Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo) .– “La impactante desaparición de los 43 normalistas levantó la tapa de un secreto a voces: muchos otros mexicanos han desaparecido en medio de la violencia generada por el narco”. Así de contundente comienza este reportaje publicado en el diario inglés The Guardian, con lo que pone en evidencia que el escándalo del llamado Caso Iguala no para de crecer mediáticamente.
“Bajo el sol punzante del mediodía, una docena de hombres y mujeres contemplan a un anciano estampar un pico en el suelo. Escuchan sus consejos sobre dónde y cómo excavar. La mayoría miran en silencio”. El relato de The Guardian continúa: “Cuando de pronto aparece un fémur humano, Mayra Vergara se da la vuelta y rompe en lágrimas silenciosas. Tenía la esperanza de encontrar alguna pista sobre el paradero de su hermano Tomás, un taxista secuestrado y desaparecido en julio de 2012. ‘Quien quiera que sea el que yace en esa profunda fosa, dice, merecía algo mejor’, dijo la madre”.
La reportera del diario inglés, Jo Tuckman, reproduce de esta forma el dramatismo que se vive día a día en Iguala, donde las familias de los desaparecidos buscan sus cuerpos con desesperanza.
“Incluso si éste no es mi hermano, sigue siendo una persona. Una persona que se merecía un entierro digno”, dijo la mujer, con el rostro contraído de rabia y dolor. “Y la pregunta es ¿cuándo? ¿Cuándo van a hacer algo por nosotros? “.
De acuerdo con el diario, la desaparición de los 43 normalistas ha centrado la atención mundial en el horror del narcotráfico en México “y en la corrupción oficial que, en gran parte, permite que suceda”.
El periódico añade que la ola de protestas desencadenadas ha puesto al Presidente Enrique Peña Nieto “bajo una presión política aguda”.
“Pero el incidente también ha levantado la tapa de un secreto a voces en México, el de muchos otros desaparecidos. En medio de la violencia generada por el narco en los últimos años, unas 20 mil personas simplemente han desaparecido […]. Sus familiares se han mantenido prácticamente en silencio por temor a represalias. Ahora, sin embargo, muchos encontraron nuevas fuerzas para denunciar el terror impuesto por las bandas criminales -a menudo en connivencia flagrante con las autoridades estatales-“.
El reportero del diario inglés da voz a las familias de las víctimas: “Es hora de perder el miedo y aprovechar el momento para decir lo que tenemos que decir, para que todo el mundo sepa que esto no es sólo sobre los 43″, dijo Raúl Claro Canaán, mientras buscaba alguna pista sobre el destino de dos de sus hijos que desaparecieron en 2008. […]. En estas colinas hay probablemente cientos de tumbas. En México hay miles”.
El grupo rastreador, siguiendo el relato del diario londinense, regresó a Iguala tras haber identificado seis fosas que con huesos y ropas. “Dejaron el lugar cuando el sol punzante empezaba a nublarse. La Policía Federal estiró la cinta amarilla de escena del crimen alrededor de cada lugar.
“Al menos queremos enterrarles adecuadamente”, dijo la madre tras ver el primer fémur. “Hasta momento ni siquiera tenemos un lugar en el que podamos llorarles”.
The Guardian destaca una frase clave que resume, según las víctimas, el panorama mexicano: “El gobierno quiere que todo el mundo olvide lo que pasó”.
