Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).– El Pleno del Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) rechazó que los ciudadanos voten por sus candidatos a diputaciones para las elecciones de 2015 y aprobó que sean electos por los consejeros.
Agustín Guerrero, coordinador nacional de la corriente Movimiento Progresista, dijo ante los consejeros del Segundo Pleno Extraordinario del Consejo Nacional, que el PRD competirá por los votos con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las próximas elecciones en varios distritos, por lo que llamó al Consejo a votar por la realización de encuestas para seleccionar a los candidatos.
“Morena es el principal adversario en la mayoría de los casos, si en diciembre vamos a saber cuáles son sus candidatos, necesitamos medir nuestros precandidatos con los otros partidos. En diciembre vamos a conocer las listas de los candidatos de los otros partidos, pues vamos a medir con una encuesta y el que le gane a Morena, ese deberá ser el gallo”, expuso.
Pero su propuesta fue desechada por la mayoría de los consejeros del partido.
“El Consejo nacional sin ningún criterio objetivo, sin ningún criterio transparente, sin tomar la opinión de la gente que simpatiza con el PRD, para que tenga la oportunidad de decirnos ‘aquí éste sería el mejor’, el Consejo decide por dedazo, igual como lo hace el PRI y el PAN, se cancela la vida democracia del partido”, dijo en entrevista con SinEmbargo.
Guerrero explicó que el Sol Azteca tiene cuatro millones de militantes que deberían elegir a sus candidatos en los distritos donde el PRD es puntero.
“En el PRD no le ponemos un dique al dinero, gana el que más dinero tiene y no el que mejor trayectoria. El cambio de rumbo del PRD que dice la dirigencia es una simulación, cuando el discurso no se acompaña de hechos concretos, es querer quedar bien, pero sin cambiar las cosas. Si realmente quisieran un golpe de timón, cambio de fondo, que la gente decida dentro PRD”, dijo.
Durante la mañana de ayer, Carlos Navarrete Ruiz, dirigente nacional de la fuerza política, llamó a los miembros del Sol Azteca a dejar las pugnas entre corrientes y reconoció que de lo contrario “seremos la generación del fracaso de la izquierda partidaria”.
“Necesitamos cambiar la dinámica de la disputa entre corrientes. Si no cambiamos, nos iremos debilitando más y nuestros electores cambiarán de preferencia. Es mejor que lo entendamos y actuemos en consecuencia. Este esfuerzo no puede ser de unos cuantos”, dijo Navarrete.
El dirigente lamentó la renuncia del fundador del partido, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y por primera vez desde que Cárdenas planteó la necesidad de la renuncia de la dirigencia actual, Navarrete reconoció que si los dirigentes no pueden con la crisis, no merecen ocupar el liderazgo de la fuerza política.
“Si los dirigentes no estamos a la altura de las circunstancias no tenemos derecho a seguir dirigiendo este partido. Lo digo con claridad, o corregimos el rumbo y recuperamos la ética y la autoridad política lastimadas, o seremos la generación responsable del mayor fracaso de la izquierda partidaria mexicana”, dijo.
Pero Agustín Guerrero criticó que el partido se cierre a las propuestas de las corrientes minoritarias.
El bloque de Nueva Izquierda (NI) y Alternativa Democrática Nacional (ADN) y sus aliados, lo tienen todo y se llevan todo, dijo.
El perredista criticó el Protocolo del Comité Ejecutivo Nacional para Fortalecer la Cultura de la Legalidad y la Ética Política que se aprobó en el Consejo Nacional y que establece que el PRD entregará toda la información de la que tenga conocimiento en la que se presuma la existencia de conductas delincuenciales a las instancias federales de lucha contra la delincuencia organizada: a la Procuraduría General de la República (PGR), al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y al Centro de Investigación de Seguridad Nacional (Cisen).
“El Protocolo son golpes de pecho, un sentimiento de culpa del PRD por los hechos de Iguala, hay una conciencia lamentable de que el PRD pasó a ser del partido que ponía los muertos en la lucha democrática, al partido que pone las fosas clandestinas. Hay un sentimiento de culpa y le propone al gobierno federal que nos digan quién sí y quién no. Si un partido político no tiene instrumentos propios no puede mandarle la responsabilidad al adversario, es Peña Nieto el jefe del Cisen, es el adversario. Eso es lo que se aprobó aquí”, dijo.
Agustín Guerrero lamentó que durante el consejo no se votara, ni opinara sobre las propuestas que se hicieron en torno a un pronunciamiento por la renuncia del Presidente Enrique Peña Nieto y sobre la renuncia de la dirigencia que encabeza Navarrete Ruiz.
René Bejarano Martínez, dirigente de Izquierda Democrática Nacional (IDN) planteó ayer mismo en conferenciad de prensa la necesidad de la renuncia de Navarrete para recuperar el rumbo perdido.
“El PRD necesita una nueva dirección provisional de consenso para enfrentar la situación actual, pero junto con el cambio de personas, nuestro partido demanda un cambio de rumbo en su estrategia y línea política para enfrentar la emergencia nacional, y una transformación en su vida interna para cerrarle el paso a la impunidad, las protecciones, y a nuevos casos como el de Iguala”, dijo.
Bejarano indicó que el partido debe ser independiente del régimen, para ser una alternativa para la población.
El perredista agregó que si no hay un cambio de rumbo, los resultados en 2015 y en 2018 “nos van a golpear en la cara”.
La coalición de Izquierda a la que pertenecen los senadores Miguel Barbosa Huerta y Alejandro Encinas, coincidió con Bejarano y solicitaron la renuncia de Navarrete Ruiz y de todo el Comité del PRD, el nombramiento de una dirección interina, una convocatoria a un Congreso Nacional refundacional para la reforma de documentos básicos y elecciones nacionales limpias y confiables en todos los ámbitos de dirección.
“La renuncia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas representa el mayor golpe que ha tenido el partido en su historia. La respuesta que la dirección nacional dio a las propuestas presentadas por el ingeniero a sus señalamientos, a la iniciativa de trabajar para modificar de fondo los problemas estructurales del partido, fue recibida con oídos sordos, por la sencilla razón de que afecta sus intereses. Es una demostración de que no existe en esta dirección ni interés ni voluntad para iniciar un proceso de transformaciones de la envergadura que se requiere”, señaló la Coalición.
La Coalición también propuso que el Pleno del Consejo se pronunciara por la renuncia del Presidente de la Replica Enrique Peña Nieto.
“A los graves problemas económicos que están afectando el bolsillo y la calidad de vida de la mayoría de los mexicanos y que siguen enriqueciendo a unas cuantas familias, y a la indignación y enorme rechazo que ha provocado más allá de nuestras fronteras los sucesos de Iguala, se agregan ahora las vergonzosas evidencias de enriquecimiento ilícito, corrupción y contubernio entre el presidente de la república, su esposa y empresarios beneficiados en el gobierno del Estado de México y ahora desde el gobierno federal. Estos hechos han puesto en evidencia la incapacidad, falta de sensibilidad y honestidad de Enrique Peña Nieto. Exigimos que el PRD se pronuncie por la renuncia del Presidente de la República”, indicó la Coalición.
Por otra parte, la mesa directiva del Consejo Nacional, presidida por Ángel Clemente Ávila Romero, quien pertenece a la corriente de “Los Chuchos” o Nueva Izquierda (NI), decidió por segunda ocasión realizar las votaciones y planteamientos de los consejeros a puerta cerrada, sin la presencia de los medios de comunicación.
Los medios tuvieron acceso al mensaje de Carlos Navarrete, y posteriormente Clemente Ávila los invitó a “salir para que nos dejen trabajar”.
No es la primera vez. Desde que tomó posesión la nueva mesa directiva, las discusiones sobre Ayotzinapa, el ex Gobernador Ángel Aguirre Rivero y ahora sobre el Protocolo para la Transparencia, se hacen a puerta cerrada.
“Es decisión de Nueva Izquierda, ellos tienen la dirección de la mesa, su presidente es de Nueva Izquierda. Son ellos los que determinan el cierre y nosotros no estamos de acuerdo. Es una mala señal, el PRD siempre ha sido un partido abierto, polémico y una manera que la gente tuviera simpatía o rechazo por el PRD, es que conocía las posturas. Ahora tenemos un debate pobre y cladestino, cerrado, se comunica lo que la mayoría quiere que salga”, criticó Guerrero.
El perredista indicó que Nueva Izquierda tiene temor a que se conozcan las discusiones del partido, por eso cierra el debate.
El 18 de octubre SinEmbargo cuestionó a Navarrete Ruiz sobre el porqué de realizar la discusión sobre Iguala a puerta cerrada, sin acceso a la prensa y contestó que así lo decidió la Mesa Directiva, pues se trataba de un tema que requería silencio y no bullicio.
“La tradición era que todos los consejos del PRD estuvieran abiertos a la prensa y a militantes que querían escuchar, con frecuencia era un barrullo y un ruido y las conversaciones impedían estar atentos. El reglamento del PRD dice que cuando por la seriedad del tema se tenga que discutir a solas, se pueda hacer. La Mesa Directiva tomó la decisión de ejercer sus facultades reglamentarias, no porque quisiéramos ocultar algo, sino porque el PRD tiene todo el derecho de determinar los criterios de cuándo se abren las sesiones a la prensa y a invitados”, contestó.
Pero en el interior de salón donde se realizó la sesión plenaria había radios encendidos, tocando música a todo volumen, para impedir que los reporteros escucharan a través de las puertas, lo que se discutía adentro.
“¿Dado que el caso Iguala mantiene a todo el país a la expectativa en torno a la actuación del PRD, no merecía transparencia y que los mexicanos se enteraran de todas las posiciones que se discutieron?”, se le preguntó.
Navarrete contestó: “El criterio de la mesa fue diferente”.