Vivir con diabetes en México: la lucha por conseguir insulina

24/11/2015 - 12:00 am

México atraviesa por una crisis de diabetes que abarca al 10 por ciento de su población. Y a partir del 2004, la enfermedad se colocó como la segunda causa de muerte en el país. Sin embargo, en muchas ocasiones no es la enfermedad crónica la que mata a los pacientes, sino las trabas que encuentran los pacientes dentro del sistema de salud. Complicaciones derivadas, mala atención médica y falta de recursos para un tratamiento forman un cóctel que lleva a los mexicanos al desahucio. ¿Cómo es ser diabético en México?

paciente del ISSSTE
Paciente del ISSSTE denunció la falta de insulina en la sede de la institución que se localiza en Ecatepec, Estado de México. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo).— Dos inyecciones diarias durante 17 años y Mónica Ramírez hoy pasa por la dificultad más grande para atender la diabetes tipo 2 que le aqueja, luchar para que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) le dé el medicamento que le corresponde.

Ramírez, quien ha pedido guardar su verdadero nombre por miedo a represalias, denunció que desde hace un mes, la Clínica de Medicina Familiar del ISSSTE en San Cristóbal, Ecatepec, inició el cambió de medicamento de los diabéticos. Ella de aplicarse insulina lispro, se verá pronto obligada a usar una fórmula de antaño, más básica, llamada NPH.

“Esa a mí no me sirve. Desde hace años que ya no me hace y esa es la que nos están queriendo imponer, no te cubre el tiempo que debería”, relató Ramírez.

Sobre la NPH, la doctora de la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD), Laura Itzell Vásquez Rodríguez, explicó: “Su efecto sólo dura 10 horas. Esta te la tienes que aplicar mínimo dos veces al día para estar cubierto las 24 horas, y ni así porque te dura 20 horas”.

Mónica preguntó a su médico, Andrés Arturo Mota García, de número de cédula 8070714002296, cuáles eran las razones, pero no encontró más respuesta que el aumento del costo que representa para la institución comprar esta insulina y la receta de unas pastillas que no le alcanzan para controlar los aumentos del azúcar.

—¿Y ahora cómo hace para llevar su tratamiento?

—No pues, como tampoco me han dado la NPH, pues he tenido que comprar mi propia medicina.

—¿La lispro que utilizaba antes?

—No, porque la lispro es muy cara, me sale en 800 pesos al mes. Y ahora voy a tener que empezar con NPH, me la compro por mi cuenta porque no me la han dado todavía en el ISSSTE, esa me cuesta 350.

—¿Por qué?

—Dicen que no pueden dármela sólo así, ya pasó un mes y aún me tienen esperando una cita para que un médico me la pueda recetar.

La diabetes es una afección que se desencadena cuando el organismo carece de capacidad para producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. Esta condición provoca que se den súbitos aumentos de azúcar que afectan el organismo.

La diabetes es la segunda causa de muerte en el país. Después de los problemas cardíacos, esta enfermedad, de acuerdo con datos oficiales, cobra la vida de más de 70 mil personas al año.

Y las estimaciones a futuro no son alentadoras. La obesidad es uno de las principales causas asociadas al desarrollo de este mal y uno de cada tres infantes en México padece sobrepeso.

Este año las anomalías en las instituciones públicas en la entrega de medicamentos han puesto los pacientes de diabetes en serias dificultades, que sin la protección pública, incapaces de continuar con una vida productiva y cargados con los gastos de bolsillo han terminado por ser afectados en su salud.

pacientes diabético
Alan Valladolid denunció a SinEmbargo las trabas para conseguir insulina dentro del IMSS. Foto: Juan García, SinEmbargo

Alan Valladolid es paciente de la Unidad Médico Familiar número 15 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en la Delegación Iztapalapa y dirige una asociación que protege los derechos de las personas con insuficiencia renal llamada “Venados”.

Después de 41 años con diabetes tipo 1, Alan ha visto muchos cambios de tratamietnos dentro del sector público para atender la diabetes, pero también varios retrocesos, relató que en marzo, el IMSS puso obstáculos en la entrega de medicamentos del Cuadro Básico para la diabetes.

“Yo me trataba con insulina glarjina. Esa te la aplicas una vez al día y queda. Pero ellos de pronto me la cortaron y me dijeron que ya sólo me darían NPH. Y no es lo mismo”, dijo.

A partir de ahí Alan tuvo que empezar a conseguir la glarjina por sus propios medios.
Ésta se pone de forma subcutánea, una vez al día, y se expide de forma lenta en pequeñas cantidades durante 24 horas, imitando la secreción fisiológica en personas sin diabetes. “Y les dije, si yo estuviera dependiendo de ustedes ya me hubiera muerto”, relató.

Una ficha técnica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria refiere sobre la glarjina: “El inicio de acción es más lento que el de la insulina NPH, pero más plano, de manera que no se registran picos ostensibles en la curva de respuesta de la glucemia, produciendo por tanto un menor número teórico de hipoglucemias”.

Valladolid explicó que decidió empezar a exigir contrarreferencias para que lo cambiaran de instancia hospitalaria con el fin de encontrar glarjina. Y en mayo, después de un breve paso por el Hospital de los Venados de segundo nivel, llegó al Centro Médico, en efecto le proveyeron de insulina glarjina.

“Y le dije al endocrinólogo. Oye no nos están dando glarjina en otras clínicas, y me dice: ‘no, es que el Centro Médico compra sus medicamentos aparte, porque es un tercer nivel. Lo que es el primer y segundo nivel dependen de una distribuirá distinta’”, recordó.

Valladolid acusó que hace más de un año los problemas con su medicación ya venían dentro del IMSS, cuando la institución se limitó a otorgar insulina genérica del laboratorio Landsteiner, en vez de la patente Lantus del laboratorio Lilly, de mayor calidad.

A partir de junio, Valladolid tuvo que regresar a la Unidades Médico Familiar , y refiere que sí le proveen glarjina, pero genérica, que no aguanta las 24 horas que él necesita, por lo que invierte 800 pesos mensuales para comprarla por su cuenta.

En octubre, SinEmbargo publicó en octubre una nota sobre de como trabajadores y pacientes del IMSS denunciaban la salida de al menos 30 medicamentos del Cuadro Básico. Los propios trabajadores de la institución acusaron que es la Comisión Negociadora de Precios de los Medicamento la responsable de la disminución en la existencia de medicamentos, en este caso de insulinas, dentro del IMSS.

“Cómo sucede la sustitución de medicamentos, es por el simple hecho de que una Comisión de las Compras Consolidadas sugiere que para disminuir costos excluyan esos medicamentos. Una condición que es completamente atentatoria contra un derechohabiente, porque una comisión no tiene la facultad ni los principios básicos médicos”, dijo José Arturo Calva Pérez, fundador de la Coordinadora Nacional en Defensa de los Derechos Humanos de los Trabajadores Activos y Jubilados del Seguro Social.

Esta comisión está integrada por las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Economía (SE) y Salud (SSa), y por los organismos descentralizados Instituto Mexicano del Seguro Social e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Asimismo, la Secretaría de la Función Pública participará como asesor permanente

Recientemente, el Subsecretario de la Secretaría Salud (SSa), Pablo Kuri, dio una conferencia de prensa en el marco del mes de la diabetes. El mensaje tampoco fue alentador. Kuri aseveró que los niveles de diabetes no descenderán, pero sí, al menos, espera que no aumenten desde el 2012.

Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) muestran que a México, la diabetes y la obesidad, le cuestan 85 mil millones de pesos anuales. Eso es el 65 por ciento de todo el presupuesto del sector salud destinado en el 2015.

De acuerdo con la SSa, la diabetes ha ido en aumento en los últimos 30 años, y datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía refieren que en el 2004 se colocó como la segunda causa muerte de los mexicanos. Sólo después de las enfermedades cardiovasculares.

Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, y publicado en la última edición de la revista Medicina Preventiva, encontró que desde 1960 hasta el año 2012, la incidencia de diabetes en el país se duplica cada 10 años, por lo que para 2050, se espera que hasta 23 por ciento de la población mexicana podría desarrollar la enfermedad.

La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del tiempo.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) en el 2012 reporta, de forma especial, que hay 6.5 millones de personas con diabetes tipo 2, condición en la que el cuerpo produce insulina de forma irregular, a diferencia de la tipo 1, en donde el organismo ya no produce nada.

“Entre las complicaciones que conocemos normalmente es la pérdida del riñón, la falta de la visión, la enfermedad cardiovascular, los infartos, tanto en el cerebro como en el corazón. Y la diabetes es la primera causa de amputación de miembros en el mundo. Neuropatía que es la afectación de los nervios”, dijo el médico internista Federico Rodríguez Weber, especialista de la facultad de medicina de la Universidad La Salle.

MEXICANOS MÁS VULNERABLES

Diabético se toma la presión
Los hábitos alimenticios de los mexicanos están asociados con la alta incidencia de diabetes. Foto: Cuartoscuro

De acuerdo con el doctor Rodríguez Weber entre las causas de la diabetes tipo 2 se encuentran los malos hábitos alimenticios, la obesidad, el desarrollo de la resistencia a la insulina, y la falta del ejercicio.

“No todos los diabéticos son obesos, y no todos los obesos tienen resistencia a la insulina, pero es muy relacionado. El problema de la diabetes es la identificación temprana. Hay veces que el síndrome metabólico no tiene la glucosa alta, pero ya tiene obesidad, hipertensión, y ahí hay que evitar que dé diabetes”, explicó.

Josefina Estrada es una mujer de 51 años prediabetica que encontró en julio que sus niveles de azúcar estaban muy altos, ella recibe su tratamiento en la AMD. Si bien los médicos le han dicho que su caso aún no requiere de medicamentos, tuvo que cambiar su estilo de vida y someterse a una estricta dieta.

“No es una dieta donde usted diga, ‘híjole, me estoy matando de hambre’. Cuánto cuestan las espinacas, el manojito diez pesos, a lo mejor lo más caro es una pieza de pollo. Realmente comer sano no es caro, pero a veces no sabemos cómo combinar los alimentos”, detalló.

Kenny Malo Sampedro , licenciado en nutrición y educador en diabetes que labora en la AMD, refirió que no hay dietas mágicas, pero sí es importante que los diabéticos tengan dietas balanceadas.

“El paciente también tiene que estar tranquilo emocionalmente, porque si están alterados eso puedo llegar a afectar sus niveles de glucosa. Los parámetros normales en ayuno, de acuerdo con la ADA, es de 80 a 130 miligramos sobre decilitros de glucosa”, explicó.

En México, el desplazamiento de comida sana por chatarra ya había sido alertado en el 2005 por el London School of Hygiene & Tropical Medicine, uno de los centros de posgraduados más prestigiosos del mundo.

Mientras la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el consumo de 400 gramos de frutas y verduras al día, los expertos londinenses determinaron que México se encontraba en el grupo de países que entre las personas de 15 y 80 años, tenía un promedio de 194 gramos al día.

Hombre tomando Coca-Cola.
México de acuerdo con la calificadora Euromonitor es el cuarto consumidor de refrescos en el mundo. Foto: Cuartoscuro

Conforme el tiempo, la industria de alimentos y bebidas ganó terreno en México. El país llegó a tener la mayor prevalencia de obesidad en el mundo en el 2013, al tiempo que el consumo de refrescos también se fue alzando.

Asimismo, un estudio de la Universidad de Tufts específico en el 2010 que México tenía el mayor índice de muertes atribuidas al consumo de estas bebidas saborizadas, 405 por cada millón de habitantes, mientras que Bangladesh fue el de menores tasas, con una persona por cada millón.

En igual proporción este país ha sido el principal consumidor de bebidas azucaradas. La organización civil El Poder del Consumidor (EPC) estimó un consumo de 163 litros por persona al año.

“Lo que se ha visto en general es que el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas es que ha estado en expansión a partir del Tratado de Libre Comercio en 1994”, explicó en su momento, la coordinadora de salud de EPC, Fiorella Espinosa De Candido.

“Ya se ha visto que esos componentes son un factor de riesgo no sólo por la grasa sino por desarrollar efectos metabólicos, el exceso de azúcar genera resistencia a la insulina que es un factor de riesgo para la diabetes”, agregó.

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