La agencia especializada refiere que los niveles de endeudamiento son similares a del final del sexenio de Carlos Salinas de Gortari y los primeros día del inicio del de Ernesto Zedillo Ponce de León, 35 por ciento del PIB, que provocó la devaluación de la moneda nacional y la intervención del gobierno de Estados Unidos para evitar una mayor caída de la economía mexicana.
Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).– La agencia Bloomberg, la cual se encuentra entre un puñado de medios especializados que tienen una fuerte influencia entre la comunidad internacional, dijo hoy que la deuda del país alcanzó niveles que no se veían desde el Efecto Tequila, cuando México cayó en una crisis financiera que infectó a la economía mundial y requirió una intervención de Estados Unidos.
Bloomberg dice que la trayectoria del Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, “está en peligro serio”. Recuerda el castigo aplicado por Standard & Poor’s el martes pasado, cuando revisó las perspectivas del país a negativo y alertó que hay, al menos, una posibilidad entre tres de que se le aplique a México otra rebaja en los próximos dos años si se incrementa la deuda más de lo previsto. “Fue la segunda vez en los últimos cinco meses que una importante calificadora de riesgo bajó la perspectiva de la nación. La tendencia se ha reflejado en el mercado de swaps, donde México es visto con menor solvencia crediticia que Perú, así como con menor calificación que Panamá”.
“Las perspectivas negativas representan un revés para México, que ganó mejoras en las tres grandes calificadoras cuando Peña Nieto impulsó cambios históricos en la industria de la energía, las telecomunicaciones y la banca del país entre 2012 y 2014. Sin embargo, los cambios no han logrado despertar el auge económico que Peña Nieto prometió. En lugar de ello, su gobierno ha recortado en repetidas ocasiones sus previsiones de crecimiento por los precios del petróleo bajos y por una lenta expansión en los Estados Unidos, el mayor socio comercial de México.
“La economía se hunde”, dijo a la agencia de noticias especializadas Luis Maizel, co-fundador de LM Capital Group. “¿Cuántas veces han reducido las expectativas de crecimiento? ¿Cuántas veces se puede usar la misma excusa: que la economía de Estados Unidos se está desacelerando por lo que la economía mexicana se está desacelerando [también]?”, dijo.
Bloomberg señala que Peña Nieto, “cuyo récord de aumento de las calificaciones se remonta a sus días como Gobernador del estado más grande de México [Edomex], también ha presidido un aumento de la deuda del país como Presidente. Una medida del aumento de esa deuda, es que los niveles actuales no se veían desde el Efecto Tequila de mediados de la década de 1990, cuando el país necesitó un rescate de Estados Unidos.
“La expansión del gasto ha sido significativo durante varios años y se produce en un momento en el que tienes que controlar la expansión para reflejar la disminución de largo plazo de los precios del petróleo”, dijo Alonso Cervera, economista de Credit Suisse AG en la Ciudad de México. “El margen de maniobra para estimular la economía es limitado. Por el lado fiscal, no hay margen”, agregó.
Los informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública al segundo trimestre 2016, dados a conocer por la Secretaría de Hacienda, indican que al cierre del segundo trimestre de 2016, el saldo de la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 6 billones 519 mil 981.7 millones de pesos. Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), representó el 34.5 por ciento.
La agencia de calificación Standard & Poor’s, con una fuerte influencia global, no sólo castigó a México como país, sino también a dos de sus grandes pilares: Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La empresa petrolera y la eléctrica pasaron de “estable” a “negativa” poco después del cambio en la nota soberana de México. Pemex y CFE recibieron la confirmación de su nota crediticia en moneda extranjera de “BBB+”, el antepenúltimo nivel en la escala de grado de inversión global de la calificadora, y en moneda local de “A”, o el sexto nivel más alto en la escala de grado de inversión local de la calificadora.
El ajuste a la baja de sus perspectivas implica que la calificadora prevé una degradación en sus calificaciones crediticias en el corto o mediano plazo, de acuerdo con la agencia Reuters.
“La revisión de la perspectiva de CFE y Pemex refleja el hecho de que una potencial baja de la calificación de México podría traducirse en una acción similar sobre estas empresas pues sus calificaciones se mueven en línea con las del soberano”, dijo S&P en un comunicado.
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