A México “le está yendo bien” y la “economía es fuerte”, aseguró el Presidente Enrique Peña Nieto tras la publicación de indicadores como las ventas, la Inversión Extranjera Directa y el PIB. De inmediato le llovieron críticas en sus redes sociales: “Cuando dice ‘nuestra’ [economía], ¿se refiere a la suya y la de su familia? Porque de otro modo no entiendo. La mayoría de las familias mexicanas están batallando”, le respondió una mujer, que bien podría haber hablado por millones.
Analistas consultados por SinEmbargo también criticaron las selección de indicadores del titular del Ejecutivo con el que intentó pintar el panorama alegre de su mensaje y resaltaron algunas que implican un golpe evidente al bolsillo y que explican los reclamos ciudadanos: la inflación y la alta tasa de informalidad, entre otros. Llamaron a no sobrevalorar las cifras y a aplacar “el falso optimismo por un solo repunte”.
Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).– El Presidente Enrique Peña Nieto eligió los indicadores económicos que aparentan “que a nuestro país le está yendo bien” para asegurar que la economía nacional “es fuerte”, pero omitió otros como la tasa de inflación y los niveles salariales que completan el panorama y llaman a “tomar cautela” por la inestabilidad del entorno internacional antes de caminar hacia el “el falso optimismo por un solo repunte”, aseguraron economistas y ciudadanos.
El martes, cuatro meses después del gasolinazo y el incremento del dólar a 22 pesos por la incertidumbre de la presidencia de Donald Trump, el mandatario compartió un mensaje en redes sociales para destacar el aumento en marzo de las ventas al mayoreo (11.4 por ciento) y al menudeo (6.1 por ciento) frente al mismo mes del año pasado. También enfatizó el incremento en el primer trimestre de la Inversión Extranjera Directa (7 mil 945 millones de dólares) “por la confianza en nuestro país” y del Producto Interno Bruto (2.8 por ciento) que mide la producción y consumo del país.
Luis Ángel Monroy Gómez Franco y Carlos Brown, economistas por el Colegio de México, coincidieron en entrevista que el crecimiento económico registrado durante los primeros tres meses del año fue mayor al esperado ante el “temor” y “pesimismo” por el efecto severo que podrían tener las políticas comerciales de Trump, las cuales han sido frenadas por el momento. Sin embargo, dijeron, ese “moderado” 2.8 por ciento no se ve reflejado en el ingreso de la mayor parte de las familias por el incremento de los precios de bienes y servicios: 6.17 por ciento en la primera quincena de mayo y no se espera que la tasa baje hasta 2018.
“Ha habido un crecimiento moderado en el primer trimestre, pero sigue siendo por debajo de lo que se requiere para mejorar las condiciones de vida de la población y no garantiza que sea un crecimiento sostenido, sobre todo en un contexto de inestabilidad porque la clave es qué va a pasar con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la cual quieren acelerar antes de las elecciones de 2018. Además, el crecimiento no implica desarrollo por sí mismo, debe haber derramas distribuidas”, expuso Brown.
Además, la Inversión Extranjera Directa “se debe de tomar con pinzas” porque es mayor que en el sexenio pasado ya que durante la crisis financiera de 2008 hubo una fuerte fuga de capitales, añadió el economista. Solo una cuarta parte (25.4 por ciento) de la reportada recientemente por la Secretaría de Economía viene de nuevas inversiones, y el 63.2 por ciento es renovada.
Luis Ángel Monroy Gómez Franco, economista por el Colegio de México, añadió dentro de los indicadores por considerar al ingreso laboral, el cual se contrajo en el cuarto trimestre de 2016. En 2017 ha crecido, pero aún es 0.7 por ciento menor al observado en julio-septiembre. Esto se derivó de que los incrementos de los salarios nominales no fueron mayores al aumento en los precios de bienes y servicios durante el mismo periodo.
“No hay que ser extremadamente optimistas, sino menos pesimistas que al principio de año para tener una evaluación de la situación económica. Se observa un mayor crecimiento al esperado para este año, pero no con una dinámica sostenida en el tiempo y ese crecimiento no se está viendo reflejado en el ingreso real de la mayor parte de las familias debido al incremento de los precios”, expuso Monroy Gómez Franco en entrevista.
Algunos usuarios de Facebook que comentaron el mensaje del Presidente escribieron que se refería a “su economía” o a la de gobernadores señalados por corrupción, no a la de las familias mexicanas.
“Cuando dice ‘nuestra’ [economía], ¿se refiere a la suya y la de su familia? Porque de otro modo no entiendo. La mayoría de las familias mexicanas están batallando”, comentó una mujer. Desde Nayarit, un ciudadano lo invitó a irse a vivir a su estado durante una semana “a ver si desde aquí abajo tiene esa visión que con 80 pesos diarios puede vivir una familia y tener ese futuro que usted dice”.
Un ciudadano más le pidió caminar en las colonias populares para hablar con las personas de clase baja “y no sólo con los de corbata”, además de ver cómo viven para que se dé cuenta “de cómo está en verdad el país”.
Carlos Brown recordó la existencia de dos Méxicos: el industrial y de alta productividad insertado globalmente ubicado en ciudades y al norte del país y el otro, donde la mitad de la población vive en pobreza. Los reclamos, dijo, vienen de ese México del sur.
Respecto al crecimiento mensual de la ventas, que, dijo Peña Nieto, “muestra que los hogares mexicanos siguen aumentando de forma importante su consumo”, Gerardo Esquivel, también economista del Colegio de México, resaltó en su cuenta de Twitter que el incremento de varios indicadores económicos en marzo se debe a un factor estacional. En 2016, explicó, la Semana Santa cayó en marzo, mientras que este año fue en abril. Por eso esta vez hubo más días hábiles y por lo tanto mayor actividad económica.
Además, el Índice de Confianza del Consumidor cayó en abril 5.6 por ciento respecto al año pasado. Dentro de sus componentes, todos a la baja, las posibilidades de los hogares –comparadas con las de hace un año– para realizar compras de bienes durables cayó 10.8 por ciento. La percepción de la situación económica del país comparada con la de hace 12 meses también disminuyó 10.6 por ciento anual.
Peña Nieto también expuso que el Indicador Global de la Actividad Económica creció 4.4 por ciento en marzo respecto al mismo mes del año pasado, el mayor aumento para marzo en seis años. Sin embargo, Esquivel matizó que lleva dos meses a la baja desde febrero.
Asimismo, José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, afirmó en Agenda Pública que el crecimiento económico responde a que las familias mantienen un nivel de consumo mayor a lo esperado durante el primer trimestre y al aumento durante cuatro meses de las exportaciones. De enero a abril subieron 9.2 por ciento, en su mayoría automotrices y de maquinaria enviadas a Estados Unidos.
Aunque en el primer trimestre se creció 2.8 por ciento, más que en los últimos seis trimestres, el pronóstico de la Secretaría de Hacienda (SHCP) para 2017 está entre 1.5 y 2.5 por ciento, por lo que la misma instancia “prevé que la economía crezca menos para los siguientes trimestres”, evaluó de la Cruz.
La tasa anual a la que debería crecer el país, de acuerdo con México, ¿Cómo vamos?, es de 4.5 por ciento.
LOS DATOS QUE EL PRESIDENTE OMITIÓ
A la declaración de que la economía “es fuerte”, una usuaria le dijo al Presidente Enrique Peña Nieto que “en la de su mundo” porque “en el de los mexicanos es otra realidad”. Tus números, tus estadísticas, tus gráficas: “¡no valen!”, remató la mujer.
Aunque las cifras mencionadas por el jefe del Ejecutivo son oficiales, economistas destacaron otros (también publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía) omitidos durante el mensaje:
–El Índice Nacional de Precios Productor, que se traspasa al precio de bienes y servicios, subió a 8.75 por ciento en abril.
–La tasa de inflación alcanzó un 6.17 por ciento en la primera quincena de mayo, más del 3 por ciento esperado por el Banco de México (Banxico), presionada al alza por el tipo de cambio (18.70 pesos) y por el incremento en enero de entre 14 y 20 por ciento al precio de las gasolinas por el retiro del subsidio.
“Cuando la inflación ya está en 6.2 por ciento en la primera quincena de mayo, [los precios de] alimentos, bebidas y la parte energética está por arriba de lo esperado por el Banco de México. Eso merma el poder adquisitivo de las familias. En la parte de productores la inflación casi llega al nueve por ciento y existe la posibilidad de que eso se siga transfiriendo a los precios de bienes”, afirmó el analista económico José Luis de la Cruz.
Esta es una tasa similar a la de hace 15 años, pero ahora con una tendencia a incrementarse y no a bajar como ocurrió en 2002. Eso, dijo, anuncia un endurecimiento a la política monetaria, es decir, el incremento a la tasa de interés de Banxico –actualmente en 6.75 por ciento– para intentar contener la inflación. “Aunque de momento no lo ha logrado” y eso implica el encarecimiento del crédito y de las deudas.
Carlos Brown advirtió que los incrementos en la tasa de interés registrados desde mediados de 2015 apenas se verán reflejados en este trimestre.
“A mí me gustaría que todo esos elogios que siempre se hacen los presidentes sobre que todo va de maravilla se vieran reflejados en el poder adquisitivo de la clase trabajadora”, opinó un ciudadano más.
–29.7 millones de mexicanos laboran en el sector informal y por lo tanto sin seguridad social en el primer trimestre del año. La cifra representa un 56 por ciento, más de la mitad, de la población ocupada.
–1.8 millones de personas sin empleo en el mismo periodo (enero-marzo). La cifra es menor a la registrada en la crisis de 2008-9.
Jonathan Heath, analista económico, también consideró que los datos del primer trimestre sobre la actividad económica son mixtos.
La inflación creciente en los primeros meses del año “ha sido lo más dañino”, al restar el poder adquisitivo al ingreso de las familias. Y aunque el empleo sigue en ascenso y la tasa de desempleo baja (3.6 por ciento), no hay mejoría en los salarios.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), del sector empresarial, impulsa un incremento del salario mínimo a 92.71 pesos frente al actual de 80.04 pesos, insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y servicios básicos (vivienda, salud, educación). Pero no ha encontrado eco.