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Seis inventos de origen militar que usamos en la vida cotidiana

24/07/2016 - 1:00 pm

Existen mil y un ejemplos de aplicaciones prácticas de origen militar que, tarde o temprano, han acabado calando en nuestra vida cotidiana y convirtiéndose en parte esencial de la vida civil

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Hoy en día disfrutamos de las conservas de todo tipo de alimentos, pudiendo hacer uso de ellas meses después de su elaboración o recolección. El creador de este invento es el pastelero y cocinero francés Nicolás Appert. FOTO: Ticbeat

Por Alberto Iglesias Fraga

Las funciones y el alcance del Ejército van más allá de los conflictos bélicos, las bombas y proteger los intereses nacionales dentro y fuera del país. No en vano, los cuerpos militares llevan a cabo otras muchas funciones de índole más social, como la actuación en situaciones de emergencia o catástrofe natural, además de ser germen indispensable de la innovación a escala global.

Y es que, ¿existiría Internet de no haber sido por las necesidades militares de comunicación? ¿O también los bolígrafos, que fueron creados para que los pilotos pudieran tomar notas en pleno vuelo? Las conservas también deben su origen a los problemas de los soldados para transportar comida en sus mochilas. Incluso algo tan elemental como el reloj de pulsera, que hoy todos llevamos en nuestras muñecas, también debe su existencia a que los artilleros necesitaban consultar los minutos entre disparo y disparo cuando lanzaban sus cañones contra el enemigo.

Existen mil y un ejemplos de aplicaciones prácticas de origen militar que, tarde o temprano, han acabado calando en nuestra vida cotidiana y convirtiéndose en parte esencial de la vida civil.

DE ARPANET A INTERNET

Es el ejemplo paradigmático de cómo un avance militar puede convertirse en un elemento esencial de la vida de millones de personas e, incluso, generar toda una revolución digital que cambie las empresas, los hábitos de vida y la forma en que nos socializamos y comunicamos con los demás. Pues bien, la semilla de Internet se remonta a 1969, cuando el Ministerio de Defensa de Estados Unidos crea ARPANET, la red predecesora de Internet.

El gobierno de Estados Unidos quería una red sin ningún centro neurálgico, para no poder ser atacada, y que propiciara la comunicación entre distintos organismos de defensa. Posteriormente, la red fue ampliada a otros departamentos y entidades colaboradoras del Ejército (como universidades y contratistas independientes), quienes vieron su potencial civil de inmediato.

CONSERVAS

Hoy en día disfrutamos de las conservas de todo tipo de alimentos, pudiendo hacer uso de ellas meses después de su elaboración o recolección. El creador de este invento es el pastelero y cocinero francés Nicolás Appert, quien en 1810 decidió comenzar a introducir los alimentos a conservar en una suerte de botellas de cristal que se cerraban con tapones de corcho, sellados con cera (similar a las actuales botellas de vino). Las botellas, una vez selladas, eran sometidas a un baño en agua hirviendo, lo cual aumentaba la durabilidad de la comida.

Tal invento fue extraordinariamente apreciado por las tropas galas, las cuales hicieron uso de este invento para poder transportar provisiones a largas distancias de los pueblos o zonas habitadas más cercanas. De este modo evitaban tener que enviar soldados a recopilar alimentos para el frente de la batalla, aumentando el número de efectivos en la brecha, mejorando además su energía y capacidades.

TRAPEADOR

Según rezaba un documento reciente del Instituto Español de Estudios Estratégicos, realizado por DIDAC y subvencionado por la Dirección General de Relaciones Institucionales de la Defensa, fue Manuel Jalón Corominas -ingeniero aeronáutico del Ejército del Aire español- quien inventó el trapeador en el año 1956. Este hombre creó posteriormente la primera y mayor fábrica de trapeadores de Europa llamada Rodex, aunque de aquella, a los primeros mechudos se les llamó “aparatos lavasuelos” y más tarde se las llamó “fregonas”, pues hasta entonces se llamaban así a las mujeres empleadas en la limpieza.

El limpia pisos estaba formado por un palo de madera que acababa en un conjunto de tiras de algodón que se escurría en un cubo, con unos rodillos accionados por un pedal. Años más tarde, Manuel Jalón inventó también el escurridor para fregona tal y como lo conocemos hoy en día.

EL MICROONDAS

Percy Spencer, un héroe de la II Guerra Mundial, descubrió el microondas por pura causalidad. Una vez terminada ya la contienda, se encontraba en los laboratorios de una compañía norteamericana en la que disponían de un magnetrón, un dispositivo capaz de producir microondas con el fin de detectar aviones en la oscuridad.

En el momento en que se acercó al aparato, una chocolatina que llevaba encima Spencer se derritió, con lo que el susodicho entendió que ambos hechos guardaban relación. Ni corto ni perezoso, el militar probó a acercar una bolsa de maíz al magnetrón. ¿El resultado? Una rica ración de palomitas y el origen del microondas que todos tenemos (y agradecemos tener) en nuestras cocinas.

 

EL TODO TERRENO

Hoy en día, los todo terrenos son uno de los vehículos más codiciados por su adaptabilidad, comodidad y, por qué no, diseño atractivo. Sin embargo, su creación se debió a un simple encargo del Ejército de Estados Unidos durante la II Guerra Mundial, cuando se pidió a la firma Willys-Overland que diseñara y produjera un coche resistente, con poco consumo y que tuviera tracción a las cuatro ruedas para moverse con total libertad en el campo de batalla.

El primer todoterreno producido se llamó Jeep, marca que aún se conserva en la actualidad, y permitió a los soldados norteamericanos transportar materiales, evacuar heridos e, incluso, realizar acciones de ataque muy veloces contra el enemigo.

EL AFEITADO

King Camp Gillette inventó en 1895, la maquinilla de afeitar de cuchilla desechable, mundialmente conocida por Gillette. Al principio, vendió 51 maquinillas de afeitar y 168 cuchillas pero, al entrar los Estados Unidos en la I Guerra Mundial, suministró 4 millones de maquinillas y 32 millones de cuchillas a los soldados americanos.

Su pequeño tamaño y el ir acompañada de un estuche con un juego de cuchillas la hacía muy práctica para los soldados. De este modo, la Gillette permitió que los hombres viajaran con solo una maquinilla de afeitar ya que cambiaban la hoja cuando ésta había perdido el filo.

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