Oradores en el mitin dieron sus nombres a la multitud y a los medios de prensa. Algunos dijeron que aunque les preocupaba que esto los pusiera en la mira de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus iniciales en inglés), ellos sentían que tenían que expresarse para disipar el clima de temor que ha apretado a la comunidad inmigrante en Oregon, donde algunas localidades tienen una población de mayoría latina, y en gran parte del resto de la nación.
Ciudad de México, 27 de febrero (AP) — Desafiando abiertamente los planes del Presidente Donald Trump de intensificar las deportaciones de inmigrantes que están en Estados Unidos sin permiso, varios cientos de ellos, y personas que los apoyan, realizaron un mitin el lunes junto al edificio de la agencia federal de inmigración.
“Nosotros somos indocumentados y no tenemos miedo”, cantaban los manifestantes durante el mitin realizado bajo una lluvia congelante cerca del centro de Portland. Guardias sin uniforme en el edificio del ICE observaban la protesta pacífica desde atrás de las ventanas, pero no intervinieron. Algunos automovilistas que pasaban por el lugar hacían sonar sus bocinas y alentaban la protesta.
“Yo tengo mucho miedo”, dijo Juan Ávalos en una entrevista. “Pero ese es el punto hoy, salir de las sombras. Ya no tendremos miedo, y éste es el punto principal del evento”.
Ávalos, quien ahora tiene 21 años, vino a Estados Unidos desde Salamanca, una ciudad en el estado de Guanajuato, en el centro de México, cuando tenía sólo 12 años. Es estudiante en un colegio comunitario y trabaja en un taller de reparación de automóviles.
“Nosotros somos estudiantes. Somos hermanos. Somos gente que simplemente está tratando de ser alguien en la vida”, señaló.
Trump dice que las deportaciones son necesarias para que Estados Unidos permanezca seguro, y que la prioridad es sacar a criminales. Pero también están siendo detenidas personas sin antecedentes penales o con condena por delitos menores.
Durante el mitin, uno de los manifestantes estaba recibiendo una llamada telefónica en la que le dijeron que fueron detenidas personas en los últimos días en Woodburn, un poblado predominantemente latino ubicado al sur de Portland.
El 9 de febrero, un hombre de Woodburn, padre de dos hijos quien ha vivido en Estados Unidos durante 30 años, fue detenido por agentes del ICE y enviado a un centro de detención en Tacoma, Washington. El ICE no confirmó de inmediato ninguna detención adicional en Woodburn.
Luna Flores, quien habló en el mitin, ha vivido en Portland durante 16 años y es madre de una ciudadana estadounidense. A ella le preocupa ser separada de su hija si es deportada.
“Nosotros tratamos de enviar un mensaje al ICE, al gobierno, a todo el gobierno: nosotros no somos criminales”, enfatizó. “Ellos están separando nuestras familias”.
Hannah Zaiv, una orientadora de salud mental jubilada de Portland, tenía un cartel que decía “Permítanles que se queden” mientras escuchaba a los oradores.
“Éste es un país hecho para todos”, dijo. “El mundo debería estar hecho para todos. Como cantó John Lennon en ‘Imagine’: ‘Imagina que no hay países”’.