa y una más en materia laboral. Todas con la intención de quitar candados legales históricos, que desde el punto de vista de los actores políticos habían impedido que México creciera a ritmos más acelerados.

“Por el lado de las otras reformas, la de telecomunicaciones se hizo a medias y las otras reformas como la financiera, la política y la laboral, fueron reformas que ya ahorita a toro pasado y después de uno o dos años de haberlas visto trabajar, no van a cambiar gran cosa, porque la estructura en el fondo sigue siendo la misma”, indicó el Senador Búrquez.

Según diversos especialistas, las reformas estructurales mantiene el común denominador de que centralizan en la figura del Ejecutivo federal los nombramientos y las decisiones más importantes de ejecución.

De esta forma se dio marcha atrás en la ruta de los sexenios anteriores que intentaron descentralizar la actividad de algunas secretarías y dependencias del Gobierno federal.

A unos meses de que se concretaran las reformas, el Senador Búrquez observó que se pervirtieron los métodos para lograr los objetivos. Por lo que corren el riesgo de quedar sólo en “buenas intenciones”.

“Las otras reformas como la fiscal, la laboral, la financiera, pues no han quedado a medias intenciones, reformas que quedaron a medias y que no cambiaron el modelo de país y siguen pensando que la burocracia va a ser la causante de que el país progreso, cosa que nunca en la historia ha sucedido”, indicó.

Ante este panorama, el legislador panista recomendó nuevamente desandar el camino del burocratismo como palanca del crecimiento y del sobre endeudamiento para intentar incentivar la inversión y la productividad nacional.