De acuerdo con una investigación, los precursores de los planetas, nebulosas de gases y polvo son cuerpos llamados planetesimales, formaciones precursoras de planetas, que al colisionar provocan la fundición y evaporación de roca.
Londres, 27 de septiembre (EFE).- La distintiva composición química de la Tierra pudo ser determinada por la evaporación de roca fundida de planetesimales, las formaciones precursoras de los planetas, según investigaciones publicadas hoy en la revista Nature.
La publicación británica incluye dos estudios que avalan esta teoría, que sirve para explicar el procedimiento de formación de planetas rocosos del Sistema Solar, como la Tierra o Marte.
Los autores, de las universidades inglesas de Bristol y Oxford, concluyen que los vapores de la roca fundida de los primigenios discos planetesimales pudieron dar lugar a la particular composición química de la Tierra, que es diferente de la de los condritas o meteoritos no rocosos.
Los discos planetesimales serían los precursores de los planetas, nebulosas de gases y polvo donde las partículas sólidas más masivas actuarían como núcleo de condensación de las más pequeñas, dando lugar a objetos sólidos cada vez más grandes que, después de millones de años, acabarían generando los planetas.
Hasta ahora, los científicos no habían podido explicar totalmente la formación de planetas rocosos como la Tierra, que es diferente de la de los condritas, de los que se considera que representan las condiciones primitivas en el Sistema Solar.
"La evaporación de la roca fundida de los planetesimales en crecimiento parece llenar algunos de los agujeros en nuestra comprensión" del fenómeno formativo, explican los autores.
Por ejemplo, se señala en Nature, el procedimiento de evaporación de la roca explicaría las diferencias que se observan en "la abundancia de isótopos de magnesio entre cuerpos diferenciados, como la Tierra y los meteoritos condritas".
Los dos estudios publicados en Nature sostienen además que la colisión entre planetesimales pudo ser lo que provocó la fundición y evaporación de esos cuerpos en crecimiento.