Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).– ¿México es un país de políticos machos y misóginos? Las declaraciones del ex Diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro García Ruíz, quien dijo: “las leyes como las mujeres, se hicieron para violarlas”, abrieron la polémica respecto al tema.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 57 millones 481 mil 307 mujeres, y nueve de cada 10 creen que hay discriminación por parte de la sociedad mexicana hacia ellas.
Asimismo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) coincidieron –con base a la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010– que las mujeres viven una discriminación por el simple hecho de ser mujeres, pero que ésta se multiplica cuando tienen alguna otra condición de vulnerabilidad como ser indígenas, migrantes o trabajadoras del hogar.
Cifras de la Fundación Thomsom Reuters ubican a México en el puesto 15 de 19 países con mayor violencia física y sexual contra las mujeres, debido al machismo.
La fundación destacó que “las excepciones o avances no han logrado hasta ahora extirpar el machismo, enquistado en una sociedad en la que dos de cada cinco mujeres casadas tienen que pedir permiso a sus maridos para salir solas de día y en la que dos tercios ha sufrido algún tipo de violencia doméstica”.
El doctor René Jiménez Ornelas, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que el problema del machismo y la violencia contra las mujeres se debe a una misoginia social.
Sin embargo, las agresiones no provienen sólo de las parejas, familiares o de la sociedad; políticos mexicanos también han contribuido en esta problemática al hacer declaraciones misóginas o simplemente al no empoderar a las féminas en los partidos políticos a los que pertenecen.
“Esta ausencia de mujer en la dirigencia partidista constituye un emblema de la desequilibrada Equidad de Género en la Historia del sistema político mexicano”, afirmó el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Gustavo Leal Fernández.
Los tres partidos más importantes de México no sólo hacen a un lado estas consideraciones, sino que también han protagonizado escándalos por declaraciones de alguno de sus integrantes –incluso ejerciendo como presidentes de la República– que son ofensivos para las mujeres.