Nairobi, 31 ago (EFE).- Cerca de 343 milniños corren serio riesgo de desnutrición aguda y 885.000 personas se encuentran en situación de emergencia alimentaria en Somalia, informó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El número de personas expuestas a la crisis alimentaria aumentó en un 17 por ciento en los últimos seis meses, pasando de los 731 mil a los 885 mil, según los últimos datos ofrecidos por la ONU en una rueda de prensa en Nairobi.
“Los niveles de inseguridad alimentaria y malnutrición son críticos, la ayuda concedida por los organismos ha impedido que la situación sea mucho peor pero todos tenemos que hacer más”, afirmó el coordinador humanitario de la ONU, Peter de Clercq, que también destacó la “preocupante” situación de los desplazados internos.
Cerca de 215 mil niños menores de cinco años sufren malnutrición aguda, de los cuales casi 40 kil están gravemente desnutridos y sufren un alto riesgo de enfermedad y muerte.
Según alertó la ONU, un total de 3.1 millones de personas “necesitan asistencia humanitaria” en este país del Cuerno de África.
La situación de emergencia en Somalia se debe a la escasez de lluvias que ha afectado a la producción de cereales, al saqueo de comercios por insurgentes en zonas urbanas del sur del país y al gran número de desplazamientos internos.
Además, se espera que esta situación se agrave de octubre a diciembre debido a las lluvias e inundaciones que supuestamente traerá el fenómeno El Niño, según señaló por videoconferencia el representante de FAO en Somalia, Richard Trenchard.
El 68 por ciento de las personas en situación de emergencia son desplazados internos -hay 1,1 millones- que se enfrentan a violaciones de derechos humanos como el trabajo infantil y la violencia de género, agravada por la inseguridad alimentaria.
En los campamentos que acogen a los desplazados internos la tasa de malnutrición aguda se sitúa por encima del umbral de emergencia del 15 por ciento.
En 2011 Somalia sufrió una devastadora hambruna, y aunque la situación mejoró desde entonces, la emergencia humana persiste.
Además, el país está todavía inmerso en un prolongado y complejo conflicto armado que enfrenta a tropas de varios países africanos y el Ejército somalí a Al Shabab, que quiere instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.