Documentos hechos públicos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos revelan que las armas del fallido operativo “Rápido y Furioso” estuvieron presentes en matanzas en Tlatlaya, en los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa y la Ciudad de México, entre otros. Durante el operativo que se realizó de 2009 a 2011, al menos 2 mil 500 armas fueron introducidas de manera ilegal al país.
Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).- Las armas del operativo “Rápido y Furioso” se utilizaron en al menos 69 asesinatos cometidos en México en los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, la Ciudad de México y otros nueve estados del país, revelaron documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Los documentos muestran que de las 94 armas de fuego que formaron parte del fallido operativo y que pudieron ser recuperadas por las autoridades, 20 fueron identificadas como “implicadas” en hechos violentos.
La operación “Rápido y Furioso”, fue iniciada por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en el año 2009 para vender armas a presuntas bandas de criminales y dejarlas pasar hacia la frontera mexicana con el objetivo de poderlas rastrear y darles seguimiento, esperando identificar a los responsables del tráfico, sin embargo, cientos de estas armas fueron robadas y cayeron en manos de integrantes de cárteles de la droga.
Cálculos señalan que la ATF permitió que al menos 2 mil 500 armas fueran compradas ilegalmente y transportadas a México.
De acuerdo con los documentos obtenidos a través de una petición hecha el 17 de marzo a la ATF a través del llamado Sistema Libre de Acceso a la Información (FOIA, por sus siglas en inglés) por parte del sitio estadounidense Judicial Watch, estas armas estuvieron involucradas en al menos cinco matanzas en territorio mexicano.
Una de estas armas, un fusil 7.62 mm, fue recuperado en Tlatlaya, Estado de México, donde el 30 de junio de 2014 fueron presuntamente ejecutados 22 civiles a manos de elementos del Ejército.
El 22 de mayo de 2015 se recuperaron otros dos fusil 7.62 mm luego de un tiroteo en el Rancho El Sol, en Michoacán, donde murieron 42 presuntos integrantes de un cártel y un elemento de la Policía Federal.
El 7 de agosto del año pasado, un fusil de 7.62 mm se encontraba entre las cinco armas de fuego recuperadas en Parral, Chihuahua, de un vehículo robado abandonado en el que se encontraron tres acribillados.
El 29 de enero de 2013, un fusil de 7.62 mm fue incautada en Hostotipaquillo, Jalisco, tras relacionársele con el asesinato del jefe de la Policía Municipal, Luis Lucio Astorga y su escolta.
En enero de este año se recuperó un rifle .50 en un escondite de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, en los Mochis, Sinaloa.
LA LISTA CONTINÚA
El pasado 27 de julio, el director de Seguridad Pública del municipio de Valle de Zaragoza, Chihuahua, Juan Carlos Delgado Zúñiga, de 48 años, así como dos de sus agentes, Gerardo García Gutiérrez, de 32 años y Fernando Osorio Ventura, de 37, fueron asesinados por sujetos fuertemente armados, quienes abrieron fuego en contra de los policías cuando realizaban patrullajes en el exterior de un gimnasio donde se realizaba un baile.
De acuerdo con el diario Usa Today, durante ese enfrentamiento en Valle de Zaragoza se utilizó un rifle WASR-10 comprado seis años atrás en Estados Unidos. El medio cita un informe del Departamento de Justicia que fue entregado a dos legisladores republicanos, presidentes de comités del Congreso de Estados Unidos.
No se supo de manera inmediata qué arma fue la que ocasionó las heridas mortales a los policías. Sin embargo, oficiales de ATF rastrearon el rifle WASR hasta el 12 noviembre de 2009. La transacción fue parte de la fallida operación federal de tráfico de armas.
El periódico estadounidense dio a conocer en marzo pasado una carta, en la que el Procurador General Adjunto, Peter Zadzik, informa sobre el asunto a los presidentes del Comité de Justicia del Senado, Charles Grassley, y al de Supervisión y Reforma del Gobierno, Jason Chaffetz.
“La ATF y el Departamento [de Justicia] lamentamos profundamente que las armas de fuego asociadas con la ‘Operación Rápido y Furioso’ hayan sido utilizadas por los delincuentes en la comisión de crímenes violentos, en particular los crímenes que resultan en la muerte de civiles y agentes encargados de hacer cumplir la Ley”, dice el documento.
“La ATF acepta toda la responsabilidad por la ejecución fallida de ‘Rápido y furioso’, y seguirá apoyando a la Policía mexicana en los esfuerzos para recuperar e identificar las armas relacionadas”, agrega.
La misiva del Departamento de Justicia detalla además, según lo publicado por Usa Today, que 885 armas compradas por los objetivos de la operación de ATF han sido recuperadas. De ese número, 415 fueron localizadas en Estados Unidos y 470 “parecen haber sido recuperadas en México”.
El documento citado por Usa Today indica que de acuerdo a informes anteriores, que una de las 19 armas – un rifle de calibre .50 – recuperado en la incursión de enero en México que dio lugar a la recaptura del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, también se remonta a la operación de la ATF.
A finales de enero pasado se dio a conocer que un rifle calibre .50 encontrado por las autoridades mexicanas en la casa de Los Mochis, Sinaloa, de donde escapó Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera el 8 de ese mismo mes, horas antes de ser capturado, es una de las 2 mil armas del programa “Rápido y Furioso”.
De acuerdo con funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, consultados por Fox News, de las armas vendidas mediante este programa 34 eran rifles de calibre .50 capaces de derribar hasta un helicóptero. Las mismas fuentes comentaron que no están seguros de cómo llegó el rifle a la casa de Guzmán Loera o en dónde fue comprado, pero, dijeron, ya están investigando el caso y si otras de las armas incautadas son parte del programa.
Tras el operativo realizado por la Secretaria de la Mariana en la casa donde se escondía Guzmán Loera, fueron decomisadas ocho armas. Posteriormente, los agentes de la ATF comprobaron los números de serie del armamento utilizado por el capo sinaloense, sólo para darse cuenta que uno de los dos rifles de alto poder llegó a través de esta operación.
Este miércoles, el Departamento de Justicia de EU confirmó que el arma está asociada con el Operativo Rápido y Furioso, un fallido programa de rastreo de armas traficadas.
El departamento estadounidense dijo en una carta al Congreso que un fusil calibre 0.50 recuperado tras el arresto de “El Chapo” en enero fue rastreado hasta Rápido y Furioso.
Los funcionarios dijeron que el fusil fue una de las 19 armas de fuego recuperadas del escondite y fue el único que determinaron estaba relacionado. Fue comprado en el 2010 por alguien no conocido por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) en el momento.
EL TRÁFICO DE ARMAS
Más de 70 mil armas recuperadas de las escenas de los crímenes cometidos en México entre 2009 y 2014 podrían provenir de los Estados Unidos, de acuerdo con un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos (GAO por sus siglas en inglés) publicado en enero.
Es decir, la cifra representa el 70 por ciento de todas las armas usadas en crímenes y que fueron recuperadas y rastreadas en México durante ese período.
El reporte refiere que las armas de fuego que adquieren las organizaciones criminales en los Estados Unidos se transportan principalmente por tierra hacia México utilizando las mismas rutas y métodos empleados en el contrabando de dinero en efectivo y de drogas.
“La organizaciones de tráfico de armas de fuego obtienen con frecuencia armas de fuego de los vendedores privados sin licencia en los mercados secundarios, sobre todo en las ferias de armas y mercados de pulgas o por medio de anuncios o publicaciones en Internet”, dice el informe gubernamental.