Los homicidios de los hermanos Miguel y Agustín Vásquez Torres puso de relieve de nueva cuenta la relación entre las autoridades de Jalisco y el crimen organizado. El Gobierno de Aristoteles Sandoval indaga al Alcalde de Tuxpan de Bolaños y a policías de ese municipio como implicados en el ataque perpetrado por supuestos miembros del crimen organizado.
Pero los nexos entre la delincuencia con las autoridades datan de hace tiempo e incluso han salpicado a la actual administración estatal priista.
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Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).– El asesinato de los líderes de la comunidad wixárrika, los hermanos Miguel y Agustín Vásquez Torres, en el municipio de Tuxpan de Bolaños, Jalisco, apuntó de nueva cuenta a los nexos entre las autoridades y los delincuentes en ese estado.
De acuerdo con el comunicado de la Fiscalía General del Estado (FGE), Agustín, promotor de los derechos indígenas, fue agredido por hombres en las canchas de la población cerca del medio día, más tarde, su hermano Miguel se encontró con los mismos sujetos a quienes reclamó por dicho altercado, aproximadamente a las 18:00 horas. Hecho por el que fue detenido Miguel y los otros hombres por policías municipales.
Sin embargo, mientras el líder wixárrika fue llevado a su domicilio, los demás sujetos fueron puestos en libertad, acto que derivaría en que los hombres arribaran una camioneta para ir a buscar a Agustín y detonaran contra él tres balazos.
Aunque fue trasladado a un centro de salud por un familiar que lo acompañaba durante el ataque, en la unidad médica confirmaron su muerte. Al lugar arribó Miguel quien al salir también encontró la muerte: los mismos sujetos que privaron de la vida a su hermano también acabaron con la de él, con dos tiros.
El Gobierno de Aristoteles Sandoval informó que investiga a las autoridades municipales, tanto al Alcalde de Tuxpan de Bolaños Juan Carlos Rodríguez Mayorga como a los policías que dejaron en libertad a los agresores, en cuya guarida fueron hallados trajes militares falsos y droga.
La Organización de la Naciones Unidas (ONU) condenó los hechos y afirmó que estos asesinatos demuestran el clima de violencia contra los defensores de los derechos humanos en México.
La FGE atribuyó el crimen a un grupo de la delincuencia organizada, al que no identificó, pero filtraciones a la prensa señalaron que el ataque a los líderes indígenas fue del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
CON ARISTÓTELES NO HAY CAMBIO
Jorge Aristóteles Sandoval Díaz tomó posesión en marzo del 2013 abanderado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante las elecciones celebradas el 1 de julio de 2012.
El entonces candidato habría pedido en aquel año una licencia como Presidente municipal de Guadalajara, que gobernaba desde 2009, para poner competir por el Gobierno estatal que desde mediados de los 90 era gobernado por el Partido Acción Nacional (PAN).
Cuando Sandoval Díaz tomó el cargo como Gobernador de Jalisco se encontró con un estado aquejado por los grupos de narcotráfico, que lideraban la región desde la segunda década del año 2000. Sin embargo, aunque una de sus promesas de su millonaria campaña fue la de atenuar la inseguridad, los números subieron y Jalisco estalló en una crisis de violencia.
Durante los cuatro años que ahora lleva su gobierno, Aristóteles Sandoval ha elevado la inseguridad, de acuerdo con la tasa de incidencia delictiva por cada cien mil habitantes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En 2013, primer año de su mandato, se registraron mil 099 homicidios dolosos, ahora estos casos se han elevado, y en 2016, Jalisco alcanzó los mil 152 asesinatos. Éstas cifras traducidas a la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes representan el 14.19 por ciento en el primer año del priista y 14.36 para su cuarto año.
En cuanto lo que refiere al secuestro los índices han bajado, la entidad había registrado en 2013, 69 casos de privación a la libertad lo que representa 0.89 por ciento por cada cien mil habitantes. Ahora, frente al 2016, la tasa bajó a 0.19 por ciento, con sólo 15 denuncias ante las autoridades.
En lo que del 2017, los homicidios dolosos también van en aumento. Durante los primeros cuatro meses se han registrado un total de 396 casos.
Y CJNG NO CEDE
El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) surge del Cártel del Milenio y, según el Gobierno de Estados Unidos, se alió en un inicio con el Cártel de Sinaloa en su lucha contra Los Zetas, Los Caballeros Templarios y La Familia.
Su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, alias el “Mencho” es un michoacano que trabajó como policía municipal en la costa Norte de Jalisco hace dos décadas y que se volvió la cabeza del grupo delictivo a través de la violencia y corrupción ejercida. Misma que sería reconocida por el Gobernador Aristóteles Sandoval en 2015 durante una entrevista a Radio Fórmula, en la que dijo que la organización es fuerte, pero que no apareció durante su gobierno y echó la “bolita” a las anteriores administraciones panistas.
Sandoval nombró a Luis Carlos Nájera como titular de la Secretaria de Seguridad Pública, cargo que también ostentó con el panista Emilio González Márquez. Fue en esta última gestión cuando, de acuerdo con El Universal, intercedió para que «El Mencho» fuera liberado en 2012, tras ser detenido por elementos de la Marina. Najera pasó a ser Fiscal del actual Gobierno de Jalisco, pero renunció en 2015.
En días pasados, fue el periódico Milenio quien sacó a la luz otro vínculo entre el CJNG y las autoridades de Jalisco. Publicó un video en que mostraba una fiesta en el Penal de Puente Grande realizada por José Luis Gutiérrez Valencia, alias “Don Chelo”, consuegro de «El Mencho».
El escándalo desatado llevó al Gobierno de Aristoteles Sandoval a informar que celebración no era reciente sino que se realizó en 2013, con motivo del Día del Padre.
El CJNG se expandió de forma súbita a partir del 2010 en los estados de Jalisco, Michoacán y Colima, hasta alcanzar un negocio que llega a más de cuatro continentes. Esta organización ahora es denominada como el cártel del sexenio priista de Enrique Peña Nieto, ante el dominio que logró, rebasó incluso al afamado cártel liderado por Joaquín «El Chapo» Guzmán.
LA VIOLENCIA
Fue en 2015, cuando después de 39 bloqueos con autos incendiados por parte de grupos delictivos en esa entidad, el 1 de mayo fue derribado un helicóptero de las fuerzas armadas en donde murieron tres militares de élite.
La aeronave que vigilaba la ruta Casimiro Castillo- Vilas Purificación- como parte de la Operación Jalisco tras los bloqueos- fue atacada tiros personas y mientras los tripulantes bajaban fueron acribillados.
En abril de 2015, 15 elementos de la Fuerza Única de Jalisco fueron asesinados por sicarios de «El Mencho» en San Sebastián. El comandó emboscó a los elementos de seguridad y los atacó con armas de fuego y granadas.
Ese hecho, más las fosas que florecieron y fueron encontradas a finales de 2013 y principios de 2014 en el municipio La Barca, donde se desenterraron más de 134 cuerpos, fueron acontecimientos que marcaron los primeros cuatro años del regreso del PRI a Jalisco.