El estudio, publicado en la revista Frontiers in Psychology y en el que participa la doctoranda Sandra Trujillo, del departamento de Psicología Experimental de la UGR, propone un entrenamiento psicológico dirigido a excombatientes del conflicto armado en Colombia.
Granada, España/Ciudad de México, 28 de mayo (EFE).- Las universidades de Granada (España) y Antioquia (Colombia) han diseñado un entrenamiento psicológico para excombatientes en conflictos armados que mejora su integración social y reduce su agresividad y que ya han probado ex miembros de grupos paramilitares colombianos.
Se trata de una nueva propuesta de intervención psicológica de doce a catorce sesiones de duración para mejorar la integración de los excombatientes, denominado Social Cognitive Training (SCT), según informó la Universidad de Granada (UGR) en un comunicado.
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Psychology y en el que participa la doctoranda Sandra Trujillo, del departamento de Psicología Experimental de la UGR, propone un entrenamiento psicológico dirigido a excombatientes del conflicto armado en Colombia.
Se centra en antiguos miembros de grupos ilegales, en particular de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de los paramilitares surgidos para combatir a estas dos organizaciones guerrilleras.
En la actualidad, estos excombatientes ya se encuentran en una ruta hacia la integración, cuya finalidad es su adaptación a actividades y entornos cotidianos, para lo que deben tratar el estrés postraumático y la depresión.
El estudio ha demostrado que el método convencional resulta menos efectivo que el entrenamiento propuesto, que trabaja en tres ejes distintos al abordar las emociones básicas, las habilidades sociales y la denominada "Teoría de la Mente" o la capacidad de tener consciencia de las diferencias entre el punto de vista de uno mismo y el de los demás.
"Los participantes son evaluados antes y después del tratamiento a través de una serie de pruebas psicológicas y tareas computerizadas de reconocimiento de emociones, que registraron la actividad eléctrica del cerebro y la respuesta de estas personas a imágenes emocionales que se presentaron durante el desarrollo del trabajo", explicó Trujillo, autora principal del estudio.
La investigación ha comprobado una reducción de actitudes agresivas y una mejora del reconocimiento y de la adopción de actitudes sociales complejas en los excombatientes que habían experimentado con esta propuesta de entrenamiento, con la que adquieren mejores estrategias para identificar sus emociones.
"Estos cambios no se observaron con aquellos excombatientes que fueron evaluados con el mismo protocolo pero que continuaron con el tratamiento convencional", destacó Trujillo, que confía en implementar este sistema en todo el territorio colombiano para lograr resultados que mejoren los tratamientos psicológicos.