De acuerdo con esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas, se estima que en Somalia el número de personas sin acceso a agua y saneamiento pasará en las próximas semanas de 3.3 millones a 4.5 millones, esta última cifra se acerca a un tercio de la población del país.
Nairobi, 29 de marzo (EFE).- La falta de saneamiento pone en riesgo la salud y la vida de unos 27 millones de personas en países africanos afectados por la sequía y el hambre como Nigeria, Somalia y Sudán del Sur, además del Yemen, en el suroeste asiático, según una estimación divulgada hoy por Unicef.
"La combinación de malnutrición, agua sucia y falta de saneamiento crea un círculo vicioso del que muchos niños nunca se recuperan", declaró el director de Programas de Emergencias de Unicef, Manuel Fontaine, en un comunicado.
Según esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), consumir agua sucia provoca a menudo enfermedades relacionadas con la diarrea, que son muchas veces letales para niños con malnutrición.
La escasez de agua debido a la falta de precipitaciones, condiciones de saneamiento inadecuadas y prácticas higiénicas deficientes abocan a millones de personas a beber y utilizar agua sucia, agravando los problemas provocados en los citados países de África y Asia por los conflictos bélicos y la prolongada sequía.
En una región azotada por el terrorismo de Boko Haram como el noreste de Nigeria, el 75 por ciento de las infraestructuras de agua y saneamiento han sido destruidas o dañadas por la violencia, y 3.8 millones de personas no tienen allí acceso a agua potable, según Unicef.
En Somalia, uno de los países más diezmados por la sequía, la ONU estima que el número de personas sin acceso a agua y saneamiento pasará en las próximas semanas de 3.3 millones a 4.5 millones, cifra esta última que se acerca a un tercio de la población del país.
Muchas de las fuentes de agua disponibles se han secado por la falta de lluvias en Somalia, donde los casos de cólera y diarrea aguda se han multiplicado por cinco desde que comenzó el año.
La situación no es mejor en Sudán del Sur, un país que atraviesa una guerra civil y en plena sequía, donde la mitad de puntos de acceso a agua han sido destruidos por el conflicto. Más de 5 millones de personas carecen de agua potable y sistemas de saneamiento en Sudán del Sur.
En Yemen, la guerra que atraviesa el país ha dejado sin agua potable a 14.5 millones de personas, y 2 millones de niños están en riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la diarrea.
Varios programas de Unicef ayudan a paliar los efectos de la sequía y las carencias de saneamiento en millones de personas, sobre todo niños, en estos cuatro países.