México, 27 mar (EFE).- El Gobierno mexicano se comprometió hoy a reducir en un 25 % las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero previstas para 2030, una cifra que puede elevarse al 40 % en caso de recibir ayudas internacionales.
Los secretarios de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra, y de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, presentaron los compromisos del país en materia mitigación y adaptación ante el cambio climático para el periodo 2020-2030.
En la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se estableció que en diciembre de 2015 se adoptará un nuevo instrumento jurídico universal, a fin de reducir las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero.
«México es el primer país en desarrollo en presentar su contribución tentativa» en este campo, destacó Meade en la presentación.
Tras el anuncio, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, reafirmaron su compromiso para atender el cambio climático global, que consideraron una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad.
En un comunicado conjunto, los líderes destacaron la importancia de incluir el tema en sus economías integradas y de realizar «acciones inteligentes» sobre cambio climático y la aplicación de energías limpias».
Para ello, las dos naciones lanzarán un grupo de trabajo de alto nivel sobre energía limpia y política ambiental para profundizar la coordinación en este campo, informaron.
Con este compromiso de gestión, México tendrá un pico máximo de emisiones en 2026 y logrará bajar la intensidad de carbono del producto interno bruto en 40 %.
En 2013, México emitió 781 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MICO2e) y para 2030, de seguir en la senda actual, se llegaría a los 1.110.
Sin embargo, el Gobierno estima reducir las emisiones hasta quedar en 829 MICO2e gracias a medidas como la Ley General del Cambio Climático, una nueva iniciativa forestal y la reforma energética que entró en vigor en 2014.
Precisamente, Guerra enfatizó hoy los beneficios de esta reforma constitucional para hacer frente a la reducción de emisiones contaminantes, ya que prevé incrementar el papel de las energías renovables en México.
La emisión de carbono negro, producto de la combustión de derivados del petróleo, se reduciría en 51 % respecto de las previsiones iniciales para 2030, mientras que la emisión de gases de efecto invernadero disminuiría en 22 %.
Actualmente, México representa 1,37 % de las emisiones de dióxido de carbono a nivel global, ubicándose en la decimotercera posición mundial.
Sin embargo, es uno de los países «más afectados por el cambio climático», remarcó Guerra al aludir al impacto en México de fenómenos naturales.
Del total de emisiones, 92 % provienen de la quema de hidrocarburos y el 8 % restante del cambio de uso del suelo fruto de, por ejemplo, la deforestación. El 45 % de dichas emanaciones van a la atmósfera, 27 % al mar y 27 % es capturada por los bosques.
En este aspecto, Guerra destacó que el propósito del Gobierno es lograr una tasa de deforestación de 0 % para 2030, así como disminuir en 50 % el número de municipios vulnerables. EFE