La pobreza en México aumentó entre los años 2008 y 2014 al pasar de 44.3 por ciento a 46.2 por ciento, con lo que sumaron 55.3 millones de personas, reveló el Coneval. En su reporte destacó que la mayoría de la población tuvo problemas en los ingresos, al dispararse la proporción de personas con entradas insuficientes para adquirir la canasta alimentaria y comprar bienes y servicios. Este 2016 se previó publicar una actualización en la medición de la pobreza, pero el cambio que el Inegi hizo en la metodología de las encuestas, usadas por el Coneval, impidió la comparación con años anteriores. Las nuevas cifras del Instituto proyectaron una reducción de 11 millones de pobres en tan sólo un año, lo que provocó el descontento de especialistas y sociedad, quienes consideraron el nuevo método como una trampa estadística del Gobierno para acabar "por decreto" con la pobreza en el país.
Ciudad de México, 28 de diciembre (SinEmbargo).- Los niveles de pobreza de los mexicanos aumentaron entre los años 2008 y 2014, al pasar de 44.3 por ciento a 46.2 por ciento, con lo que sumaron 55.3 millones de personas, reveló un reciente estudio realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En el reporte Medición y Análisis de la Pobreza en México 2006-2015, el Coneval indicó que este crecimiento se debió, sobre todo, a la crisis económica y al aumento de los precios de los alimentos que afectaron a la población en 2009 y parte de 2010.
“La mayoría de la población tuvo problemas en los ingresos, al dispararse la proporción de personas con entradas insuficientes para adquirir la canasta alimentaria y comprar bienes y servicios”, indicó el organismo encargado de medir la pobreza en México.
Mencionó que estos dos fenómenos tuvieron como resultado un aumento en el porcentaje de población en situación de pobreza.
Mientras tanto, la pobreza extrema se redujo de 10.6 por ciento de la población en 2008 a 9.5 por ciento en 2014.
Para 2016 se previó publicar una medición de la pobreza, pero el cambio que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) hizo en la metodología de las encuestas, usadas por el Coneval, impidió la comparación con años anteriores.
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El 15 de julio, el Inegi publicó el Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS), documento que iniciaba con una breve explicación y con un aviso de que se habían realizado “acciones instrumentadas para mejorar la captación del ingreso en campo que hacen que el Módulo de este año no sea comparable con los ejercicios estadísticos previos”.
Esas acciones se concentraron en crear una nueva forma de captar los ingresos de los más pobres, pero provocaron también una ruptura en la serie histórica, mantenida desde 2008. Las cifras proyectaron un incremento real del ingreso a los hogares del 11.9 por ciento a nivel nacional y del 33.6 por ciento en los hogares más pobres. O una reducción de 11 millones de pobres en tan sólo un año.
Desde 2007, el Inegi y el Coneval han trabajado de manera conjunta en los diseños conceptual y estadístico del MCS. Este módulo es un instrumento para caracterizar aspectos socioeconómicos, incluido el ingreso de las familias mexicanas, lo cual posibilita que el Coneval, con rigor técnico, estime los indicadores de pobreza en el país.
Tras la publicación del Módulo, el Coneval, académicos y sociedad civil dieron cuenta de lo grave de los cambios y comenzaron los cuestionamientos sobre lo hecho única y exclusivamente por el Inegi.
El Coneval denunció que los cambios en la captación del ingreso realizados por el Inegi fueron una decisión exclusiva de ese instituto en 2015 y al margen del convenio de colaboración que Coneval tiene con ellos.
Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador del colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, integrado por más de 60 organizaciones civiles, sostuvo que el Inegi recurrió a una trampa estadística, porque aunque ya se sabía que el instrumento necesitaba mejoras, su modificación no fue producto de un trabajo colectivo, lo que terminaría por meter al Instituto en una crisis de credibilidad.
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Luego de la polémica, el entonces director general de Estadísticas Sociodemográficas del Instituto de estadística mexicano, Miguel Juan Cervera, renunció al cargo.
El 26 de julio, Coneval anunció que decidió posponer la publicación de la medición de la pobreza debido a que estaba evaluando los cambios hechos por el Inegi.
Julio Santaella, el actual presidente del Inegi, fue considerado a su llegada, como “un empleado” del Presidente Enrique Peña Nieto, al ser su candidato a presidir la mesa directiva del Instituto. Por su parte, su antecesor, Eduardo Sojo Garza Aldape dejó la dirección bajo el discurso de haber defendido la autonomía del Instituto. Sin embargo, tanto el convenio firmado con el Coneval, como el levantamiento de la encuesta, se dieron en la fase final de la administración de este último, junto con Rosario Robles Berlanga, que aún estaba al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
–Con información de Daniela Barragán