El 24 de junio de 2014 Fortuna "Chicca" Loffredo, de seis años, se precipitó desde la azotea del edificio en el que vivía, situado en el barrio napolitano de Parco Verde di Caivano, una de las zonas más degradadas de la ciudad italiana.
Roma, 30 abr (EFE).- La Fiscalía de Nápoles ha acusado a un hombre de la violación y asesinato de una niña hace dos años, un crimen envuelto en interrogantes este tiempo y que ha sido aclarado gracias a tres menores, que han roto el silencio de los adultos.
El 24 de junio de 2014 Fortuna "Chicca" Loffredo, de seis años, se precipitó desde la azotea del edificio en el que vivía, situado en el barrio napolitano de Parco Verde di Caivano, una de las zonas más degradadas de la ciudad italiana.
La menor fue trasladada inmediatamente al hospital, donde finalmente murió a causa de las graves heridas que presentaba, y tras la autopsia practicada emergió que había sufrido "abusos sexuales de manera crónica".
Esto suscitó la consternación en Italia debido a que un año antes, el 27 de junio de 2013, otro niño, Antonio Giglio, murió tras caer desde la séptima planta del mismo edificio.
Tras la muerte de la pequeña Chicca comenzó una investigación y las autoridades napolitanas acusaron ayer formalmente del asesinato de la menor a un vecino del edificio, Raimondo Capuoto, según recogen hoy los medios locales.
Capuoto además está encarcelado desde el pasado noviembre por violar supuestamente a las tres hijas de su pareja, Marianna Fabozzi, también detenida por complicidad.
El caso ha permanecido velado en el misterio durante más de dos años, ya que la principal hipótesis era que la menor había caído por descuido, pero la colaboración de otras niñas del barrio ha permitido este "cambio de dirección" en las investigaciones.
El fiscal Francesco Greco, junto a sus colaboradores, han llegado a la conclusión de que la menor fue asesinada por Capuoto "tras negarse a sufrir el enésimo abuso sexual".
Sin embargo, lo que ha levantado la polémica en Italia ha sido que los investigadores han debido enfrentarse a la inacción de los vecinos del barrio, que al parecer sospechaban las causas del suceso pero que callaban por "omertà", la ley del silencio.
Y es que, según informan los medios, han sido tres niñas del barrio, con algunos dibujos en primer lugar y después con su testimonio, quienes han permitido la detención de Capuoto, ya apodado como "el orco".
El fiscal adjunto Domenico Airoma, que ha participado en las indagaciones, ha asegurado en declaraciones recogidas por "Il Corriere della Sera" que "los adultos obstaculizaban la investigación pero los niños han permitido" llegar a la verdad.
El procurador Greco, según recoge el mismo medio, ha secundado a su colega y ha alertado del "alarmante contexto en algunos barrios de la zona norte de Nápoles, donde la infancia no es protegida y no se permite a los jóvenes crecer con normalidad".
La madre de la pequeña Chicca, Domenica Loffredo, que en un principio fue criticada por sus vecinos y calificada de poco atenta con sus hijos, declaró hoy a los micrófonos de SkyTg24 que ella siempre sospechó que la muerte de su hija no fue un accidente.
El presidente de la República, Sergio Mattarella, instó hoy a que las investigaciones sobre casos de presunta pederastia en el país sean "rápidas, amplias y severas", informaron los medios locales.