Envía dinero de Estados Unidos a sus familiares mexicanos, asegura que trata de influir positivamente en lo que ocurre aquí en México y aunque se rehúsa a dejarse manipular por Televisa, muy pronto la cadena mexicana podría ser su nueva “patrona” de adquirir más acciones de Univisión.
Jorge Gilberto Ramos Ávalos nació en el Distrito Federal el 16 de marzo de 1958, con el régimen autoritario del Partido Revolucionario Institucional, “atornillado por 71 años en el poder con fraude, corrupción, censura e incluso violencia”, comenta él mismo. Dice que pensó que se moriría así. Tal vez de ahí viene su interés en “despeinar” a políticos como Enrique Peña Nieto, Barack Obama o Mitt Romney.
Admite que como millones de otros ciudadanos nacidos en México, vive en Estados Unidos, pero se mantiene informado de lo que sucede en su tierra. Aquella que también extraña y a la que tarde o temprano espera regresar: “... deseo y anhelo continuamente irme a mi casa”, dice al principio de su libro Atravesando fronteras.
Por eso si el gobierno de Estados Unidos no lo “invita a su fiesta”, él hace la propia. “Si no nos invitan a su fiesta entonces nosotros vamos a organizar la nuestra”. Y es que apenas el mes pasado, Ramos no entendía cómo la Comisión de Debates Presidenciales no escogió a un periodista latino para moderar o participar en uno de los tres debates presidenciales.
Univisión, la cadena para la que trabaja, tuvo la idea de realizar otro debate e invitar a ambos candidatos (Obama y Romney) a participar en un encuentro sobre asuntos latinos. Ambos aceptaron. Durante el debate Obama admitió que su mayor fracaso ha sido no lograr una reforma integral del sistema de inmigración, como prometió durante su campaña para llegar al poder en 2008, pero aseguró que seguirá trabajando para conseguirla. Justificó que no pudo llevar a cabo su promesa electoral por el bloqueo de los republicanos: “Yo apoyaba la reforma de inmigración, pero los republicanos me dieron la espalda”, sostuvo.
Por eso Ramos incita a los jóvenes a “despeinar” a los políticos, como Peña Nieto.
El ganador del premio Emmy y también autor de más de más de 10 libros, se ha ganado fama como uno de los periodistas latinos que es capaz de poner contra la pared a los políticos. Aunque sus detractores dicen que es más la fama que goza.
Sin embargo, los medios avalan esa autoridad. La revista Time lo incluyó en su lista de “los 25 hispanos más influyentes de Estados Unidos”, al igual que el semanario Newsweek dentro de la lista de 50 políticos y comunicadores del país con más impacto. Las revistas Latino Leaders, People y TIME también han destacado su potencial.
Jorge Ramos, conductor del Noticiero Univisión, aprovecha esa influencia para instar a sus televidentes y a los lectores de sus columnas a lo largo y ancho de la Unión Americana a que cuestionen todo a los políticos, que pregunten de más, que revisen sus cuentas, que sospechen de sus relaciones políticas, que se aseguren de que no tenga compromisos previos ligados con empresas o particulares y que les saquen la verdad.
Porque él mismo disfruta haciendo las preguntas incómodas, “para eso son las campañas”. Y así lo ha hecho con Obama y Romney. Y lo mismo hizo con Peña Nieto, a quien tacha de “estar atorado en el pasado y estar hecho a la vieja usanza priista”. Por eso cuando lo entrevistó en dos ocasiones, no dudó en hacer mención sobre su relación con personajes calificados de antidemocráticos, como el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
En las entrevistas también criticó sus respuestas “tibias y flojas” en sus declaraciones sobre la matanza de Atenco en 2006. Fue en una entrevista de 2009, cuando Peña Nieto tomó partido con los victimarios y no con las víctimas.
Él advierte que su responsabilidad es cuestionar a Peña Nieto a fondo y “despeinarlo”: “Lo mismo haríamos con López Obrador y Vázquez Mota si estuvieran de punteros”, dijo en una columna que publica en más de 40 diarios estadounidenses.
Sus encuentros con Peña Nieto han dejado claro que “despeinar” al priista es fácil. En febrero de 2011, Jorge Ramos recapituló al entonces pre candidato presidencial que en una entrevista anterior que él mismo le había hecho, no recordó de qué había muerto su esposa. “Es absurdo pensar, Jorge, que no sepa de qué murió mi esposa, fue un lapsus no poderte decir que mi esposa sufría en ese entonces de ataques de epilepsia, que había derivado en una insuficiencia cardíaca y que eso la había llevado a perder la vida. ¿Cómo no tener claro y conocer esto? Simplemente fue un lapsus”, le respondió Peña Nieto.
Además del noticiero, es el conductor del programa “Al Punto”, donde entrevista a personajes destacados. Su exposición lo ha llevado a tener una columna, la cual es leída por miles de hispanos y de estadounidenses, de manera semanal en más de 40 diarios, incluido The New York Times.
Tampoco ha perdido oportunidad para desmentir al presidente Felipe Calderón Hinojosa, cuando pretendió darse el crédito del por qué miles de mexicanos se fueron de Estados Unidos para volver a México. El mandatario había asumido que ese fenómeno era porque su gobierno creó oportunidades de empleo y de educación para los jóvenes, pero Ramos aclaró: “La realidad es que el gobierno de Calderón no pudo crear un millón de empleos al año, como prometió en su campaña. Y si no pudo dar trabajo y buenas escuelas a miles de jóvenes en México, mucho menos lo ha hecho para los que se regresan de Estados Unidos”.
Tampoco se detiene cuando se trata de hablar de las fallas del gobierno de Barack Obama. Y es que dice que en los 25 años que lleva viviendo en Estados Unidos, nunca había visto un clima antiinmigrante tan hostil y destructivo como el que viven los mexicanos actualmente. Porque Obama es hasta ahora el Presidente estadounidense que más inmigrantes mexicanos ha deportado en la historia. Por eso defiende cada que puede a los mexicanos y critica al gobierno de EU: “es una contradicción enorme el que Estados Unidos tenga en su declaración de independencia que todos somos iguales y que, al mismo tiempo, trate tan mal y de una forma denigrante a millones de inmigrantes”.
Tal vez su apoyo hacia los inmigrantes es porque él continúa sintiéndose parte de ellos. Y es que confiesa que aunque lleva muchos años en Estados Unidos “me sigo sintiendo sin casa, me sigo sintiendo un inmigrante y me sigo sintiendo casi de paso. La única casa que he tenido es en la que viví en la Ciudad de México de niño, en la calle de Piedras Negras número 10”, a pesar de que en 2008, Ramos juró la Constitución estadounidense.
Su estilo no es ácido, simplemente es así… simple. Dice las cosas cómo son. Cuando se trata de pedir un Presidente más inteligente que Calderón, lo dice. Cuando se trata de cuestionar la ofensiva de Calderón que ha sido un fracaso total, lo dice.
Su rebeldía viene desde niño, como lo confesó a la revista Gatopardo en 2010, donde revela que se ve a sí mismo como un rebelde: “El periodismo es una forma de ser adolescente y un poco rebelde toda la vida”.
Jorge Ramos dijo en esa misma entrevista que esa “resistencia a la autoridad” la vio nacer en su infancia, ante los padres y sacerdotes del Colegio Tepeyac (hoy, Centro Escolar del Lago) en el Estado de México. Ramos era víctima de golpes y castigos por parte de los sacerdotes. “Las primeras personas que odié en mi vida fueron el padre William, el padre Rafael y el padre Hildebrando. Mi actual posición de rebeldía y cuestionamiento frente a la Iglesia y frente a cualquier figura de poder tiene su origen en aquellos años”.
Aunque cuando se trata de no dar “falsas esperanzas” a los inmigrantes, también lo hace. A inicios de este año anticipó en su columna que el amor entre los latinos y el gobierno había acabado. O al menos con los republicanos. Y es que ninguno estaba a favor de una reforma migratoria que legalizaría a la mayoría de los 11 millones de indocumentados.
Y es que al menos 12 millones de votantes hispanos irán a las urnas el próximo seis de noviembre. Sabe que los latinos también están muy molestos con el presidente Barack Obama, porque como dice el periodista, no cumplió su promesa de presentar una propuesta migratoria durante su primer año de gobierno y porque ha deportado a más de un millón de indocumentados.
Pero también incita a los republicanos en que su amor por los latinos no termine. Pues, como dice, pierden una oportunidad histórica para ganar el voto hispano. “A los republicanos se les acabó el amor por los latinos. Y si no se vuelven a enamorar, pronto perderán la próxima elección presidencial”.
TELEVISA: SU SOMBRA
Jorge Gilberto Ramos Ávalos nació en la Ciudad de México el 16 de marzo de 1958. Y en su destino estaba el medio televisivo. Sus objetivos eran más grandes que estar supliendo a Joaquín López Dóriga o Loret de Mola en México. Por eso tomó la decisión de irse a Estados Unidos y dejar a sus cinco hermanos.
Como narra en la entrevista a Gatopardo, no estaba dispuesto a aceptar la censura y el “amor” entre Televisa y el PRI. Y es que en 1982, mientras trabajaba en el programa “60 Minutos” y hacía el reportaje “La identidad del mexicano”, entrevistó a Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska. Televisa editó su trabajo y cortó sus declaraciones. “No son gente para Televisa”, le argumentaron. Según Ramos, editaron además información que había incluido sobre el presidencialismo y el autoritarismo. Después de eso, renunció, vendió su “bochito” rojo, dejó un noviazgo de ocho años, juntó 2 mil dólares y se fue a Los Ángeles a estudiar un curso de periodismo en televisión de la Universidad de California. Aún así, tiene un dejo por sentir que pudo haberse ido de México. “No tuve el valor o la fuerza para quedarme a pelear por esa libertad de expresión en México. Otros se quedaron, como mi hermana (Lourdes Ramos, conductora del noticiero “A las Tr3s”). Podía quedarme 20 ó 30 años y esperar a que llegara la libertad de expresión a México. Pero yo no podía esperar tanto tiempo”, dice en la entrevista con Gatopardo.
El “chico Ibero” estudió Comunicación en 1977, también en el DF. Nadie se imaginaría que aquel joven que viajaba casi cuatro horas en el metro y en el “micro” para llegar a la Universidad Iberoamericana, llegaría a ser uno de los hombres más influyentes y hasta imitados por programas como “Saturday Night Live”. Y aunque esa vez no fue necesariamente como él hubiera querido, (lo mostraban como alguien anonadado por Obama), Ramos vio el lado bueno. “Ese día dormí tranquilo, porque no hay nada más mainstream que ‘Saturday Night Live’. De todas maneras, lo más maravilloso del sketch fue que me imitaron sin acento. Se inventaron un Jorge Ramos sin acento, y eso fue sin duda un logro muy importante”.
Mientras estudiaba, trabajó en una agencia de viajes y después en una estación de radio. En 1984 obtuvo su primer trabajo como reportero en KMEX, la estación afiliada de Univisión en Los Ángeles. En 1985 fue designado conductor del noticiero matutino “Primera Edición”. Y aunque pensó haber escapado de su relación con Televisa, fue en 1986 cuando sus temores se hicieron realidad. En ese año Univisión anunció la integración de Jacobo Zabludovsky como director de noticias. Sin embargo, esa decisión de la cadena provocó la renuncia de la mayor parte de los periodistas, lo que obligó a la cadena el retiro de la candidatura de Zabludovsky.
Su suerte cambiaría en ese entonces. Lo designaron, a sus 28 años, conductor del noticiero central de la cadena.
A Ramos le gusta “ensuciarse” en el campo de trabajo y no sólo estar a cuadro. Ha cubierto cinco guerras: El Salvador, el Golfo Pérsico, Kosovo, Afganistán e Irak; numerosos eventos históricos: los actos terroristas del 11 de septiembre de 2001, la caída del muro de Berlín, el fin del apartheid en Sudáfrica, la desintegración de la Unión Soviética, cumbres iberoamericanas, movimientos guerrilleros en Chiapas y Centroamérica, elecciones en casi todo el continente americano, y desastres naturales, incluyendo la catástrofe causada por el huracán Katrina.
Pero su “pesadilla”… aún no termina. En 2010 se dio a conocer que Televisa había alcanzado un acuerdo para comprar una participación en la cadena estadounidense Univisión, avanzando en su objetivo de dominar el mercado hispano en Estados Unidos. La información revelaba que Televisa invertiría 1,200 millones de dólares en Univisión y de esta forma obtendría una participación del 5% en Univisión, deuda convertible a capital equivalente a un 30% de la cadena estadounidense, y la opción de hacerse de un 5% adicional a partir del tercer año. Esto quiere decir que Ramos muy pronto podría volver a estar bajo las órdenes de Televisa. El año pasado, la periodista Carmen Aristegui lo entrevistó mientras se encontraba promoviendo su libro Los presidenciables. Aristegui fue directa en sus preguntas y Jorge evasivo.
Carmen le preguntó “¿qué pasa cuando un medio como Televisa, (que) tiene un comportamiento claro para favorecer una candidatura presidencial (refiriéndose a Peña Nieto) se asocia con un medio poderoso como Univisión, ¿qué pasa con los periodistas?, ¿qué pasa contigo, Televisa, Peña Nieto y lo demás?, cuestionó Aristegui.
“Lo que pasa es que puedo hacer absolutamente lo que se me pegue la gana, y puedo informar totalmente lo que yo quiera y lo que nosotros consideremos que es noticia, esa es la gran maravilla de la primera enmienda de la Constitución de EU, es que como periodista puedes hacer lo que quieras reportar”, contestó Jorge Ramos, quien en todo momento dejó entrever que su “independencia” no se vería afectada.
Carmen insistió en esa alianza Televisa-PRI. Le preguntó si consideraba que EPN era una inversión política de Televisa, él solo atinó a decir “yo creo que en México y en EU ocurre, las empresas tienen su candidatos, es la realidad, no es un juicio de valor, a mí lo que me corresponde como periodista es actuar con independencia y llegar y hacerles preguntas incómodas a todos los candidatos, independiente de donde vengan y en ese sentido tengo absoluta libertad para hacer lo que yo quiera y puedo poner en entredicho a López Obrador o a Peña Nieto y no hay ningún problema, mi labor como periodista es independiente”.
Su plan por ahora no es regresar a México y mucho menos para reemplazar a los conductores “estrella” de Televisa. “¿Es cierto de que se había pensando en este cruce de inversiones que vendrías a sustituir a Loret de Mola o López Dóriga?, “yo también lo oí, es algo que yo oí, nunca fue una propuesta concreta y yo voy a seguir trabajando en los EU, siempre me dicen ¿tendrías el interés de regresar a México?, no es necesario ahora regresar, tú en CNN, yo en Univisión podemos tener el mismo impacto, trabajando en un medio internacional porque gracias a los medios sociales somos televisión local en México”.
Y es que por experiencia propia sabe que no es lo mismo estar en Univisión que en Televisa, como le hizo ver Aristegui, pero Ramos sin querer entrar en detalles sólo atinó a decir lo feliz que está. “Yo estoy muy contento donde estoy, porque tengo absoluta libertad para entrevistar a todos estos presidenciables y tener influencia en los EU y tener influencia en México, o sea no tengo que estar aquí”.
Jorge dijo que no necesita cambiar de televisora, “yo estoy muy contento donde estoy, llevo 25 años trabajando en los EU y no necesito cambiar, me gusta donde estoy, me gusta la trinchera que tengo en los EU, donde la primera enmienda de la Constitución me da absoluta libertad como periodista para hacer lo que yo quiera”.
Lo que sí aceptó es que si viene a México no gozaría de esa libertad, “tú sabes que desafortunadamente no, porque precisamente le dedico este libro a todos los periodistas que se murieron antes que tú y yo, y a periodistas que por decir la verdad los mataron, es mucho más peligroso ejercer el periodismo en México, que en Irak y en Afganistán, yo soy un periodista muy privilegiado al igual que muchos en EU de poder trabajar y que no me maten por lo que digo, mientras que en México esa libertad el gobierno no nos garantiza que no nos van a matar y eso me parece terrible, somos privilegiados de trabajar sin que te maten y en México muchos periodistas no pueden decir lo mismo”.
Mientras Televisa se acerca más a Univisión, Ramos “rebarajea” sus escasas opciones en medios para hispanos. Si decide no continuar con Televisa-Univisión, en México TV Azteca no podría ofrecerle ni la más mínima oportunidad de la libertad que él busca. Mientras que en EU, a Telemundo le vendría muy bien su ingreso, pues le daría el conductor estandarte que ha buscado desde años y que no ha podido conseguir. Por lo que respecta a CNN en Español, le devolvería la credibilidad que busca en su cuadro de conductores.
LA GENTE: SU INSPIRACIÓN
Jorge Ramos reconoce que su mayor inspiración –por lo menos en los últimos años– fueron dos campesinos que lograron sus sueños. Uno fue José Hernández, sí el astronauta. El otro es Alfredo Quiñones, un indocumentado que terminó siendo uno de los neurocirujanos más exitosos del mundo.
Dice que ha realizado cientos de entrevistas con presidentes, artistas, activistas y políticos, pero su inspiración actual la obtuvo de los personajes mencionados anteriormente.
Jorge acepta que no es una persona que le guste invertir su tiempo “en pintar pajaritos en el aire en conexión al futuro”. Por eso prefiere ver el porvenir con escepticismo. Eso sí confiesa que su distracción es el futbol. Y más cuando se trata de partidos entre las selecciones de Estados Unidos y Colombia, o entre el Santa Fe y el Boyacá Chicó.
No es que sólo hable de política, también le gusta hacerla de “papá”. Como cuando advierte sobre el problema de accidentes viales en Estados Unidos, que por los malos hábitos de los jóvenes como hablar por teléfono, enviar textos y maquillarse, entre otras distracciones.
“A los 16 años la vida no debe ser más que un montón de experiencias maravillosas, que incluyen los principios de la madurez y el descubrimiento de la libertad, ayude a sus hijos a recorrer el camino con seguridad. Un buen ejemplo, una buena comunicación y el establecimiento claro de las reglas pueden hacer la gran diferencia. Ceda el volante pero mantenga el control”, describe en una de sus columnas.
Aún y con todo ese éxito, Jorge Ramos confiesa que le habría gustado quedarse en México.
“Me habría encantado la idea de hacer periodismo libre en México, y desde luego que me habría fascinado trabajar allí y que México fuera mi plataforma hacia el mundo”, confesó a Gatopardo.
Aunque en México es más conocido por haber tenido un romance con la actriz Ana de la Reguera y se le ha prestado más atención a una supuesta infidelidad, Ramos no deja de querer estar en México. Y es que luego de terminar su relación de cinco años, la actriz confesó que el motivo de la ruptura fue infidelidad por parte del periodista y presentador de noticias.
“Así es, así es, así es. Pues pregúntenle eso a él, no voy a dar detalles, nunca di detalles de mi vida privada y además no es un buen momento, creo que no sería muy inteligente porque es muy pronto, hay muchos sentimientos, creo que no es el mejor momento para hablar pero sí, así es”, dijo De la Reguera.
En ese momento la protagonista de la serie “Capadocia” no ahondó en sus respuestas, pero cuando le preguntaron si la infidelidad de Ramos había sido descubierta por mensajes de texto o llamadas telefónicas, la actriz respondió: “Fue por muchas cosas”.
LA DIFERENCIA
Como buen periodista, a Jorge Ramos no le han sido indiferentes las redes sociales.
“Si no te gusta algo, te metes a twittear y tu voz será escuchada. Sólo en 140 letras, símbolos o espacios. Ni uno más. Y con más de 200 millones de cuentas registradas en Twitter, alguien, en algún lugar, muy probablemente leerá el mensaje”.
Ramos sabe que ahora no tiene que esperar a que le den los ratings, para saber si sus programas gustan o no. “En varias ocasiones, aún no ha terminado el noticiero y ya tengo mi cuenta de Twitter inundada de comentarios y quejas. Lo mismo ocurre a otros reporteros en televisión, radio, diario y medios digitales. Ahora tenemos los oídos llenos”.
Eso lo prueban los más de 5 mil 332 tweets que tiene en su cuenta. Y es que la comunicación con sus casi 600 mil seguidores lo ayuda a tener retroalimentación. Sabe que si bien no puede competir con Twitter, “porque simplemente no puedo estar en todas partes al mismo tiempo”, sí puede hacerle frente como periodista no dando información. Porque los periodistas, dice, “son más necesarios que nunca para esclarecer qué es verdadero y relevante y qué no lo es”.