Opositores creen que el gobierno federal busca ocultar la violencia con el cambio en las políticas de comunicación

29/01/2013 - 12:00 am

Ciudad de México, 29 de ene (SinEmbargo).– Los partidos de oposición se dijeron preocupados por el cambio de política de comunicación en materia de seguridad, anunciado por el gobierno de México el viernes pasado. La nueva administración federal, que ahora está en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), busca limitar la difusión de datos para “no hacer apología de la violencia”.

Pero los opositores expresaron fuertes suspicacias; ven una doble agenda en el anuncio, y no un interés sano por “dar una mejor imagen a México”. Revivieron su temor a que el PRI devuelva a Los Pinos la censura que aplicó durante los 70 años en el poder, y manifestaron sus sospechas de que se intenten manipular datos sobre la violencia con el fin de dar una idea falsa de que el problema de inseguridad se ha resuelto.

En 2011, el gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México fue sorprendido por la influyente revista inglesa The Economist manipulando información sobre homicidios. Ante el escándalo, el mismo Peña debió reconocer por televisión que había ofrecido datos alterados en un su último informe.

De acuerdo con los distintos recuentos realizados por los medios mexicanos, la violencia en el país sigue en aumento; pero, además, en las últimas semanas se ha recrudecido justo en el Estado de México, ahora en manos de otro priista: Eruviel Ávila. Milenio informó que sólo en diciembre de 2012 –primer mes de gobierno de EPN– se registraron 982 ejecuciones. Y en Edomex, la lucha entre bandas del crimen organizado, dejó 86 personas muertos en los primeros 27 días de 2013.

Diputados perredistas y líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) dijeron que lo que el gobierno federal pretende hacer ahora es ocultar información.

José Ángel Ávila, secretario de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, declaró que el Presidente de México enfrenta equivocadamente el problema de inseguridad.

“La peor forma de atender este problema es tratando de ocultar la información. No sólo es hoy por hoy una falta a los principios elementales de un buen gobernante, es una pésima medida, porque bajo el pretexto de evitar la apología del delito o la invitación a jóvenes a integrarse a las bandas del crimen organizado, en realidad de lo que se trata es de generar una impresión falsa sobre lo que el gobierno está haciendo o dejando de hacer”, declaró.

El perredista Pablo Gómez, representante del partido ante el Consejo Rector del Pacto por México, subrayó que Peña Nieto trabaja sobre la estadística que le heredaron sus antecesores panistas.

“No sabe otra cosa. Lo que sí llama mucho la atención es que el índice delictivo de Peña no ha caído. Eso quiere decir que no se tenían preparadas medidas de inteligencia. Vamos a ver lo que pasa en los próximos años. Sobre si oculta o no lo desconozco, pero lo vamos a saber pronto”, indicó.

Gloria Bautista Cuevas, Diputada federal por el estado de Oaxaca, opinó que el gobierno priista debe tomar medidas para solucionar el problema de la violencia y no evadirlo.

“Creo que trata de desviar la atención pero no lo logra, porque todos los días se sabe de la violencia. En Oaxaca, por ejemplo, padecemos por el delito de secuestro”, concluyó.

“APOLOGÍA DE LA VIOLENCIA”

Apenas el viernes pasado, el subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez Hernández, aseguró que los datos en materia de seguridad fluirán conforme se generen, “pero la presentación no será expuesta para que se use como apología de la violencia”.

“El propósito del gobierno es informar puntualmente a la ciudadanía de lo que está ocurriendo en materia de seguridad, pero no que los jóvenes sientan que son atractivas las actividades de la delincuencia para desarrollarse socialmente”, comentó Sánchez Hernández a Notimex, la agencia oficial del gobierno federal.

Dijo que México “tiene que cambiar y nosotros estamos contribuyendo a ello, por lo que pese a las modificaciones que se hagan con la nueva estrategia, la ciudadanía siempre estará informada de manera puntual

El jueves anunció que esta nueva estrategia de comunicación “pondrá más énfasis en la prevención del delito y participación ciudadana que en la difusión de las capturas o presentación de los delincuentes, para evitar la llamada apología del delito”.

Sin embargo, este anuncio no fue bien visto por los partidos de oposición. Inmediatamente después reaccionaron.

El presidente de la Comisión de Justicia del Senado, Roberto Gil Zuarth, criticó el mismo viernes “que el Gobierno federal busque dosificar la información sobre hechos violentos que ocurren en el país al señalar que con ello sólo pretenden generar la percepción de que la situación está mejorando”.

“Me parece que la intensión del nuevo Gobierno es simplemente ocultar el fenómeno de la inseguridad, ocultar las cifras, los datos, los diagnósticos, con el propósito de generar la percepción de que ya resolvió el problema. Pero el hecho de que no se hable de seguridad, o no dé una explicación de lo que pasa en el país, no va a ser la ruta por la cual se va a resolver el tema de la inseguridad. Es responsabilidad del Estado enfrentar al crimen organizado, a todas la expresiones de delincuencia y es una responsabilidad democrática dar cuenta de sus resultados y del camino que falta por hacer”, dijo el panista a la prensa mexicana.

La Senadora del PRD, Angélica de la Peña, expresó: “Lo que no se puede hacer es tapar el sol con un dedo. Hay una situación de violencia innegable, es un problema nacional y lo que se tiene que hacer es atender las causas. Decir ‘ya no hablen tanto de esto’, pero sin resolver el problema de fondo, me parece que puede resultar simplemente demagógico, pero imposible además de lograr”.

EDOMEX Y LA MANIPULACIÓN

Peña Nieto en su último informe como Gobernador de Edomex. The Economist descubrió que manipulaba datos. Foto: Cuartoscuro

No sería la primera vez que Enrique Peña Nieto falseara información relacionada con seguridad. El 5 de septiembre de 2011, cuando presentó su VI y último Informe como Gobernador del Estado de México, dijo que su administración había reducido sustancialmente los homicidios.

Sin embargo, el 22 de septiembre, la revista The Economist desmintió al entonces mandatario y precandidato presidencial por el PRI.

Peña Nieto dijo: “Uno de los logros más ilustrativo que hemos tenido es la reducción en la tasa de homicidios dolosos, por cada 100,000 habitantes, al pasar de 16.5 en 2005, a 7.6 en 2010. El resultado no es menor, considerando que en los últimos 5 años la respectiva tasa a nivel nacional subió de 10.6 a 21.9 homicidios por cada 100,000 habitantes”.

The Economist respondió: “La afirmación es absolutamente falsa. Los números que aparecen en el Informe del señor Peña son en realidad las cifras oficiales, pero no hacen mención de una revisión estadística realizada en 2007, que redujo a la mitad la tasa de asesinatos. Se puede ver un desglose, mes por mes, en el sitio web del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), un organismo federal. Si se compara diciembre de 2006 contra enero de 2007, cuando se introdujo la nueva metodología, se verá que el número de asesinatos en el Estado de México se redujo, por arte de magia, en 62% en el lapso de un mes”.

Poco después, Peña Nieto se retractó de las cifras en un programa informativo de Televisa.

LA MISMA ESTRATEGIA

El 16 de enero pasado, un análisis realizado por el Baker Institute sobre la estrategia contra los criminales lanzada por el nuevo gobierno mexicano –Nathan Jones, estudiante postdoctoral en Políticas de Drogas de la Universidad Rice–, dijo que el nuevo plan nacional de seguridad no es otra cosa que la continuación de la política implementada por el ex Presidente panista Felipe Calderón Hinojosa.

“Con un nuevo año y una nueva administración en México, podemos esperar una continuidad en la política sustantiva y cambio estilístico en la retórica que justifica esas políticas. Mientras que la nueva administración del Presidente de México, Enrique Peña Nieto (PRI), ha pregonado propuestas de reforma, hay más similitudes que diferencias al comparar su ‘nueva’ política de seguridad con la de la administración de Calderón”.

Agregó que en 2012, Peña Nieto regresó al PRI la Presidencia por primera vez en doce años, “ganando en gran parte debido al deseo del público mexicano de castigar al Partido Acción Nacional (PAN) por los altos índices de violencia que siguieron al asalto militarizado del Presidente Felipe Calderón contra el crimen organizado”.

Sin embargo, dijo, “los únicos cambios reales en el status quo de la política antidrogas en México no ocurrieron en México, sino en Estados Unidos”. Mencionó la aprobación del uso por entretenimiento de la mariguana en Washington y Colorado y señala que tienen “el potencial a largo plazo para reducir significativamente las ganancias de los cárteles, como los analistas mexicanos han señalado”.

“Además –abundó–, el impacto de la tragedia Newtown, Connecticut, tiene el poder de mejorar la cooperación México-Estados Unidos sobre el flujo de armas hacia México, en la medida en que galvaniza la opinión pública de los Estados Unidos”.

“La violencia en México podría bajar con el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto, aunque en su primer mes en el cargo tuvo 755 homicidios relacionados con las drogas que sugieren que esto no va a ser inmediatamente. Pero incluso si los niveles de violencia se reducen en su administración, para determinar si éste es el resultado de sus políticas o el disfrute de la tendencia preexistente, será difícil de analizar. Su política de seguridad no difieren mucho de las políticas de la administración anterior desde 2010. Los cambios principales han sido en el estilo y la retórica, no en la sustancia. Por lo tanto, al evaluar México, siempre se apuesta por la continuidad en el cambio”, concluyó.

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