La técnica pictórica se basa más bien poco en la experimentación al momento de crear. Por el contrario, las variaciones en este rubro corresponden más a cuestiones temáticas en vez que a asuntos referentes al material.
El artista italiano Nicola Samori, no da por concluído el proceso creativo con los colores y figuras plasmadas en un lienzo; por el contrario, esto es apenas el comienzo para él.
Lo que en un inicio pareciera una variación más de las obras y técnicas renacentistas de pronto van transformándose por la mano del artista en alteraciones drásticas.
Poco a poco Samori retira zonas por donde el pincel ya ha recorrido y casi finalizado su trabajo. Las figuras se desgarran literalmente como si los personajes en el cuadro fueran despellejados, dejando tras de sí una silueta o un espacio vacío.
Quedan cuerpos deformes, huecos y sobre todo mucha textura. La obra de Nicola Samori es esto básicamente: destruir como parte del proceso creativo. Romper con lo establecido y volver a comenzar una y otra vez.