Expertos refieren que la administración del Presidente Enrique Peña Nieto desincentivó el apoyo a la lucha del cambio climático. A días de la participación del mandatario en la XXI Conferencia de las Partes (COP21) a realizarse en París, diversos expertos opinan que el Gobierno no cumple en casa lo que presume en el extranjero.
Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).— La participación del Gobierno mexicano en la Conferencia de las Partes (COP21) quedará, como desde hace 21 años, “sólo palabras al aire”, afirmó la organización internacional Greenpeace. Una muestra a nivel local del desinterés de los políticos por el medio ambiente, expuso, es que la iniciativa de la Ley de Transición Energética, que rompería la dependencia de combustibles fósiles, ha quedado estancada en el Congreso de la Unión por falta de voluntad política.
El Presidente Enrique Peña Nieto México reiterará el compromiso hecho en marzo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero en 22 por ciento y las emisiones de carbono negro en 51 por ciento para el periodo 2020-2030.
Sin embargo, la organización ecologista Greenpeace ve una gran “desconexión” entre lo que el Ejecutivo ha prometido y las políticas públicas que implementa en el interior del país.
“Para avanzar en esa meta se necesita algo que hoy por hoy la política pública no nos está ofreciendo, y es el incentivo para que se dispare la renovación de energía eléctrica con la solar o la eólica, esta propuesta se va quedar sólo en palabras si el Senado no aprueba la Ley de Transición Energética [LTE]”, dijo Gustavo Antugnani, coordinador de la Campaña de Mega Ciudades de esa organización.
La LTE corresponde a un último paquete legislativo de la Reforma Energética, y pretende transite de la utilización de fósiles, especialmente, el petróleo y el carbono a otros recursos para generar energía.
“La ley nunca fue aprobada, se reformaron otros marcos jurídicos, pero no la Ley que daba una meta mínima para la renovación de energías renovables. Entonces, que la delegación sin tener esta ley aprobada es realmente ir a decir palabras al aire”, agregó Antugnani.
Pero por el contrario, los planes del Gobierno son a corto plazo, y buscan la estabilidad económica para un país altamente dependiente de los combustibles fósiles, calificó la organización internacional.
Peña Nieto estará en Paris del 28 al 30 de noviembre junto con otros jefes de Estado para “participar en reuniones para establecer un precio internacional de carbono y duplicar la inversión en innovación tecnológica”, dijo la semana pasada, el portavoz presidencial Eduardo Sánchez Hernández.
“No hay compromiso a corto y mediano plazo para alejar al país de la dependencia de los combustibles fósiles, y todo lo que se diga en materia de cambio climático van a ser insignificantes“, consideró Antugnani.
En este sentido, México estaría incumpliendo con el compromiso que han hecho el resto de países de hacer un nuevo acuerdo internacional para descender la temperatura atmosférica y evitar que aumente 2 grados centígrados. Dicho acuerdo entraría en vigor en el 2020.
México participa activamente cada año en dichas conferencias que aglutinan a los jefes de Estado desde que entró en vigor la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 1994. No obstante, el liderato que el país llegó a tener está muy lejos de la próxima reunión en Paris.
“En el sector ambiental ha habido una transición muy complicada. Tenía instituciones como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, que fueron en su momento pioneras. Pero con esta administración ha habido despidos masivos, pese a tener un rol básico”, explicó Yatziri Zepeda Medina del Proyecto AliMente.
Zepeda Medina refirió que hay problemas muy graves en las políticas que hace Peña Nieto en el uso de los suelos. “Te hablo de deforestación. Quitas la cubierta forestal y ya no tienes almacenes de carbono, los suelos también son almacenes de carbono. Y el sector ganadero lo está destruyendo”, detalló.
El año pasado, el Comité Especializado de Información de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) consideró que México estaba estancado en este sentido, pese a que el Gobierno argumentó en su informe de los ODM que se estaban implementando estrategias para hacer más rentable la conservación de los suelos en vez de tener que transformar ecosistemas.
El Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reportó en el 2011 que cada año se pierden al menos 500 mil hectáreas de bosques y selvas. Lo que colocó al país en el quinto lugar de deforestación mundial.
Asimismo, con motivo de la publicación del Tercer Informe de Gobierno, Greenpeace recordó al Gobierno que sigue en riesgo por el cambio climático el 15 por ciento del territorio mexicano, el 68 por ciento de la población y el 71 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“La política de Estado debe orientarse a la prevención y adaptabilidad, no es suficiente aumentar los recursos del Fonden [Fondo de Desastres Naturales], es necesario invertir en la prevención y esto implica analizar antes de depredar. La reforma energética que se aprobó el año pasado dejó fuera a las energías renovables y amenaza con incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero que incrementan la temperatura del planeta y generan más cambio climático”, recomendó la organización en un comunicado.
Los costos totales por agotamiento y degradación en México están estimados, de acuerdo con datos en el 2013 del Inegi en 909 mil 968 millones de pesos, el 5.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En tanto, los Gastos en Protección Ambiental fueron por 148 mil 699 millones, es decir que considerando los gastos de agotamiento y degradación de recursos ambientales existe un déficit de 761 mil 269 millones de pesos, 5.1 veces menos que el daño ocasionado.
A nivel mundial tampoco ha habido una mejoría. Datos de Organización de Naciones Unidas refieren que en los últimos 100 años la temperatura de la Tierra subió 0.74°C. Y ahora la disminución en los hielos del océano Artíco se estima en 2.7 por ciento por década.
El propio Rafael Pacchiano Alamán, titular de la Secretaríadel Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), señaló en una conferencia de prensa sobre la COP21 que el cambio climático pone en riesgo al país.
“Nuestro país en medio de dos óceanos, tienen una característica geográfica que nos hacen vulnerables ante efectos hidrometerológicos. Los expertos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático han dicho que por efectos del cambio climático este tipo de fenómenos se van a ser más frecuentes y también más intensos”, detalló.
Entre el 2013 al 2014 a México han llegado 31 huracanes y 59 ciclones. Y este año, recientemente aunque no provocó mayores daños entró al país el huracán Patricia, el más grande en la historia del planeta.