El diario The Wall Street Journal denuncia este día que funcionarios del Gobierno federal exigieron moches a empresas durante las últimas fases del proceso de licitación de las televisiones digitales que se entregaron para poder concretar el llamado apagón analógico. De acuerdo con las fuentes consultadas por el rotativo, a las empresas se les exigieron entre 12 y 18 dólares por unidad para poder favorecerlas.
Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).– El diario estadounidense The Wall Street Journal denunció este día que funcionarios mexicanos exigieron "moches" a empresas para favorecerlas con contratos para las televisiones de la transición digital terrestre.
"Fue un fraude, toda una cadena de corrupción", dijo un alto funcionario al influyente rotativo.
The Wall Street Journal recordó que el gobierno promocionó el programa, "dirigido a madres de bajos ingresos, ancianos y otros beneficiarios de asistencia social, como un modelo de inclusión social y la mejor manera de empujar al país hacia adelante a partir de señales analógicas en la era digital.
"Pero personas con conocimiento de la compra masiva del gobierno de televisores digitales de 24 pulgadas en 2014 y 2015 dicen que el proceso estuvo plagado de corrupción en sus últimas etapas, haciéndose eco de una serie de acusaciones, malversación y el conflicto de intereses que han sacudido a la administración del presidente Enrique Peña Nieto en los últimos dos años", dice el medio en un reportaje firmado por Santiago Pérez y publicado en su sitio web.
De acuerdo con las fuentes anónimas citadas por WSJ, los funcionarios a exigieron a las empresas interesadas entre 12 y 18 dólares por cada aparato para favorecerlas durante el último fase del proceso de licitación de los aparatos, en el que la empresa Diamond, de la firma Taiwan Foxconn Technology, resultó beneficiada.
El medio no menciona los nombres de los funcionarios, ni los cargos.
El periódico norteamericano recuerda que en las primeras etapas, el Gobierno mexicano no tomó en cuenta a Samsung porque no cumplían con las especificaciones técnicas y en segundo lugar quedó Diamond.
Diamond, destaca el medio, entregó casi la tercera parte de los 6.5 millones de televisores que formaron parte del programa. También recibió "excepciones de derechos de importación para algunos de sus componentes de TV" y "obtuvo financiamiento de un banco estatal para cubrir las necesidades de capital de trabajo vinculados a los pedidos masivos", dice el medio.
The Wall Street Journal señaló que Diamond fue la única compañía que recibió contratos en todas las rondas de compra organizadas por la SCT y, días antes de que se venciera la fecha límite en la que se debía de concretar la transición, le fue asignada de manera directa un contrato de entrega de 460 mil televisiones.
Consultado al respecto por WSJ, Rodrigo Ramírez, Oficial Mayor de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aseguró que el contrato para el contrato se hizo así por falta de tiempo.
"Pero una persona con conocimiento directo de las subastas dice que había otra razón por la cual las empresas internacionales les fue mal: Ellos no querían pagar sobornos. Esta persona dijo que los sobornos que se solicitaron iban desde 12 a 18 dólares por unidad, en dólares estadounidenses, en un momento en que los proveedores de televisión fueron presionados por la fuerte depreciación del peso mexicano", dice el periódico.
"Lo niego categóricamente. ¿Por qué? Estas son empresas serias. No empresas globales, pero casi. Tienen relaciones con Asia, con los EU [...]. El cuestionamiento sobre el procedimiento también pone en duda a las empresas involucradas", dijo el funcionario.
El medio asegura también que al recibir ese último contrato la empresa no contaba con el capital para poder llevar a cabo la tarea, y que el financiamiento les era negado por instituciones ante la falta de un historial que los respaldara. Sin embargo, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), institución del Gobierno mexicano encargado de promover y financiar las exportaciones de bienes y servicios de pequeñas y medianas empresas, lo hizo, señala el medio.
Bancomext se negó a dar información bajo el argumento del secreto bancario, dijo WSJ.