El hallazgo lo hizo el investigador y doctor en historia moderna y contemporánea Marco Villa, quien documentó que al menos 35 exvotos de los templos del Saucito y del Perpetuo Socorro de San Luis Potosí fueron ofrecidos en subasta en la casa Sotheby’s, como parte de un lote de 47 piezas con un valor total de entre 139 y 208 mil pesos.
Ciudad de México, 25 de diciembre (SinEmbrago/Pulso SLP).- Retablos elaborados en los siglos XIX y XX, que constituyen parte del patrimonio histórico de la ciudad y piezas de arte popular religioso son robados de templos potosinos, algunos de esos ex votos son ahora propiedad de coleccionistas privados en el extranjero y hasta son subastados a nivel internacional.
El hallazgo lo hizo el investigador y doctor en historia moderna y contemporánea Marco Villa, quien documentó que al menos 35 exvotos de los templos del Saucito y del Perpetuo Socorro de San Luis Potosí fueron ofrecidos en subasta en la casa Sotheby’s, como parte de un lote de 47 piezas con un valor total de entre 139 y 208 mil pesos, hasta el momento se desconoce cómo salieron del país.
Sobre la sustracción de tales piezas, Fernando Castro Villanueva, actual sacerdote de la iglesia del Saucito, explicó que él asumió el cargo de la parroquia en 2009 y de acuerdo a registros públicos, algunos de los robos pudieron haber ocurrido antes de 1998.
El propio sacerdote refirió tener conocimiento que algunos de esos retablos fueron vendidos en el tianguis dominical que se instala en las vías de la calle Hernán Cortés, donde pudieron ser adquiridos para llevarlos luego fuera del país.
Las piezas localizadas luego en la casa de subastas fueron sacadas a la venta en 2012, de acuerdo al sitio en internet de la empresa especializada.
Tratándose del patrimonio histórico y artístico del siglo XIX la responsabilidad legal de su protección le corresponde al Instituto Nacional de Antropología e Historia, sin embargo la institución no cuenta siquiera con un catálogo completo de los exvotos existentes en cada una de las iglesias de la entidad.
Y por versiones del sacerdote entrevistado podría no existir siquiera una denuncia formal del robo.
