Siempre ocurre, cuando se escucha a un gobernante mexicano hablar de su propio gobierno, que quien lo escucha puede pensar que el político habla de un lugar distinto al que hace referencia. Uno de los temas en que menor congruencia se percibe en los últimos años es el de la seguridad.
Pero, ¿es el índice delictivo una composición propagandística hecha a la medida de un proyecto político? ¿Escuchamos datos endulzados artificialmente cuando se nos dice que la entidad donde nació Enrique Peña Nieto es un lugar más seguro?
Apenas ayer, el Primer Mandatario estuvo en el Estado de México para entregar equipos a la policía local. Ahí aprovechó para destacar los avances en términos de seguridad, como las capturas de integrantes del crimen organizado realizadas durante su administración; presumió que 90 de 122 delincuentes buscados por el gobierno federal han sido detenidos y están ahora bajo proceso.
Pero el caso del Edomex es emblemático en el tema de la seguridad y las cifras que no coinciden. Para encontrar las respuestas de si esa entidad entrega cifras maquilladas, SinEmbargo buscó apoyo metodológico de especialistas en estadísticas delictivas. Y, puestos los números del vehemente discurso político frente a los silenciosos números del Inegi, la respuesta es que sí hay diferencias considerables.
Ciudad de México (SinEmbargo).– Existe un universo alterno narrado en 456 páginas del “Tercer Informe de Resultados” en que el Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, aparece con la mirada tranquila atravesando el horizonte mientras una bandera mexicana ondea detrás suyo.
También atrás del político priista, un contingente de elementos de la Marina vestidos como si estuvieran por partir en ese mismo instante a la guerra aparecen en posición de firmes, junto a un grupo de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que aprietan las mandíbulas e hinchan el pecho.
Fotos y fotos de Eruviel, unas 153 imágenes en que el hombre aparece con niñas, ancianas, obreros e indígenas. Todos sonríen, incluidos los funcionarios con que Ávila comparte el retrato, como el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien asumió, de facto, la responsabilidad de la seguridad en el Estado de México.
La imagen aparece, precisamente, en la parte dedicada a informar sobre cómo en el Estado de México se le gana la guerra a la delincuencia. Entre las fotografías de Eruviel se puede leer lo siguiente:
“Con información del Sistema Nacional de Seguridad Pública –que se compone con la estadística proporcionada por los gobiernos de los estados–, en el último año, se observa que la incidencia delictiva en la entidad disminuyó cerca de 10 por ciento; en particular, destaca la disminución de 18 por ciento de los delitos de alto impacto.
“En relación con los delitos que afectan directamente al patrimonio de los ciudadanos, como pueden ser el robo con violencia y el de vehículo, se registró una disminución aproximada del 20.8 y 15.4 por ciento respectivamente. En cuanto al secuestro, hubo una disminución superior a 11 por ciento”.
¿Es así? ¿Es como dice el Gobernador Eruviel Ávila Villegas, de quien se dice no puede contener su deseo de ser el segundo Presidente consecutivo nacido en el Estado de México?
LA OSCURIDAD DE LAS CIFRAS
La evolución de las averiguaciones previas iniciadas por delitos del fuero común ha presentado una tendencia a la baja desde 2011 en los datos reportados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).
En contraste, los delitos registrados con información de “corte transversal apilada”, es decir y para explicar el término de los especialistas consultados, la proveniente de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) sobre los delitos ocurridos muestra un comportamiento creciente.
Una hipótesis probable es que la discrepancia deriva de que las averiguaciones previas iniciadas han disminuido por otras causas, distintas a la “supuesta” –entrecomillado de un analista”– reducción de los delitos del fuero común, los atendidos por el sistema de justicia de los estados.
Debido al comportamiento de estas dos series, en general, no se puede afirmar que exista una real disminución de los niveles de incidencia delictiva en el Estado de México pues, más bien se trata, por decir lo menos, de una baja tanto de la denuncia como del inicio de averiguaciones previas.
Esta posibilidad se respalda en primera instancia al analizar el incremento de la cifra negra –delitos no denunciados y en los cuales no se procedió a iniciar una averiguación previa– que pasó de 91.8 a 96 por ciento de 2011 a 2013 en el Edomex.
Esto implica que, durante los primeros dos años de gobierno de Eruviel Ávila, las personas que han sido víctimas han dejado de ir a denunciar los ilícitos al grado que, durante 2013, sólo cuatro de cada 100 delitos fueron denunciados.
El aumento de la cifra negra desde que Eruviel Ávila llegó al gobierno, en septiembre de 2011, ha sido gradual pues 6 de cada 100 delitos fueron denunciados durante 2012 en el Estado de México.
A la par, en el Estado de México los niveles registrados de este indicador durante la administración de Eruviel Ávila hicieron que la entidad se consolidara como la segunda con mayor cifra negra durante 2013, ubicándose tan solo por debajo de Guerrero cuya cifra negra fue de 96.7 por ciento.
Asimismo, en el Estado de México se han mantenido como los delitos con mayor cifra negra el robo o asalto en la calle o en transporte público y la extorsión.
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¿Por qué los mexiquenses no denuncian?
La gente lo atribuye a situaciones relacionadas a las propias autoridades, pues 78.1% de los delitos sin denuncia declarada en 2013 reportados en la ENVIPE no fueron denunciados por dicho factor. Algunas de las situaciones por las cuales las víctimas no acudieron al ministerio público son “por medio a que las extorsionaran”, “pérdida de tiempo”, “trámites largos y difíciles”, “desconfianza en la autoridad” y “por actitud hostil de la autoridad”.
Estas consideraciones han aumentado desde el inicio de la administración de Eruviel Ávila, pues durante 2011, 72.4% de los delitos sin denuncia declarada se encontraban bajo dicho supuesto. El alza de los casos en esta categoría, así como la cifra negra, han sido las constantes de 2011 a 2013.
Debido a la diferencia significativa entre los delitos ocurridos y las averiguaciones previas reportadas por cada 100 mil habitantes por la PGJ del Estado de México al SESNSP, es importante tratar de identificar si al menos la tendencia de estas últimas corresponden a la de aquellos delitos denunciados reportados por personas de 18 años o más y aquellos en los cuales sí se inició una averiguación previa, según la ENVIPE.
Las averiguaciones previas iniciadas por delitos del fuero común por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con los reportados al SESNSP, muestra una tendencia ligeramente decreciente entre 2010 y 2013.
Este comportamiento va en contrasentido del que exhiben las series de delitos denunciados y delitos denunciados por los cuales se inició una averiguación previa entre 2010 y 2012 y reportados en la ENVIPE.
En 2013, se aprecia una ligera reducción en estas categorías. Este comportamiento llama la atención porque las estadísticas de INEGI refieren una realidad distinta de la que muestran los registros del SESNSP en el Estado de México.
Una prueba de lo mencionado radica en que si se calcula la variación de los averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas por delitos del fuero común por cada 100 mil habitantes reportadas al SESNSP, se aprecia una disminución de 1.15 por ciento de 2011 a 2013. Mientras, que si se analiza la tasa de los delitos denunciados por las personas de 18 años o más registrado en la encuesta de victimización levantada por el INEGI, se observa un alza de 23 por ciento de 2011 a 2013.
Si se consideran los valores de los delitos denunciados por los cuales sí se inició una averiguación previa por cada 100 mil habitantes reportados por la ENVIPE, se aprecia un aumento de 15.22 por ciento durante el mismo periodo.
“Esto podría invitar a pensar que existe un subregistro de la incidencia delictiva por parte la PGJE del Estado de México, de acuerdo con los datos disponibles en la plataforma del SESNSP”, subraya uno de los expertos que apoyaron el presente análisis.
ALTO IMPACTO
Entre las razones para el festejo en el “Tercer informe de resultados” de Eruviel Ávila se encuentran las supuestas reducciones de los llamados delitos “de alto impacto”. Pero, nuevamente, los datos fuera del control del gobierno mexiquense contradicen al Gobernador.
Al analizar la tasa agregada de extorsiones, secuestro y homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes del Estado de México se observa un comportamiento atípico de la serie a partir de 2007, esto es, en el segundo año del gobierno estatal de Enrique Peña Nieto, debido al cambio abrupto de este indicador en dicho periodo.
En 2011 la revista The Economist dio a conocer la modificación metodológica que había sufrido la serie de homicidios dolosos en el Estado de México pues se señaló que se excluyeron aquellas muertes que no fueran consideradas como homicidios intencionales, como es el caso de los suicidios y ciertos accidentes.
La modificación de los criterios y metodología de registro de homicidios dolosos, aunado a la falta de registros de extorsiones en el Estado de México hacen sumamente complejo que se pueda contar con un diagnóstico objetivo de la situación estatal respecto a este tipo de ilícitos que suelen relacionarse estrechamente con las actividades del crimen organizado.
A pesar de las inconsistencias en las series de datos de homicidio doloso y extorsión, se aprecia un incremento considerable de 2011 a 2012 y de 2012 a 2013. Sin embargo, se observa una disminución de 2013 a 2014 que concuerda con la tendencia a la baja registrada a nivel nacional, lo cual no sucede con el comportamiento registrado de 2011 a 2013.
A pesar de la reducción observada en 2014, es importante destacar que durante ese año la tasa agregada de delitos –homicidio doloso, secuestro y extorsión– del Estado de México es mayor que lo registrado en el ámbito nacional por primera vez desde 2007.
De lo anterior se desprende, a nivel estatal, que:
- Las tasas de extorsión, robo de vehículo y robo total con violencia por cada 100 mil habitantes del Estado de México fueron superiores a las reportadas a nivel nacional durante 2013 y 2014.
- Las tasas de secuestro, homicidio culposo y doloso por cada 100 mil habitantes del Estado de México se mantuvieron ligeramente menores a las registradas en el ámbito nacional.
- Se observa que la tasa de homicidio doloso aumentó de 2013 a 2014, mientras que las de extorsión, secuestro, homicidio culposo, robo de vehículo y robo total con violencia disminuyeron.
- La tasa de extorsión de la entidad fue mayor que la nacional tanto en 2013 como en 2014. Durante el último año la tasa del Estado de México fue 26 por ciento mayor que lo reportado en el país. Sin embargo, cabe señalar que la diferencia entre las tasas disminuyó en 2014 al decrecer la tasa 40.3 por ciento
- La tasa de secuestro del Estado de México fue ligeramente menor a la registrada en el país tanto en 2013 como en 2014.
- La tasa de homicidio culposo de la entidad fue ligeramente menor a la registrada en el país tanto en 2013 como en 2014.
- La tasa de homicidio doloso del Estado de México fue ligeramente menor a la registrada en el país tanto en 2013 como en 2014. No obstante, sobresale el incremento de 1.64 por ciento de este delito durante el periodo.
- La tasa de robo de vehículo de la entidad fue 122 y 115 por ciento mayor que la registrada a nivel nacional en 2013 y 2014 respectivamente.
- La tasa de robo total con violencia del Estado de México fue 56 y 81 por ciento mayor que la tasa nacional en 2013 y 2014 respectivamente.
EN EL ESTADO DE MÉXICO SE DELINQUE… EN GRANDE
Con excepción de Nezahualcóyotl, que es gobernado por el PRD, todos los demás municipios mayores son administrados por el PRI, aunque antes todos tuvieron ayuntamientos del PAN. Así, el panorama municipal sugiere que, al menos en esa región y en lo que hace al tema de la inseguridad pública, la responsabilidad política es de todos los partidos. También es necesario decir que el gobierno estatal es y sólo ha sido responsabilidad del PRI. Si se comparan los datos nacionales con los municipios más poblados del Estado de México, se tiene que:
- Al comparar las tasas por cada 100 mil habitantes de los delitos de alto impacto en 2012 y 2013 de Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz y Toluca con las estadísticas estatales y nacionales, se observa que todos estos municipios, con excepción de Ecatepec, presentaron tasas de extorsión superiores a la del Estado de México y a la reportada en el país. Esto evidencia que la extorsión, a pesar de la disminución registrada, se mantiene como un problema casi generalizado.
- Tlalnepantla presentó una tasa que 70 por ciento mayor a la estatal y 115 por ciento superior a la nacional durante 2014. La siguiente mayor tasa fue la del municipio de Toluca, capital mexiquense, que sobrepasó en 63 por ciento lo reportado en el Estado de México y 105 por ciento a lo registrado en el país durante el mismo año. Respecto a los índices de Naucalpan y Nezahualcóyotl hay que señalar que estos fueron 54 y 59% mayores que la tasa nacional.
- Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Toluca –único de la serie no conurbado a la capital mexicana– acumularon el 41 por ciento de las extorsiones cometidas en el Estado de México. Esta proporción da cuenta del alto grado de concentración delictivo en los municipios anteriormente mencionados.
- Ecatepec, Tlalnepantla y Toluca presentaron niveles de secuestro mayores a los reportados en el ámbito estatal y nacional durante 2014. De estos casos sobresale el caso de Tlalnepantla, el municipio más industrializado del Edomex, pues el secuestro aumentó 198 por ciento de 2013 a 2014.
- La capital Toluca presentó la mayor cantidad de secuestros por cada 100 mil habitantes en 2014.
- El secuestro en Naucalpan presentó un alza de 296 por ciento de 2013 a 2014.
- Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz y Toluca acumularon el 31.81 de los secuestros cometidos en el Estado de México.
- Durante 2014 se observa que Ecatepec, Naucalpan y Tlalnepantla de Baz presentaron tasas de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes que fueron 53, 6 y 43 por ciento mayores que la tasa nacional, respectivamente.
- Es probable que haya un “problema” de registro de información porque la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en Toluca es “inusualmente” baja considerando la tasa estatal.
- Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Toluca acumularon el 40 por ciento de los homicidios dolosos reportados oficialmente en el Estado de México durante 2014.
- Los cinco municipios más poblados del Estado de México presentaron tasas por cada 100 mil habitantes de robos de vehículos y robos totales con violencia superiores a las registradas en el ámbito nacional. Esto da cuenta que a pesar de las disminuciones observadas, este ilícito se mantiene como un problema de seguridad pública “bastante” generalizado en la entidad.
- Ecatepec y Tlalnepantla de Baz presentaron las mayores tasas de robo de vehículo durante 2014 que sobrepasaron en 298 y 287% a la tasa nacional. Por otra parte, se observa que lo registrado en Naucalpan y Nezahualcóyotl fue 2.5 y 2.34 veces superior a lo reportado en el ámbito nacional.
- Naucalpan registró la mayor cantidad de robos con violencia por cada 100 mil habitantes en 2014, pues su tasa fue 275 por ciento superior a la nacional. Posteriormente, se ubican Ecatepec y Tlalnepantla con tasas que sobrepasaron en 259 y 258 por ciento respectivamente al índice nacional. Por su parte, Nezahualcóyotl y Toluca presentaron tasas 2.09 y 1.38 veces mayores que la reportada en el país.
Así las cosas, los ediles priistas de Ecatepec, Pablo Bedolla; Tlalnepantla, Pablo Basáñez; Naucalpan, David Sánchez, y Toluca, Martha Hilda González Calderón, se consideraron con los méritos suficientes para dejar inconclusas sus presidencias municipales y ahora pretenden, cada uno, una diputación federal. El perredista de Neza, Juan Zepeda Hernández, hizo lo mismo en busca de una curul local.
ASESINATOS A LA MEXIQUENSE
El comportamiento del asesinato en el estado del Presidente tampoco está exento de manipulaciones.
En 2013, al terminar el segundo año de gobierno de Eruviel Ávila, se observa que la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes del Estado de México (20.04) superó la tasa nacional (19.20) por primera vez desde 2007. Lo anterior de acuerdo con los registros administrativos reportados en el INEGI.
Contrario a la tendencia a la baja de la tasa de asesinato en el país desde 2011, se observa que los registros administrativos de homicidios en el Estado de México presentaron un crecimiento constante. A continuación se muestran los incrementos interanuales reportados desde 2011.
Aquí también hay razones para la suspicacia para las albricias que se lanza el gobierno mexiquense a sí mismo. A diferencia del comportamiento observado de las series de registros administrativos, las averiguaciones previas iniciadas por homicidio, tanto doloso como culposo, por cada 100 mil habitantes se han mantenido por debajo de lo reportado en el ámbito nacional desde 2007.
Contrario a la tendencia a la baja que presentan la tasa de averiguaciones previas iniciadas por homicidios de ambos tipos en el ámbito nacional desde 2011, se observa que estas presentaron una tendencia al alza en el Estado de México. A continuación se presentan los incrementos interanuales que se han reportado desde 2011 en dicha entidad federativa.
A diferencia del comportamiento observado en las series de registros administrativos, las averiguaciones previas iniciadas por homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en el Estado de México se han mantenido por debajo de lo reportado en el ámbito nacional desde 2007.
Contrario a la tendencia a la baja que presentan las averiguaciones previas iniciadas por homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en el ámbito nacional desde 2011, se observa que estas presentaron una tendencia al alza en el Estado de México de 2011 a 2012. El comportamiento de este delito de 2012 a 2013 disminuyó a la par que lo observado en el país. A continuación se presentan las tasas de variación interanuales que se han reportado desde 2011 en dicha entidad federativa.
Se destaca que ha disminuido la brecha entre las averiguaciones previas por homicidios totales por cada 100 mil habitantes del Estado de México y las reportadas en el ámbito nacional. Esto mismo se ha observado en lo correspondiente al homicidio doloso y particularmente se aprecia que dicha disminución de la brecha se ha acelerado en mayor medida desde 2011.
A partir de la comparación de los datos reportados disponibles en el SESNSP –los reportados por la federación a partir de la información proporcionada por los estados– y en el INEGI se observa que en los primeros muy probablemente existe un “subregistro” del homicidio doloso que se debe principalmente a la modificación metodológica y de criterios de procesamiento de dicha serie en el Estado de México desde 2007.
A pesar de las diferencias metodológicas existentes entre los mecanismos de recopilación y registro de estadísticas sobre homicidios dolosos, destaca el cambio del sentido de las variaciones porcentuales entre 2012 y 2013 que implican una evolución distinta de este delito.
Independientemente de que se aprecia una tendencia al alza tanto de los registros administrativos como de las averiguaciones previas iniciadas por homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes del Estado de México, se logra apreciar que la primera de las series prácticamente no presenta disminución alguna de 2007 a 2013, mientras que los datos correspondientes a las averiguaciones previas si presenta decremento de 2009 a 2010 y de 2012 a 2013.
SECUESTRADOS Y EXTORSIONADOS
Como se observa, aproximadamente 12 por ciento de las víctimas de secuestro registradas oficialmente de enero a diciembre de 2014, padecieron secuestros múltiples.
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La primera de las imágenes que atestan el “Tercer Informe de Resultados” de Eruviel Ávila no es del Gobernador, sino de su predecesor. Es la fotografía oficial de Enrique Peña Nieto. El segundo rostro es la placa institucional de un Eruviel sonriente, radiante y con corbata roja, símbolo evidente: que nadie dude de su lealtad y de su priismo.
Luego es el río de fotos del Gobernador: Eruviel pensando, Eruviel sonriendo, Eruviel abrazando una anciana, Eruviel dirigiendo a un obrero. En imagen 153, la última de todo el volumen pagado con impuestos de los mexicanos y los mexiquenses, Ávila no está sólo. Sonriente, corre detrás de su predecesor Enrique Peña Nieto.