Más adelante la estructura formará parte del área de visita de la zona arqueológica de Tlatelolco y contará con un cristal para protegerla, ventilación y demás requerimientos para preservar el basamento circular.
México, 30 noviembre (EFE).- Un templo prehispánico dedicado al dios Ehécatl-Quetzalcóatl fue hallado cerca de la zona arqueológica de Tlatelolco, en pleno Centro Histórico de la capital mexicana, durante la construcción de una plaza comercial.
La estructura, una plataforma de más de 650 años de antigüedad, mide 11 metros de diámetro por 1,20 metros de altura y se encontró a tres metros de profundidad del nivel de la calle con cerámicas y 20 entierros de niños, adultos y animales.
“Se encontró una estructura circular, dedicada seguramente a Ehécatl, una advocación de Quetzalcóatl, el dios del viento”, dijo Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador de arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“La estructura es muy importante porque formó parte del recinto sagrado de Tlatelolco”, señaló tras precisar que es circular hacia el poniente y rectangular hacia el oriente.
“Da cuenta de qué manera una de las deidades del panteón Mexica-Tlatelolca estaba representado en este espacio”, apuntó.
El hallazgo se dio en 2014 gracias a la demolición de un antiguo supermercado con el objetivo de construir una plaza comercial a unos metros de la zona arqueológica de Tlatelolco, sitio en el que se asentó una de las culturas más importantes de la época prehispánica.
Sánchez Nava, quien estuvo acompañado por el destacado arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, explicó que el hallazgo de vestigios y cerámicas estaba previsto, ya que en toda la zona de Tlatelolco existe la posibilidad de encontrarlos.
“Los trabajos de recuperación, llamados salvamentos arqueológicos, nos permiten recuperar de manera sistemática información”, aseveró.
Los vestigios son un “atisbo hacia el pasado, es una venta que se abre para que nosotros, desde la arqueología, vayamos entendiendo el desarrollo de las ciudades que nos precedieron”, añadió.
En la primera etapa del Proyecto Tlatelolco se logró la identificación de la parte alta de la estructura y la recuperación de los entierros y material cerámico.
En la segunda, iniciada en marzo de este año, se liberó el total de la edificación prehispánica y se logró identificar el estuco que recubre parte de la misma. Además, se halló una cista para ofrenda con siete entierros más que están en estudio.
Según los estudios de los especialistas, la estructura tiene tres etapas constructivas, data de los años posteriores a la fundación de la ciudad en 1337 d.C. y cuenta con paredes bicónicas, inclinadas en lugar de rectas, lo que la distingue del resto de las ruinas prehispánicas de la Plaza de las Tres Culturas.
La segunda etapa se estima entre los años 1.376 y 1.417 d.C., la más visible del conjunto, y la tercera hacia el año 1.427 d.C, aunque se cree que existe una cuarta etapa.
Matos Moctezuma dijo que es “muy importante encontrar, preservar y difundir lo que son vestigios”; esta urbe “cubre muchas ciudades prehispánicas”, además de Tenochtitlan.
En los dos años de trabajo de salvamento han participado doce arqueólogos, quienes han encontrado un total de 43.000 objetos, 1.000 de ellos completos y que están bajo registro y estudio.