Miembros del Ejido de Acacoyagua, Chiapas, así como del Frente Popular en Defensa del Soconusco (FPDS), establecieron en dos actas de asamblea prohibir la actividad minera en las montañas de la Sierra Madre de Chiapas y los ríos Cacaluta y Cintalapa.
“La misma comunidad empezó a abrir los ojos. Nomás se están llevando toda nuestra riqueza y acá no se está quedando nada”, expone don Seberino Niño Cruz, ejidatario de Acacoyagua.
Ciudad de México, 27 de enero (SinEmbargo).– Ejidatarios y comuneros de Acacoyagua, uno de los 122 municipios del estado de Chiapas, se han levantado contra la invasión de empresas mineras en sus territorios, donde existen 13 concesiones y ya han operado dos minas.
Don Seberino Niño Cruz es ejidatario de Acacoyagua y tiene 58 años. Nació en aquél territorio de la Sierra Madre de Chiapas, allí creció con su padre y en ese lugar quiere habitar hasta el final de su vida. Por eso, dice, defiende la comunidad y lucha para que las mineras no entren a terminar con los recursos naturales ni con la salud de la población.
“Aquí nací y aquí crecí en este rancho. Aquí murió mi papá y aquí me voy a morir yo también. Por eso defendemos nosotros nuestro territorio”, cuenta.
Recientemente, miembros del Ejido de Acacoyagua, de Bienes Comunales del mismo municipio, así como del Frente Popular en Defensa del Soconusco (FPDS), establecieron en dos actas de asamblea prohibir la actividad minera en la Sierra Madre de Chiapas.
El acta de los Bienes Comunales, dio a conocer la organización Otros Mundos, fue firmada el pasado 1 de octubre durante una asamblea que se celebró con la mayoría de los comuneros. En dicha acta, platica don Seberino, los ejidatarios dejan en claro que prohiben la actividad minera dentro de sus núcleos agrarios y el paso de transportes de carga en sus caminos.
En el acta del Ejido Acacoyagua establecieron que, en el ejercicio de sus derechos agrarios, “está prohibido el paso de todo tipo de transporte de las empresas mineras, en el transito de toda superficie ejidal, con la finalidad de conservar el uso adecuado de nuestros caminos que con tanto sacrificio hemos logrado”.
Las actas han sido entregadas en el Ayuntamiento de Acacoyagua, presidido por el Alcalde Patricio Eli Matías Salas, a fin de hacer valer la decisión de los ejidatarios de defender sus “bienes comunes naturales de la depredación minera”, que incluyen las montañas de la Sierra Madre de Chiapas y los ríos Cacaluta y Cintalapa.
Don Seberino y su comunidad tienen las cosas claras. De ninguna manera quieren que las empresas mineras se adueñen de sus territorios porque causan desastre ambiental y daños a la salud de los habitantes.
“No queremos negociar, no queremos nada. Que vean la manera y se retiren. Que se vayan al norte a donde puedan. Nosotros decimos NO a la minería porque donde hay minería hay muerte y hay destrucción. Destruyen los cerros, el agua, las montañas, todos los recursos naturales. Además de eso hay muerte, pues”, sostiene.
En el municipio de Acacoyagua, “por desgracia”, hay 13 concesiones mineras y en Escuintla, vecino que se encuentra al este, existen ocho más. “Son 21 concesiones aquí en la Sierra de Chiapas”, lamenta.
En su municipio, dos grupos mineros ya operaron: Male SA de CV y el El Puntal SA de CV.
La mina “Casas Viejas”, operada por El Puntal fue clausurada por los ejidatarios. Desde septiembre de 2016, Don Seberino y sus compañeros comuneros mantienen un campamento para evitar el ingreso de los trabajadores de la minera, pues, asegura, los camiones de carga dañaron sus caminos.
“Ahorita no han entrado gracias a que nosotros nos hemos movido en esta lucha”, comenta.
En la mina “Cristina”, asegura el hombre dedicado al campo, hicieron perforación a cielo abierto en la comunidad de Nueva Libertad, sin consultarles.
El dueño de dicha mina, dice, es Tristán Canales Reyna, hijo del Diputado plurinominal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Tristán Manuel Canales Najjar, quien también funge como Director General de Comunicación Coporativa de Grupo Salinas.
Grupo Azteca dijo a SinEmbargo que no existe parentesco entre Tristán Canales Najar y Tristán Canales Reyna. La coincidencia del nombre y el apellido es un azar.
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“Esa gente está acostumbrada a hacer sus fechorías”, acusa. Canales Reyna, recuerda don Seberino, llegó al ejido y a las comunidades a prometer caminos pavimentados, clínicas, hospitales, escuelas, empleo y más.
“Iban a hacer un montonal de cosas y al final de cuentas pues no cumplieron. Iba a hacer tantas cosas y nunca nos cumplió. Se llevó una buena cantidad de titanio del ejido Libertad”, rememora.
“Cristina”, la mina de titanio, fue operada entre 2012 y hasta 2014, periodo en el que “nos saquearon todo ese material”, comenta Don Seberino. Actualmente, dice orgulloso: “está parada, aunque no cancelada definitivamente. Por acuerdos de la misma comunidad decidimos no permitir los trabajos mineros.
“La misma comunidad empezó a abrir los ojos. Nomás se están llevando toda nuestra riqueza y acá no se está quedando nada”, expone.
Dice que desde el ingreso de las minas comenzaron a aparecer enfermedades que antes no se veían entre la población. Distintos tipos de cáncer y problemas dermatológicos que se manifiestan con llagas y protuberancias, los más evidentes.
“Hay muchas enfermedades, la gente se ha transformado en la parte donde ya trabajaron. Nos damos cuenta que las muertes han aumentado por cáncer desde que entraron las mineras. Hay chamacas que están enfermas de cáncer de seno. Gente joven que no es para que tenga este tipo de enfermedad, están en edad de ir a la preparatoria, están niñas, son unas chamacas. Apenas un señor murió y se le carcomió toda la nariz, pero por falta de recursos no pudimos investigar que tenía. Aquí te mueres y ya”, destaca.
DENUNCIAN HOSTIGAMIENTO
Han sido intimidados, criminalizados y hasta difamados, denuncia don Seberino.
“Hemos sido amenazados por Raúl Rodríguez y Julio Alfaro, trabajadores de El Puntal. En junio, en el campamento ellos nos insultaron y nos agredieron. A mí me han levantado falsos, han intentado difamarme. Les molesta que uno ande luchando por el bien”, expresa.
El año pasado, se lee en un boletín de Otros Mundos, operadores de dicha empresa pagaron al medio local El Diario del Sur para que publicaran al menos 16 artículos donde acusan a varios integrantes del FPDS de “secuestrar al municipio”, de “extorsiona” y de “no permitir el desarrollo”.
“Hemos sido agredidos de muchas maneras. Nosotros hemos sido pacíficos, hemos querido llevar la fiesta en paz”, afirma.
En el mismo sentido, Otros Mundos destacó: “Los compañeros del FPDS son una organización pacifica pero firme en sus demandas, ellos defienden su derecho a la salud y al media ambiente sano, entre otros derechos. Es importante vigilar que la empresa no continue desplegando e invirtiendo en estrategias que dañan la vida comunitaria, la dignidad humana y a los bienes naturales”.
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EXIGEN QUE LAS AUTORIDADES TRABAJEN
El campesino chiapaneco a nombre de la comunidad hizo un llamado a los gobiernos municipal, estatal y federal.
Al Presidente municipal Patricio Eli Matías Salas pide “que responda, que nos apoye a defender nuestra tierra. Que haga su trabajo. Él dice que es una persona neutral, pues que lo cumpla, que no esté ni de un lado ni de otro, que no apoye a las empresas mineras porque a ellos sí los apoya. Que haga valer nuestro acuerdo”.
“[El Gobernador Manuel Velasco Coello] dice que él es verde, pero de verde no tiene absolutamente nada. Debería cuidar que la Sierra Madre se conserve. Pero si permite que entren estos señores mineros, ya no va a ser verde, va a ser desierto. Que ponga de su parte; aunque estamos acá ‘aisladitos’ en el cerro, sí contamos… que se ponga en el lugar nuestro”, exige.
Al Presidente Enrique Peña Nieto también le envía un mensaje.
“No estamos de acuerdo en que se hagan leyes y reformas sin que se nos tome en cuenta. También nosotros contamos. Nos aíslan. Eso es una dictadura. Han otorgado las concesiones sin consultarnos. Pedimos su intervención para que las mineras salgan de nuestro territorio”.