Familiares de hospitalizados viven "la otra Navidad" en Oaxaca

24/12/2012 - 9:01 pm

Oaxaca, 24 Dic. (Notimex).- Mientras el frío cede su paso al cálido mediodía, la incertidumbre y la preocupación mantienen su estación a un costado del Hospital Civil en la víspera de Navidad, donde decenas de familiares de los enfermos aguardarán esta noche una buena nueva que les anuncie un mejor amanecer.

Provenientes de San Andrés Chicahuaxtla, agencia de Putla Villa de Guerrero, Esther ve pasar el día entre pláticas con su madre y su tía, mientras espera el llamado de las enfermeras. ya sea para ingresar al hospital a ver su padre enfermo o comprar el medicamento o material que se requiera para su atención.

Como desde hace ocho días, la joven Esther espera sobre un montón de cartones apilados que sirven de sillón durante el día y colchón durante la noche en plena vía pública, alejada de su tierra, donde el pozole y el ponche circulan al por mayor durante la Nochebuena.

Sin embargo, esta noche, la suculenta cena será sólo una imagen en su mente.

El café caliente y el pan que algunos grupos de cristianos van a dejar cada noche a los familiares de los enfermos, es su máxima aspiración hoy.

Con su padre enfermo de los riñones, Esther tiene pocas posibilidades de regresar pronto a su localidad ubicada en la Sierra Sur del estado, ya que los doctores le aseguran que don Justino se mantendrá hospitalizado al menos hasta principios de enero próximo.

La idea de estar con su familia en estos momentos difíciles y ver a su padre recuperado la mantienen con buen ánimo; "ya habrá tiempo de festejar", afirma.

Para Hada y Lorenzo el panorama no es menos difícil. Con apenas 19 años de edad, desde hace cuatro días, Hada usa el frío concreto como su cama de recuperación, tras haber dado a luz a su primogénito por medio de una cesárea urgente.

Después de muchos médicos y hospitales en la región del Istmo, de donde es originaria, Hada paró finalmente en el Hospital Civil donde le practicaron una cesárea urgente ante el delicado estado de salud de su hijo.

Aunque los médicos diagnosticaron inicialmente una hernia al recién nacido, al paso de los días el pronóstico se oscureció paulatinamente al descubrirle un tumor, una cardiopatía conocida coloquialmente como "soplo" y la notoria diferencia de tamaños entre sus dos riñones.

De oficio pescador, Lorenzo siente que literalmente lo sacaron del agua para vivir una pesadilla en una ciudad llena de concreto, donde no conoce a nadie y donde el mar no puede proveerle del alimento de siempre.

"En los hospitales hay un silencio que habla mucho, es un silencio de dolor y de incertidumbre, porque los familiares de los enfermos y muchas veces ni siquiera los enfermos saben qué va a pasar con ellos", explica Porfirio Flores, director del Centro Cristiano "Semilla de Mostaza".

Avocados la visita de enfermos y sus familiares en los principales centros hospitalarios de la capital, los integrantes de este centro han observado de cerca la pena que rodea a los hospitales durante estos días.

"Mucho depende de la relación de los familiares con la persona enferma", refirió Porfirio.

Sin embargo, afirmó, una constante que en estos días es la esperanza que se enciende en la mayoría cuando escuchan los mensajes de amor de la Biblia.

"En diciembre se acrecienta la incertidumbre para los familiares de los enfermos, por las fechas y la agresividad del clima para muchos que vienen de otras regiones, y pueden ser muy escépticos con respecto a la religión pero en esos momentos difíciles se abren a este tipo de mensajes", abundó.

Por ello, cada viernes sin falta, este grupo de cristianos se congregan en alguno de los cuatro hospitales de mayor concentración del estado, a fin de llevar café y pan a los familiares que dormitan afuera de los nosocomios o en las bancas de las salas de espera.

En tanto, aprovechan la ocasión para llevar este lo que consideran un mensaje de amor y esperanza esta Nochebuena y las que le siguen.

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