Ciudad de México, 27 de octubre .-Los casos de Tlatlaya, en el Estado de México, y Ayotzinapa, en Guerrero, aunados a las reformas estructurales que se aprobaron durante 2013, son suficientes para que el Presidente Enrique Peña Nieto renuncie antes del primero de diciembre y se llame a elegir un nuevo titular del Ejecutivo en 2015, propuso ayer Andrés Manuel López Obrador, líder del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ante miles de seguidores congregados en el Zócalo de la Ciudad de México.
Después de un mes de la desaparición los 43 normalistas de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, el tabasqueño exigió en un mitin masivo que los jóvenes sean presentados con vida y se pronunció por un cambio profundo en el sistema político mexicano.
López Obrador indicó que sólo hay dos vías para cambiar al país: con cambio de política y sin cambio de Presidente de la República y, el otro, con cambio de política y de Presidente.
“La opción que no debe descartarse porque en el estricto apego a la realidad, es la que más conviene al pueblo y a la nación, es que Peña Nieto renuncie antes del primero de diciembre”, dijo.
López Obrador indicó que la renuncia de Peña Nieto es para enfrentar la crisis que aqueja al país y con un nuevo gobierno lograr el “renacimiento de México”.
Si Peña Nieto renuncia antes del primero de diciembre, se llamaría a elecciones el 7 de julio del próximo año, indicó.
“Esta opción la planteé desde el 5 de junio, luego de pensarlo, reflexionarlo, antes de los fusilamientos de Tlatlaya y de los dolorosos hechos de Iguala y lo reiteré el 25 de agosto, después de lo de Tlatlaya, escribí en mi face: ‘Los hechos demuestran que la economía sigue estancada, agobia el desempleo, prevalece la violencia y el gobierno se ha corrompido por completo, con las reformas impuestas en materia fiscal y energética se corre el riesgo de una mayor degradación y un estallido social’, es decir, si ya sabemos que nada bueno puede esperarse con la permanencia de Peña en la Presidencia, ¿por qué aguantar al 2018?”,dijo.
El tabasqueño planteó elegir a un nuevo Presidente, porque Peña Nieto por “su ignorancia y mala fe está dañando al país”, mientras los asistentes gritaban: “¡Fuera Peña! ¡Fuera Peña!”.
Obrador planteó como otra opción, en caso de que el Presidente de la República no renuncie, que se deroguen las reformas estructurales como la Energética y Fiscal, y volver a empezar en materia de Justicia, Hacienda y Administración Pública.
El tabasqueño exigió el despliegue inmediato de todos los esfuerzos por hacer justicia en el caso Guerrero y demandó: “Los 43 normalistas deben aparecer con vida y los autores intelectuales y materiales deben ser juzgados, así como a las autoridades responsables de lo que sucedió a los jóvenes”.
Propuso crear una Comisión de la Verdad con ciudadanos íntegros como la escritora Elena Poniatowska, el padre Alejandro Solalinde y el abogado de los padres de los normalistas, Vidulfo Rosales Sierra.
Andrés Manuel dijo que México está gobernado por una “banda de malechores” y que la violencia surgió por el abandono de las actividades productivas y del campo, por la falta de empleos y la pérdida de valores y culturales.
AGUIRRE NEGÓ BECAS A ESTUDIANTES
A la movilización convocada durante el Primer Congreso Nacional Extraordinario que Morena realizó el 15 de septiembre, 10 días antes de la desaparición de los 43 normalistas, asistieron contingentes del partido del Distrito Federal y del interior de la República Mexicana, así como del Partido del Trabajo (PT) y de la Alianza de Tranviarios.
Frente a sus seguidores, AMLO acusó a sus enemigos políticos de tratar de colocarlo al mismo nivel que el resto de los políticos que tienen responsabilidad en el caso de los normalistas desaparecidos.
El tabasqueño se deslindó del ex Gobernador Ángel Aguirre Rivero. “Estuve como dos días escribiendo un texto y fui a Chilpancingo con los líderes de Morena; si Aguirre firmaba un convenio que decía que se iba apoyar al pueblo, apoyo a madres solteras, detener el proyecto de La Parota”, indicó Obrador al explicar lo que sucedió durante la campaña de Aguirre para Gobernador, cuando, dijo el ex candidato, también le pidió al Ejecutivo estatal que otorgara becas a los estudiantes, así como plazas para los normalistas de Ayotzinapa.
López Obrador aclaró que “nunca ha establecido relaciones de corrupción con nadie” y aseguró que al ex Alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, nunca lo conoció.
“En el caso de Iguala, no conozco a José Luis Abarca. Por lo menos mientras fue Presidente Municipal nunca lo vi. Fui tres veces, hasta dormí ahí, nunca me buscó”, dijo.
En el mitin, los miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena portaron fotos de los estudiantes desaparecidos y la escritora Elena Poniatowska leyó los perfiles de los normalistas.
“Pedimos a cielo abierto regresen a los muchachos, son muy pobres, sus prendas son muy pobres”, dijo la intelectual, quien tuvo que interrumpir la lectura de su posicionamiento debido, al parecer, a un malestar.
Originalmente, López Obrador llamó a la concentración debido a que el país se encuentra “secuestrado” por una minoría “rapaz y esta es la causa principal de la tragedia de México”, dijo en un primer momento a miles de seguidores en el Deportivo Plan Sexenal en el Distrito Federal.
López Obrador insistió entonces en que “no es de izquierda el que da la espalda al que sufre y no es de izquierda el corrupto”, mientras que Martí Batres Guadarrama, presidente el CEN de Morena, llamó partidos “satélites” al resto de las fuerzas políticas.
“Morena nace cuando prácticamente todas las fuerzas políticas tradicionales han sucumbido compradas, cooptadas y controladas por el poder político en México. Ahí están, por ejemplo, en cientos de fotografías en los periódicos los dirigentes, representantes legislativos que se dicen de oposición, pero están felices a un lado de Enrique Peña Nieto, de [Emilio] Gamboa Patrón, de Manlio Fabio Beltrones”, dijo Batres.