El sistema de pronóstico de la calidad del aire de la Ciudad de México fue desarrollado en colaboración con el Centro Nacional de Supercomputación (CNS) de Barcelona, y se construyó gracias al acoplamiento de tres modelos físico matemáticos: el modelo meteorológico, el de emisiones y el del transporte químico de la zona metropolitana.
Por Amapola Nava
Ciudad de México, 26 de febrero (SinEmbargo/Agencia Informativa Conacyt).- La temporada de ozono inicia durante la última semana de febrero y con ella llegan las posibilidades de que en la Ciudad de México se declare contingencia ambiental por los riesgos a la salud que los altos niveles del gas suponen para los capitalinos. Para ayudar a los habitantes de la metrópoli a protegerse de la mala calidad del aire, surge la aplicación móvil Aire CDMX que permite conocer la calidad del aire, hora con hora, y despliega recomendaciones para que los individuos cuiden su salud.
Además, esta aplicación, desarrollada por la Dirección de Monitoreo Atmosférico de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), fue actualizada el 18 de febrero de este año para incluir los datos del Pronóstico de Calidad del Aire, modelo que permitirá verificar la calidad del aire de la ciudad con 24 horas de anticipación, con un grado de certeza mayor a 90 por ciento. Esto permitirá a la población y a las autoridades tomar acciones para la protección de la salud y para la disminución de las emisiones contaminantes con un día de antelación, explica Tanya Müller, secretaria de la Sedema.
Esto cobra importancia al considerar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que, en 2012, en México murieron entre 12 mil y 20 mil personas por problemas de salud ocasionados por la mala calidad del aire. Y que para 2015, según Martín Gutiérrez Lacayo, coordinador ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), esta cifra se elevó a 29 mil fallecidos.
La información que despliega Aire CDMX en tiempo real se basa en las mediciones realizadas por 34 estaciones de monitoreo ubicadas en las 16 delegaciones de la Ciudad de México y en algunos municipios del Estado de México; mientras que las predicciones del día siguiente se basan en el modelo físico matemático que aplica la Dirección de Monitoreo Atmosférico y pueden consultarse desde las 9:00 horas del día anterior.
Trabajo de supercómputo
El sistema de pronóstico de la calidad del aire de la Ciudad de México fue desarrollado en colaboración con el Centro Nacional de Supercomputación (CNS) de Barcelona, y se construyó gracias al acoplamiento de tres modelos físico matemáticos: el modelo meteorológico, el de emisiones y el del transporte químico de la zona metropolitana.
El modelo meteorológico incorpora variables como temperatura, viento, precipitación, radiación y la altura de la capa de mezcla, que es la capa de la atmósfera en contacto con la superficie terrestre donde todas las actividades humanas tienen un efecto en el clima observable en una hora o menos.
Las condiciones atmosféricas son de vital importancia para la predicción de los niveles de ozono, pues la cantidad de este gas
se incrementa conforme aumenta la temperatura y la radiación solar, pero disminuye cuando los vientos superan los cinco metros por segundo y dispersan el contaminante.
Por otra parte, el modelo de emisiones utiliza los datos del inventario de emisiones para estimar la cantidad de contaminantes que se emiten cada hora, así como su distribución espacial. Este es un cálculo complejo que no solo incluye las emisiones generadas por las industrias, sino las de los vehículos que se encuentran en circulación, por zona geográfica, en la metrópoli, señala la titular de la Sedema.
Por último, el modelo de transporte químico toma los resultados generados por los modelos meteorológico y de emisiones para simular los procesos físicos y químicos que ocurren en la atmósfera y que provocan que los contaminantes se transformen.
Justamente estas transformaciones son las causantes de la generación del ozono en la capa interna de la atmósfera. Este contaminante secundario se forma por la interacción de los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles en presencia de radiación solar y temperaturas cálidas, razón por la cual los días cada vez más cálidos y despejados de la primavera, combinados con la falta de viento, ocasionan su acumulación y los riesgos para la salud.
Tanya Müller considera que haber realizado esta colaboración con Barcelona representa una gran ventaja para el país, pues hubo una verdadera transferencia de conocimiento y tecnología, ya que, a diferencia de muchos países que contratan al CNS para que corra los modelos y solo mande los resultados, México corre sus propios modelos, gracias a que cuenta con la enorme capacidad de cómputo necesaria para ello.
¿Cómo protegerse del ozono en esta temporada?
El ozono es un gas altamente oxidante que produce irritación en las vías respiratorias, alterando su función. Además, la exposición crónica a este contaminante está relacionada con
un aumento en la mortalidad y morbilidad de la población expuesta.
Debido a que el ozono se produce por la reacción de otros contaminantes, en condiciones de alta radiación solar y temperaturas cálidas, los ciudadanos se encuentran más expuestos al contaminante cuando están al aire libre y durante los momentos del día más cálidos, entre las 13:00 y las 17:00 horas.
Por ello, en situaciones de mala calidad del aire y de contingencia ambiental se recomienda pasar estas horas del día en interiores, donde ocurren menos reacciones fotoquímicas debido a la menor penetración de radiaciones solares, explica Tanya Müller. Además, comenta que no es recomendable realizar actividades de jardinería, pues las plantas liberan sustancias químicas, llamadas terpenos, que también se transforman en ozono.