Ciudad de México, 27 de noviembre (SinEmbargo).– Organizaciones de los derechos de los migrantes condenaron el asesinato de dos defensores de este grupo vulnerable de personas y denunciaron la falta de protección por parte de las autoridades locales y federales ante las agresiones de las que son víctimas.
En conferencia de prensa, el Colectivo Ustedes Somos Nosotros afirmó que “estos hechos representan un caso muy grave de ataque a defensores de derechos humanos de migrantes. Es la primera vez que en nuestro país las amenazas de muerte y el hostigamiento de grupos delincuenciales que controlan la ruta migratoria de centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos llegan al extremo al privar de la vida humana a dos personas que enfocaban su labor diariamente en el apoyo a las personas migrantes”.
El pasado 23 de noviembre, Adrián, quien desde hace más de seis años brindaba ayuda humanitaria a las personas migrantes en tránsito por México en el zona de Tequixquiac y Huehuetoca y, Wilson, migrante de origen hondureño regularizado en el país apenas hace 20 días, fueron asesinados en el municipio de Tequixquiac, Estado de México.
Aproximadamente a las 17:30 horas del domingo, la pareja regresaba de dar de comer a migrantes en la zona del basurero cuando fueron atacados por desconocidos a balazos.
De acuerdo con las organizaciones, ambos presenciaron en febrero pasado cuando un grupo de maras intentó asaltar a migrantes en la zona del basurero. Adrián y Wilson sometieron a los agresores y los presentaron ante las autoridades. A raíz de este hecho fue que el hondureño consiguió la visa humanitaria, pero también los convirtió en blanco de hostigamientos y amenazas.
“La muerte de Adrián y Wilson, desgraciadamente, cristaliza la omisión del Estados para generar condiciones para que las personas puedan realizar su labor sin arriesgar su integridad física”, denunció el colectivo Ustedes Somos Nosotros en comunicado.
Por su parte, el padre Pedro Pantoja, de la casa del migrante Belén de Saltillo, Coahuila, condenó la agresión contra los defensores y denunció que “desde Lechería hasta Bojay es un territorio del terror reproduce el modelo de un México que es un cañaveral en llamas, sembrado de asesinatos, desaparecidos y secuestrados”.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) también se pronunció energéticamente por el acto e hizo un llamado a las autoridades para llevar a cabo una investigación exhaustiva e imparcial de los hechos.
Expuso que el asesinato de estos defensores “es un indicio más de los múltiples riesgos que existen para las personas que apoyan a los migrantes en tránsito y la vulnerabilidad extrema de esta población”.
ENTRE DOS FUEGOS
El padre Pantoja aseguró que “las casas del migrante están entre dos fuegos, entre la violencia del crimen organizado y la violencia del Estado”, por lo que hizo un llamado a las autoridades para investigar el caso y para que “la muerte de Adrián y Wilson sea una semilla de esperanza” ante tanta sangre.
La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos contabilizó que entre enero de 2011 y diciembre de 2013, han sido asesinados 27 defensores de derechos humanos.
“¿Cuántos defensores de derechos humanos y periodistas tienen que matar para tener estado de derecho?, cuestionó el sacerdote.
La WOLA destacó que este evento subraya la situación de peligro en que viven los y las defensores de derechos humanos en México, quienes realizan un trabajo que es fundamental para la protección de los derechos humanos en el país.
En un comunicado, reiteró que “aunque el gobierno federal cuenta con un Mecanismo Nacional para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, WOLA ha recibido numerosos informes de contrapartes en México que señalan defectos persistentes en el funcionamiento de tal Mecanismo a raíz de la falta de recursos y personal, además de la falta de cooperación por parte de autoridades estatales y locales”.
Agregó que: “La muerte de estos dos defensores subraya la importancia de tomar pasos más contundentes para fortalecer este mecanismo y asegurar la participación activa de los tres niveles de gobierno en el mismo”.
De acuerdo con el Colectivo Ustedes Somos Nosotros, “el actuar de las bandas criminales en el corredor migratorio Lechería- Huehuetoca – Tequixquiac-Apazco – Bojay han sido denunciadas de manera constante desde hace varios años por diversos organismos de derechos humanos ante instancias municipales, estatales y federales sin que se haya realizado una estrategia real y efectiva por parte del Estado Mexicano para lograr detener la ola de abusos, delitos y violaciones a derechos humanos de las que son objeto las personas migrantes y; el grave riesgo que corren defensores, defensoras, voluntarias, voluntarios y personas de la sociedad civil que brindan ayuda humanitaria en la zona”.
Integrantes del Colectivo criticaron a las autoridades por no proceder de manera inmediata ante el hecho y por la falta de atención hacia los migrantes.
El activista Jorge Andrade explicó que el crimen organizado opera en el corredor que va de Lechería a Bojay sin que las autoridades hagan nada. Detalló que sujetos a bordo de camionetas secuestran a migrantes y que pese a las denuncias por violencia y agresiones no hay detenciones.
“Adrián y Wilson no debieron morir”, afirmó Andrea González, integrante del Colectivo.