Madrid, 28 dic (dpa) – Fueron noticia en 2014, se impusieron, sufrieron golpes, resistieron, a veces ganaron y otras perdieron, y seguramente marcarán el año que viene, los protagonistas de la política en el mundo este 2014. Entre ellos, se encuentra el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, de quien su popularidad e impulso con el que inició su administración se vieron “muy golpeados” por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero. Además su gobierno ha sido acusado de actuar de manera tardía e insuficiente y de eludir sus responsabilidades políticas en el caso.
La semana pasada, la agencia dpa publicó un balance anual sobre el país que tituló: “México en 2014: 43 desaparecidos y la modernidad a prueba”.
“Tres meses bastaron en México para cambiar el curso de todo un año: la desaparición y presunta muerte de 43 estudiantes en septiembre puso en duda el andamiaje de modernidad que venía construyendo el gobierno.
El año pasado, el Presidente Enrique Peña Nieto había afirmado, en un discurso optimista, que 2014 sería el año de la “eficacia” en la aplicación de las reformas, pero las cosas no salieron del todo como pensaba”, planteó el artículo.
La desaparición de los normalistas, escribió la agencia, sacó a decenas de miles de manifestantes exigiendo su aparición con vida y el discurso sobre un país en transformación, que el gobierno había construido con tanto esmero, se sacudió en sus cimientos.
Recordó también que a fin de año estallaron otros problemas para Peña Nieto, desde denuncias de conflicto de interés por la adquisición de una casa a un contratista del Estado, a la caída de los precios del petróleo -fuente primordial de ingresos para México- y el resurgimiento de tensiones entre grupos civiles armados en el violento estado de Michoacán.
Diez protagonistas fundamentales del año que se va:
BARACK OBAMA (53): Después de un 2014 lleno de tropiezos tanto en política nacional como internacional, el Presidente Barack Obama sorprendió a todos en la recta final del año con dos anuncios: el acuerdo con el Presidente Raúl Castro para la normalización de las relaciones bilaterales con Cuba, rotas desde 1961, y el decreto migratorio, que frenará las deportaciones y dará permisos de trabajo temporal a cinco millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Aunque a partir de enero deberá enfrentarse a un Congreso dominado por los republicanos, se resiste a ser “un pato cojo” (un presidente que se acerca al final de su mandato sin capacidad para gobernar).
RAÚL CASTRO (83): Como en décadas pasadas, la isla, pese a su pequeño tamaño y peso relativo en el escenario mundial, consiguió ser protagonista de una de las principales noticias del año. Su Presidente, Raúl Castro, que heredó el poder de su hermano Fidel formalmente en 2008, anunció el histórico acuerdo con Estados Unidos que podría enterrar la “Guerra Fría” con Washington. Raúl Castro ha impulsado además en los últimos años una serie de reformas de mercado para intentar reflotar la economía de la isla, sumida en una crisis crónica desde comienzos de los 90. Ante la falta de reformas políticas, las económicas, y ahora el acercamiento a Estados Unidos, son el principal sello de su mandato.
DILMA ROUSSEFF (67): Comenzó el año con los menores índices de aprobación de su gobierno como consecuencia de las revueltas populares que tuvieron lugar en 2013 y que fueron las más multitudinarias desde la vuelta de la democracia en Brasil. Superó también los apocalípticos augurios que se hacían sobre el Mundial de Brasil 2014, el cual resultó exitoso. Ya en la campaña electoral para los comicios presidenciales, Rousseff consiguió hacer frente al vendaval de la opositora Marina Silva, que durante un par de meses fue la favorita en las encuestas, y superó finalmente en una muy reñida segunda vuelta al socialdemócrata Aécio Neves. Reelegida hasta 2018, pese a todo sigue teniéndolo difícil, por el lento crecimiento de la economía y por el que se perfila como el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil: las denuncias de millonarios desvíos de fondos en Petrobras, que ocurrieron cuando ella presidía el Consejo de Administración de la petrolera estatal.
XI JINPING (61): El nuevo Jefe de Estado chino puede mirar hacia atrás y ver cumplido un amplísimo programa en 2014, tanto en lo que respecta a los ejes del poder como en las reformas. Tras apenas dos años al frente del país comunista, Xi es sin duda alguna el “hombre fuerte” de China, en cualquier caso más poderoso que sus dos antecesores, Hu Jintao y Jiang Zemin. De hecho, hay quien lo compara ya con el arquitecto de las reformas Deng Xiaoping o el “Gran Timonel” Mao. Con su lucha contra la corrupción, Xi Jinping no sólo se ha quitado a numerosos adversarios del camino, sino también el férreo control de los veteranos del partido, que mueven los hilos tradicionalmente en China detrás de bambalinas. Ha trasladado el poder del círculo del Politburó a comisiones o grupos sobre seguridad, reformas económicas o seguridad cibernética, todos bajo su égida, por lo que ya lo han bautizado como “el presidente imperial”.
VLADIMIR PUTIN (62): El Presidente ruso es el hombre más poderoso del mundo, según la revista “Forbes”, y marcó sin duda el año que se va. Con la anexión de Crimea y su apoyo a los separatistas ucranianos desafió a los países occidentales, que le impusieron sanciones que han tenido duras consecuencias para la economía rusa. Pese a ello, su actitud ha sido la de resistir y llamar a los rusos a aguantar la crisis y sacar beneficios de ella, a través de una reconversión interna y una menor dependencia del petróleo. Aunque su popularidad ha caído, sigue gozando del apoyo de la mayoría de la población, aunque otros líderes mundiales lo traten con frialdad, como ocurrió en el G20 en Australia. Su enfrentamiento con Occidente hace temer que vuelva a surgir una situación similar a la de la Guerra Fría, y, lo que es peor para las millones de personas afectadas, aleja cualquier acuerdo que Rusia y Estados Unidos puedan lograr para acabar tanto con la guerra en Ucrania como en Siria y otras partes del mundo.
PAPA FRANCISCO (78): No lleva aún dos años como Papa, pese a lo cual el argentino Jorge Bergoglio ha sorprendido en este tiempo a propios y extraños con sus planes de reformas. Y a finales de año como mediador que facilitó el acuerdo entre Cuba y Estados Unidos. Entre los hitos de este año y medio están su propuesta para reformar la Curia, su consulta a las familias católicas para replantearse situaciones como el trato a los divorciados o a los homosexuales, su durísima condena a los abusos por parte de religiosos y su firme intención de reformar el banco vaticano para hacerlo una entidad transparente. Hizo además un histórico viaje a Cercano Oriente en el que pidió la paz y la convivencia entre judíos, cristianos y musulmanes.
ANGELA MERKEL (60): Nombrada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo, la Canciller alemana muestra a cada paso que hay motivos para ello. El primer año de su tercer gobierno dejó una actividad frenética con fuertes cambios dentro de Alemania y en el contexto internacional. Su alianza con los socialdemócratas le permitió a esta cristianodemócrata contar con el apoyo del 74.4% del Parlamento. Y aunque ha tenido que hacer concesiones reclamadas por sus aliados de centroizquierda -salario mínimo, aumento de ciertas ayudas, entre otros- el pragmatismo de Merkel consiguió que se adaptara a todos los desafíos. Lo que no ha cambiado ni un ápice es su defensa de la austeridad, que defiende a capa y espada en Europa. En el contexto de las tensiones con Rusia, es una de las pocas que aún mantiene cierto diálogo con Vladimir Putin, entre otros por su buen manejo del ruso.
ENRIQUE PEÑA NIETO: Las encuestas reflejan un final de año complicado para el Presidente mexicano, cuyo impulso inicial y popularidad se vieron muy golpeadas por la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala. Su gobierno ha sido acusado de actuar de manera tardía e insuficiente y de eludir sus responsabilidades políticas en el caso de los jóvenes, que según sicarios detenidos fueron asesinados, calcinados y sus restos arrojados a un río. Antes de que el caso Iguala opacara su gestión, Peña Nieto había conseguido el arresto de grandes narcotraficantes y la aprobación de leyes para poner fin al monopolio estatal en materia energética, entre otras grandes reformas que apuntaban a cambiar la imagen de un México sumido en la violencia por la de un país con grandes capacidades económicas y sociales. Sin embargo, las nuevas muertes volvieron a poner en primer plano la falta de soluciones a los 85 mil asesinatos vinculados con el crimen organizado en los últimos dos gobiernos, seguramente el mayor desafío al que se enfrenta el Estado mexicano.
FRANÇOIS HOLLANDE (60) – El Presidente francés es uno de los políticos que acaba el año más golpeado. Dos años después de su elección en 2012, su aprobación en las encuestas es mínima y algunos sondeos le dan apenas un 12 por ciento de simpatías. Sus mayores problemas son la falta de crecimiento económico y el elevado desempleo. Su Partido Socialista lleva perdiendo tres elecciones consecutivas -las municipales, las europeas y las de renovación parcial del Senado-. La oposición conservadora del UMP ha ganado terreno pero también se encuentra sumida en disputas internas y la situación ha dado alas al extremista y xenófobo Frente Nacional (FN).
NURI AL MALIKI (64) – El Presidente iraquí será recordado por haber facilitado con sus polémicas decisiones el terreno para el avance de la milicia terrorista Estado Islámico (EI). En sus ocho años como primer ministro, su gobierno dominado por los chiitas discriminó a la minoría sunita de forma sistemática, y así arrojó a muchos sunitas a los brazos del EI. Durante meses se aferró al poder en 2014 pese al aumento de la presión internacional para que se fuera y ante el avance de los yihadistas. Al final hasta desplegó tanques en Bagdad. Cuando lo abandonó incluso su más fiel aliado, Irán, finalmente tuvo que retirarse de primera línea, aunque sigue siendo vicepresidente.