Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo/Pulso).- El sacerdote Francisco Javier Castillo Ríos, uno de los tres curas católicos de San Luis Potosí investigados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) por presunto abuso sexual de menores de edad, habría violado durante dos años a un niño, a quien le decía que eso era parte de los sacrificios que debía aguantar si quería convertirse en sacerdote.
Así lo declaró la madre del menor en un reportaje del Canal 7 (local), en el que narra que su hijo conoció al sacerdote durante unos retiros espirituales y posteriormente su familia entabló una relación de amistad con el clérigo.
”Con la confianza de lo que él representa, venía inclusive a nuestra casa, aquí nos confesaba”, dice la mujer, cuyo nombre y rostro no fueron difundidos por el medio.
La madre del menor relata que Castillo comenzó a visitarlos constantemente y les pidió que dejaran que lo acompañara y lo asistiera en las misas, pues el niño decía que de grande quería ser sacerdote.
Según la mujer, su hijo con frecuencia cenaba con el sacerdote y, al parecer, éste lo habría drogado con alguna sustancia que le colocaba en la comida para poder abusar de él. Un día el niño despertó en la cama del padre, justo en el momento en que Castillo habría estado violándolo, dijo la madre del menor.
Días después de ese hecho, el niño habría enfrentado al cura y éste lo habría amenazado diciéndole que le haría daño a su familia o que le haría lo mismo a otros niños si él no aceptaba, según el testimonio de la madre. Además de amenazarlo, el sacerdote le habría dado dinero al niño para que no le dijera nada a sus padres.
Según la mujer, Castillo le habría dicho a su hijo que “ese era el sacrificio que tenía que pagar para ser sacerdote”.
En el año 2012, la madre habría encontrado en el celular de su hijo mensajes del sacerdote donde éste le decía que le iba a dar dinero para que no hablara, que lo iba a ir a buscar si se escondía, y que se tenía que ir con él forzosamente.
Cuando la mujer le preguntó a su hijo por qué no le había contado, “él empezó a llorar y llorar; no paraba. Por la tarde platico con él, me dice: ‘Te va a matar, mamá. me dice que es un sacrificio que tengo yo que hacer para ser sacerdote”.
La madre del menor presentó una denuncia ante la PGJE y, aunque se giró una orden de aprehensión contra el clérigo, ésta no fue ejecutada, señala el reportaje. Además, la mujer dijo que durante la declaración de su hijo no se le permitió estar presente y después se percató de que supuestamente en la declaración había cosas que su hijo no había dicho.
El pasado 29 de mayo, el Secretario General de Gobierno del estado, Cándido Ochoa Rojas, aseguró que la PGJE investiga el caso de Castillo, así como el de otros dos curas acusados de abusar sexualmente de menores de edad en esa entidad: Eduardo Córdova Bautista y Noé Trujillo.
HABITANTES DE OJOCALIENTE DEFIENDEN A CURA
Desde enero de 2013, Castillo es párroco de la comunidad de Ojocaliente, en el municipio de Santa María del Río, en San Luis Potosí. Sin embargo, en una visita realizada por el diario Pulso el pasado viernes 30 a la iglesia donde oficia, las dos secretarias encargadas de la oficina sólo informaron que el religioso “se halla de viaje”, pero no precisaron desde cuándo o hacia dónde viajó. Añadieron que actualmente hay otra persona cubriendo las obligaciones de la parroquia, el sacerdote Víctor Javier Morales Soldevilla.
Por su parte, Julio Torres Cano, juez auxiliar primero del lugar, informó que el pasado sábado 24 fue el último día que tuvo contacto con el padre Francisco Javier. “Ese día anduvo con nosotros repartiendo casa por casa los programas de la fiesta que tendremos el 30 de junio. Ahora no sabemos de él y no podemos entender cómo o por qué lo están acusando”.
Habitantes de Ojocaliente entrevistados por el medio dijeron que Castillo le ha hecho bien a la comunidad desde su llegada.
“Cuando él llegó este lugar se estaba hundiendo, pero luego daba gusto ver la iglesia llena de gente cuando antes íbamos sólo 10 o 12 personas a misa. Quienes lo acusan deberían ponerse la mano en el corazón y pensar en toda la gente a la que están perjudicando. Aquí hay muchas personas que estamos mucho muy preocupadas por él. Queremos organizarnos, rezar por él, pero no sabemos ni dónde esté”, dijo al medio Belén Salazar, una vendedora de abarrotes.
CATEQUISTA ES ACUSADO DE INTENTAR VIOLAR A UN NIÑO
Un catequista fue detenido por elementos de la Policía Ministerial del Estado, acusado de intentar violar a un niño, en una iglesia de la comunidad de Tamapatz.
La tarde del jueves fue apresado Francisco N., de 49 años de edad, catequista de la mencionada comunidad y vecino del barrio San Rafael, quien contaba con una orden de aprehensión librada por el juez menor de la localidad, por el delito de violación en grado de tentativa.
Según el reporte proporcionado por las autoridades de la localidad, hace unos meses, el hombre fue sorprendido por un feligrés justo cuando pretendía violar a un niño de 10 años de edad, que asistía a la catequesis.
El testigo, de quien no se proporcionaron datos, dijo a la policía que iba caminando por la iglesia, cuando vio que alguien andaba en el área del campanario, así que decidió indagar, y encontró a Francisco desvistiendo al infante.
Sin embargo el acusado al verse descubierto escapó, y aunque las autoridades comunales lo buscaron, no pudieron localizarlo, así que se dio aviso a la policía, y al día siguiente los padres del niño acudieron a interponer la denuncia penal.
Los policías ministeriales llevaron a cabo las investigaciones y recabaron varias pruebas y testimoniales que ayudaron a que el expediente fuera consignado en poco tiempo ante un juez, y finalmente dicha autoridad ordenara la detención del catequista.
Ya con el mandamiento en sus manos, los investigadores se dieron a la tarea de ubicar al individuo, quien fue capturado este jueves en el exterior de su domicilio, y llevado al Centro Estatal de Reinserción Social del poblado Xolol en el municipio de Tancanhuitz, a disposición de la autoridad correspondiente.