Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).– El Presidente Enrique Peña Nieto publicó en menos de una semana dos artículos en la prensa extranjera en los cuales expone que las reformas estructurales aprobadas en 20 meses no tendrán resultados inmediatos, sino que alcanzarán sus máximos resultados en el año 2018, hacia el final del actual sexenio. Aseguró que con los cambios a la Constitución se sientan las bases para transformar a México "en un país donde se garantice el ejercicio efectivo de todos los derechos y se asegure que la democracia brinde resultados".
“Todas estas reformas van a crear más puestos de trabajo y aumentar el poder adquisitivo de nuestro pueblo, fortalecer el mercado interno y aumentar el crecimiento económico. Ellos van a generar más confianza en la estabilidad de nuestro país y consolidar su posición entre los mercados más atractivos del mundo para la inversión extranjera”, aseguró en el texto publicado en el diario británico Financial Times el pasado 20 de agosto.
Cuatro días después, escribió en el diario El País en la editorial “Un Nuevo México” que las “reformas tienen tres grandes objetivos: elevar la productividad de México para impulsar el crecimiento y el desarrollo económico; fortalecer y ampliar los derechos de los mexicanos; y afianzar nuestro régimen democrático y de libertades”. Sin embargo, reconoció que “el camino no será fácil, ni los resultados llegarán de inmediato”.
Sin embargo, especialistas consideran que esta exposición mediática se trata de una fuerte campaña que busca acallar las críticas y convencer a las masas de que su camino es el correcto. ”Se trata de llegar al máximo público posible. El Presidente tiene claro que sus reformas tienen un fuerte cuestionamiento o al menos una fuerte duda”, dijo a Efe el analista político Salvador García Soto.
En opinión de Aleida Calleja, coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia (Obsrevacom), toda esta “estrategia mediática” “no es nueva”.
”Lo que vemos es un regreso a los viejos tiempos o nuevas formas de controlar la información, para controlar y mantener el poder”, comentó a la agencia española.
También la semana pasa, a través de programas de televisión y de radio, Peña Nieto concedió una serie de entrevistas centradas en una sola temática: las once reformas aprobadas en sus 20 meses de gobierno. Una de estas entrevistas tuvo lugar en el Palacio Nacional sólo unos días después de promulgar las leyes que le permiten poner en marcha su reforma más polémica y trascendental, la Energética, que ha causado la movilización de la izquierda pidiendo firmas de ciudadanos que exigen una consulta popular al respecto.
Aunque el programa, transmitido la noche del martes pasado por varios canales de televisión, tuvo bajos niveles de audiencia, las redes sociales criticaron la excesiva condescendencia de los comunicadores en sus preguntas a Peña Nieto.
Pero lo que más polémica despertó fue otra entrevista realizada por los actores Andrea Legarreta y Raúl Araiza, presentadores del programa de Televisa “Hoy”, que trata temas de farándula. El Presidente mexicano recibió a los conductores en el Palacio Nacional y se sometió a sus preguntas sobre la misma temática, pero con un tono mucho más relajado, apto para todos los públicos.
En tanto, en los artículos publicados en la prensa internacional, Peña Nieto afirmó que con la Reforma Energética “se espera que [...] el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un punto porcentual adicional para 2018 y dos más para 2025″. También aseguró que "aumentará la producción de petróleo a partir de los 2.5 millones de barriles al día actuales a 3 millones en 2018. Asimismo, la producción de gas natural crecerá de 5.7 billones de pies cúbicos diarios a 8 mil millones en 2018. Pemex (Petróleos Mexicanos) será más competitiva y tendrá la autonomía necesaria para operar como una empresa moderna, así como la oportunidad de forjar alianzas y reducir los costos operativos".
Sobre la Reforma Educativa dijo que permitirá un capital humano mejor preparado y más competitivo. Del mismo modo, dijo que la Reforma Laboral ha añadido flexibilidad al mercado de trabajo, estimulando la economía formal y mejorar las condiciones para el desarrollo profesional de las mujeres y los jóvenes.
Las reformas, afirmó, se entrelazan en un solo objetivo: aumentar la productividad y la competitividad de México.