En ropa deportiva, con evidentes muestras de sobrepeso, Nemi Dib se quedó estoico ante los ministeriales que le marcaron el alto uno de los fraccionamientos más exclusivos de Puebla. Apagó su vehículo, quizá pensando que se trataba de un secuestro, pero al ver las placas y la orden de aprehensión, no le quedó duda: venían por él, y por eso decidió emprender huída que terminó que en una persecución de película. Según fuentes cercanas al caso, la de Nemi Dib ha sido la detención más complicada de un duartista.
Por Ignacio Carvajal y Antonio Osorio
Córdoba/Xalapa/Ciudad de México, 24 de diciembre (BlogExpediente/SinEmbargo).- “¡Arranca, arranca!”, “¡No te detengas!”, le gritaban los familiares de Juan Antonio Nemi Dib al notar la presencia de hombres armados, en camionetas blancas, que intentaban poner fin a sus días de prófugo de la justicia.
Ex director del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal, brazo derecho de Karime Macías de Duarte y ex Secretario de Salud, ya está en Pacho Viejo, donde pasará un año luego de que un juez dictara prisión preventiva por los delitos de incumplimiento de un deber legal, peculado y abuso de autoridad.
Fuentes cercanas al caso comentan que la de Nemi Dib ha sido la detención más complicada de un duartista.
El ex funcionario se declaró prófugo de la justicia a raíz de la publicación de una carta abierta el pasado 19 de julio, en donde excusó persecución política por parte del Gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, pues ya sabía de una orden de captura en su contra, emitida por un juez local.
En esa misiva, al compararse con Nelson Mandela, afirmó ser “el único ex funcionario del pasado Gobierno que no robó ni un peso”, y que su pecado había sido intentar alcanzar la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado.
Pero era buscado por diversos delitos cometidos contra las finanzas estatales. El más grave, el fraude de la Torre Pediátrica en el puerto de Veracruz, con más de siete años en construcción, la cual resultó pagada en su totalidad bajo el periodo de Nemi al empresario constructor César Augusto Morando Turrent, ya preso también.
El ex funcionario priista desde la época del ex Gobernador Fidel Herrera Beltrán, el cordobés Nemi Dib fue comisionado del Ipax, delegado del Instituto Nacional de Migración, Diputado federal. A Nemi Dib le estalló la bomba cuando fue Secretario de Salud en el sexenio pasado, con el desastre financiero que lo llevó a su renuncia en septiembre del año 2014. Cuando surgió la información de las irregularidades, dijo que su llegada a la dependencia presentó cientos de denuncias. Señaló a la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, de la sección 26, de orquestar una campaña en su contra. En esa ocasión acusó a la dirigente Ángela Soto Maldonado de tener convenio con uno de sus hermanos y de no haber aplicado de manera regular los recursos para el mantenimiento de los hospitales.
Nemi Dib ocupó aproximadamente de 20 cargos distintos a lo largo de su carrera política. Ayudado por el ex Gobernador Miguel Alemán Velasco, en la administración de Fidel Herrera llegó al Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial (Ipax). Incluso fue Seguridad Pública del Estado en lugar del Mayor Sergio López Esquer, pero se peleó con Fidel y mejor se fue del Gobierno.
“Fue comisionado del Ipax, pero Fidel no lo quería. Luego jugó para la Alcaldía de Córdoba, contra Armando Croda y perdió”, narra un allegado al político de nariz aguileña.
En la administración pasada ocupó varios cargos: fue Director del DIF en el año 2012, y en 2013 fue secretario particular del Gobernador. Posteriormente, en el año 2014 fue Secretario de Salud y en el 2015 Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Es casi imposible pensar que el detenido fue, como dice, la “oveja blanca”.
FUGA Y ARRESTO
El ex candidato a la Alcaldía de Córdoba adoptó una estrategia muy parecida a los capos de la droga cuando huyen del asedio de la autoridad, y la operación para cazarle se extendió a varias ciudades de la República, pues, incluso, la familia quiso aparentar que había salido del país, usando ubicaciones remotas en la Antártida para despistar.
El ex director del DIF se escondió en Guadalajara, Los Cabos, Ciudad de México y Puebla. Fuentes cercanas a la investigación relataron extraoficialmente que el blanco periódicamente cambiaba número de móvil y una vez al mes se mudaba a distinta residencia.
Dentro de esta logística para escapar, también se mudaba de ciudad castamente, en cada punto donde vivió, contaba con la ayuda de la familia para mantenerse alejado del brazo de la ley.
Por lo menos en dos ocasiones el personal de la Ministerial estuvo “así” de detener; sin embargo, corría con suerte y se mostraba astuto para el escape, algo que también empleó Javier Duarte de Ochoa durante los días escondido en Guatemala, al grado de que a las personas que le atendían en los lugares donde se escondía, les hablaba en inglés para despistar.
En el libro El Prísta Perfecto, de Arturo del Ángel, cuenta que para atrapar a Duarte de Ochoa, el grupo especial que le capturó, de hecho debieron emplear disfraces, y esperar en todo momento un error en su logística, el cual se dio de parte de sus abogados, quienes lo evidenciaron en la ciudad de La Antigua. Después sólo fue cuestión de espera para apresarlo en Panajachel.
En este caso, Nemi contaba con el apoyo de su familia para moverse de ciudad en ciudad, y a donde llegaba a vivir, buscaba que fueran fraccionamientos exclusivos, con seguridad privada que le respaldara ante la llegada de intrusos.
En Puebla, por ejemplo, vivía en una zona de departamentos en el corredor comercial Desarrollo Atlixcoyotl, en la Reserva Territorial Atlixcáyotl. El lugar contaba con seguridad privada, muy acorde para la discreción que necesitaba en su huida.
“El objetivo” fue visto por personal de la Policía Ministerial desde el jueves 22 de diciembre en los alrededores de ese fraccionamiento. No hubo condiciones para detenerlo, y los oficiales aguardaron el momento adecuado para apresarle. El equipo sabía ya de sobra que iba ser complicado, por su sagacidad y la tenacidad que mostraba para moverse con bajo perfil, por lo cual les tocó hacer guardias en todo momento incluso sin dormir ni comer a la espera del momento adecuado, siempre con el ánimo de cumplir con el deber y no dejarlo ir.
El día 23, cuando lo tuvieron a la vista, los oficiales se acreditaron y le mostraron sus placas, así como el mandato judicial. Nemi salió a la vía pública en una camioneta de lujo color blanco, una Pilot de la Honda con placas del estado de Veracruz.
En ropa deportiva, con evidentes muestras de sobrepeso, Nemi Dib se quedó estoico ante los ministeriales y apagó su vehículo, quizá pensando que se trataba de un secuestro, pero al ver las placas y la orden de aprehensión, no le quedó duda: venían por él.
Azuzado por su familia, esposa e hijo, encendió la unidad y se dio a la fuga. Comenzó así una persecución de película que duró casi 30 minutos por avenidas de Cholula y Atlixco. En oportunidad, los oficiales le dieron un cerrón, y Nemi paró, bajó una elemento policial a cobrar la aprehensión, pero el ex funcionario se echó de reversa y embistió furiosamente la patrulla ministerial, la elemento, mostrando destreza, esquivó el golpe y salvó la vida, por lo que ahí le podría salir otro delito al ex conductor del Molcajete.
Los ministeriales emprendieron la persecución de nuevo mientras notaban como la familia de Nemi Dib lo alentaba al escape, incluso, entre momentos de histeria al verse acorralados, lo que hacía que el conductor cometiera errores, fue en uno de esas pérdidas de la dirección cuando fue acorralado, los oficiales tuvieron que hacer uso de la fuerza para someterlo, pues los familiares le seguían gritando y sacándolo de sus casillas, al grado que uno de los elementos mostró su arma de manera preventiva para que Nemi se diera por preso y terminara su loca carrera.
El ex empresario periodístico se encontraba hecho una furia, echando maldiciones y manoteando constantemente para evadirse.
Ya detenido, Nemi se mostró taciturno ante la presencia de la policía. Le leyeron sus derechos y seguía silencioso. El estrés del momento se rompió ante el arribo de su hija, quien alcanzó al operativo en las instalaciones de la Fiscalía de Puebla y comenzó a lanzar amenazas, que conocía a toda clase de personas influyentes y que no sabían con quien se estaban metiendo, que la iban a pagar por la forma en que lo habían detenido.
Pese a las amenazas, Nemi fue embargado a la capital del estado, con destino a Pacho Viejo.
De regreso a su estado natal, el ex secretario particular de Javier Duarte de Ochoa se quebró y comenzó a llorar, lágrimas intensas y abundantes ante su inminente destino: la cárcel, junto a su amiga y confidente Gina Domínguez y su otro aliado, el ex titular de la SSP Arturo Bermúdez y otros amigos: Mauricio Audirac y Francisco Valencia.
Antes de llegar a Pacho, calmadas las lágrimas, sereno, habría lanzado la sentencia de que él no iba ser chivo expiatorio y si se iba a la cárcel no sería solo.