Los productores afirmaron en la misiva que México es su "socio comercial más fiable" ya que "a diferencia de Canadá, ha sido durante mucho tiempo un modelo para el libre comercio de lácteos con Estados Unidos".
Washington, 26 junio (EFE).- Más de 60 empresas y grupos de productores lácteos de Estados Unidos pidieron hoy al Presidente, Donald Trump, que suspenda los aranceles metalúrgicos a México porque las represalias comerciales del país latinoamericano afectan directamente a su modelo de negocio.
En una carta, los productores informaron a Trump de que México es el principal importador de lácteos estadounidenses con un 25 por ciento del total de las exportaciones.
Solo en quesos, afectados por aranceles del 25 por ciento impuestos por México en respuesta a los aranceles metalúrgicos, Estados Unidos vende a su vecino sureño 400 millones de dólares anuales.
Los productores afirmaron en la misiva que México es su "socio comercial más fiable" ya que "a diferencia de Canadá, ha sido durante mucho tiempo un modelo para el libre comercio de lácteos con Estados Unidos".
"Desafortunadamente, nuestra cuota en el mercado mexicano está en grave peligro", alertaron los productores, ya que los aranceles a los quesos "disminuirán la demanda extranjera de productos lácteos estadounidenses de alta calidad que se producen en todo el país y respaldan casi tres millones de empleos".
"Peor aún, nuestros competidores en la Unión Europea utilizarán esta oportunidad para ganar cuota de mercado tras la conclusión de su acuerdo de libre comercio con México", dijeron.
"Permitir -añadieron- que los aranceles al queso de México sigan vigentes ayudará a la Unión Europea en un mercado en el que EU ha sido durante mucho tiempo el principal proveedor".
Por todo ello, los productores lácteos pidieron a Trump que "suspenda los aranceles al aluminio y al acero a los productos mexicanos", al menos hasta que concluya la renegociación del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Estados Unidos impone desde el 1 de junio aranceles del 25 por ciento al acero y del 10 por ciento al aluminio a México -además de Canadá y la Unión Europea- tras levantar la exención que libraba a sus socios de los impuestos metalúrgicos globales.
México contraatacó a la medida de Washington con aranceles a aceros planos, lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos.