La familia de Pedro Tamayo ha denunciado que la noche en que fue asesinado, los policías se encontraban a escasos metros del ataque y, sin embargo, dejaron huir a los agresores. El hijo del reportero narró en días pasados al medio Blog Expediente, que ante la inoperancia de las autoridades, él tomó las llaves de una camioneta de la familia y se dispuso a perseguir al auto donde huían los agresores de su padre. “Ahí fue donde apareció una segunda patrulla. Los matones me llevaban una cuadra de ventaja. Fue en el cruce donde le pitan a los policías, luego le echan las luces y estos, obedientes, me cerraron el paso, luego de dejarlos escapar”.
Hasta el momento, nueve uniformados se han presentado a declarar ante la Fiscalía del Estado sobre el caso.
Tierra Blanca, Veracruz (SinEmbargo/BlogExpediente).- Familiares del periodista Pedro Tamayo, asesinado el pasado 21 de julio en Tierra Blanca, Veracruz, hicieron público un video, grabado minutos después de la agresión del periodista, en el que se observa cómo le reclaman a policías estatales por dejar escapar a los agresores, así como su demora para solicitar auxilio médico.
La noche del 21 de julio, como lo ha denunciado la familia del periodista, elementos de la Policía no sólo dejaron escapar a los agresores, además dieron mal la dirección a la Cruz Roja, que tardó en llegar al menos 20 minutos para atender a Tamayo.
Incluso, Alicia Tamayo, esposa del reportero, dijo que el comandante a cargo esa noche cortó cartucho y la amagó cuando ella intentaba brindarle los primeros auxilios a Tamayo, que se desangraba en el piso: “Si te acercas te disparo”, le dijo el oficial. La mujer ignoró las amenazas y ganó agresiones en su contra que la llevaron al piso.
En la grabación, de casi dos minutos de duración, se escucha a un joven recriminar a uno de los policías, quien supuestamente pide ayuda desde su celular: “Tú viste quiénes fueron y diste el paso ahí”.
En la primera parte de la grabación, aparece un uniformado que, aparentemente, mantiene una conversación vía celular: “Apúrate loco, en la calle Morelos, te dije calle Morelos, 5 de Mayo, y Altamirano. Pero corre, en corto. ¿Por qué tardas mucho? En la calle de Telmex”.
“No, es de Telmex, es 5 de Mayo 1080, Morelos y Matamoros. Ubícate bien la dirección. Da la dirección”, le grita una mujer al oficial que intenta alejarse de las personas que lo graban.
Posteriormente, los oficiales aseguran que ya están pidiendo el apoyo y tratan de alejarse y de nuevo se escucha la voz de un hombre, al parecer el hijo de Pedro Tamayo, que les reclama: “Te dieron el paso ahí, los seguí, te pitaron, te pasaste. ¿Qué crees que no sé lo que estás haciendo?”.
Mientras tanto, una mujer le cuestiona: “¿Ya pidieron la ayuda, en qué tiempo llegan? Está la persona ahí tirada, ¿en qué tiempo llegan?”.
El hijo de Pedro Tamayo narró en días pasados al medio Blog Expediente, que ante la inoperancia de las autoridades, la noche del ataque él tomó las llaves de una camioneta de la familia y se dispuso a perseguir a un Bora Gris donde huían los agresores de su padre. “Ahí fue donde apareció una segunda patrulla. Los matones me llevaban una cuadra de ventaja. Fue en el cruce donde le pitan a los policías, luego le echan las luces y estos, obedientes, me cerraron el paso, luego de dejarlos escapar”.
El joven, molesto, decidió comenzar a grabar a los oficiales, quienes se cubren el rostro y aseguran que su trabajo sólo es acordonar el área. Se trata de la evidencia grabada, que al igual que en el caso de Tierra Blanca, pudiera responsabilizar a los subordinados de Arturo Bermúdez Zurita.
Posteriormente, corrió a donde estaba su padre, ya bajo un charco escarlata y con el tono pálido en su semblante. Entonces, familiares gritaron a los oficiales que llamaran a una ambulancia. De igual manera, se ve en el video que los policías dictan por celular direcciones distintas a la del lugar de los hechos. Otros ignoraban el dolor de la esposa, enviando mensajes desde el servidor de WhatsApp, asegura el hijo.
Alicia Blanco dijo que la grabación fue presentada ante el Ministerio Público de Tierra Blanca como evidencia de una presunta negligencia de las fuerzas al mando de Arturo Bermúdez Zurita.
“Ahí está todo muy claro. A mi esposo los policías estatales lo dejaron agonizar 25 minutos y cuando dejó de respirar reportó el comandante en turno: ‘Camarada, este ya se peló; ahora sí échame una ambulancia para acá'”, recriminó.
ONCE POLICÍAS DECLARARON ANTE LA FISCALÍA
De acuerdo con el Fiscal General de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, once elementos estatales están siendo cuestionados en la capital del estado, así como dos camilleros y cuatro efectivos, por el asesinato de Pedro Tamayo.
En una visita exprés a Tierra Blanca en días pasado, el Fiscal General de Veracruz sostuvo una plática con la viuda, Alicia Blanco Beiza, en donde fue el domicilio de Pedro Tamayo Rosas. “Trataremos de confiar en esta persona. Prometió que atrapará a quienes mataron a mi esposo. Espero que no pase como tantos en Veracruz”.
Fue al término de la charla en privado cuando el Fiscal General atendió una serie de preguntas de la prensa, antes de salir disparado a “echarse una botana”, pues aseguró que con tanto ritmo de trabajo no había siquiera desayunado. Aceptó que, similar al caso de los cinco jóvenes de Tierra Blanca plagiados por policías estatales y presuntamente asesinados por criminales, la prueba más contundente que se tiene hasta el momento son cintas grabadas.
El funcionario estatal dijo que todas las líneas de investigación en torno a Pedro Tamayo no pueden ser descartadas, por lo que reiteró que la vinculación del reportero con un presunto capo, Francisco Navarrete Serna, está ahí, considerada. Sin embargo, no quiso ahondar en el tema.
Fue antes de retirarse del domicilio de Pedro Tamayo que ante las cámaras y micrófonos, el Fiscal general aseguró que en el caso del reportero asesinado en Veracruz habrá justicia.
Por su parte, la viuda compartió que los nuevos protocolos de seguridad para resguardar a ella y a su familia estarán a cargo de dos unidades de la Fuerza Civil. “Espero que no sean igual que los estatales. Mientras tanto, ignoro si las personas que me van a proteger cumplan con los estándares de confiabilidad”.